(*) Artículo publicado en la edición 203 de la revista Microfinanzas https://statuscomunicaciones.pe/microfinanzas/M203.pdf.
Por Javier Parker Chávez
javier.parker@microfinanzas.pe
A inicios de octubre, el recientemente nombrado ministro de Economía y Finanzas, Kurt Burneo, el tercer titular del MEF en los poco más de 14 meses que van del actual gobierno, anunció tras una sesión del Consejo de Ministros, la aprobación de un proyecto de ley para crear el Programa “Impulso MYPERU” con el objetivo de entregar hasta S/2.000 millones en créditos a entidades del sistema financiero y cooperativas de ahorro y crédito para que, a su vez y bajo ciertas condiciones favorables, los presten a las micro y pequeñas empresas (mypes) de todos los sectores productivos con el objetivo final de que accedan a financiamiento que les permita reactivarse.
A diferencia de anteriores programas de financiamiento del Estado con el fin de reactivar la economía, este anuncio de Burneo fue recibido con poco entusiasmo, bastante desinterés y poca credibilidad sobre sus resultados por parte del sector financiero nacional, así como por los que serían los supuestos beneficiarios finales del mismo, es decir, las mypes.
Cabe señalar que en esta edición de Microfinanzas hay voces que, en forma directa e indirecta, se manifiestan en ese sentido. Y es que, a diferencia de lo que se pretendería, creería o se nos quisiera hacer creer desde el Ministerio de Economía y Finanzas, y como coinciden muchos de nuestros entrevistados en esta misma edición, la reactivación económica del país, y por lo tanto de las mypes, no depende únicamente del otorgamiento de condiciones crediticias más favorables; realidad, por cierto, muy bien comprendida desde el Banco Central de Reserva (BCR) que, para controlar la ascendente inflación que continúa en el país, volvió a elevar su tasa de referencia de 6,75% a 7% este mes.
Como todos sabemos, la reactivación económica depende, finalmente, de que existan las condiciones políticas mínimas necesarias para generar confianza en los inversionistas privados, de un lado; y, obviamente, del otro, de las correctas políticas macroeconómicas y fiscales, así como del uso eficiente que hacen las diversas instancias del Estado, llámense gobierno nacional, gobiernos regionales y locales, del gasto público, especialmente en inversión.
Lamentablemente, ninguna de estas dos condiciones está dada ahora, y la realidad es que el Perú vive sus horas más oscuras del presente siglo, al menos en lo que concierne a la situación política del país. El último capítulo de todo ello, ¿lo será finalmente?, es la denuncia constitucional presentada por la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, en contra del presidente Pedro Castillo ante el Congreso. A Castillo se le imputa ser el presunto autor de una serie de delitos graves que lo inhabilitarían para seguir ocupando el cargo.
El sector microfinanciero peruano es muy resiliente, lo ha demostrado a través de su historia. Desde la creación de las Cajas Municipales, creció y se posicionó en sus regiones durante lo peor de la violencia terrorista e hiperinflación de los años ochenta del siglo pasado. Empezado el nuevo milenio, se expandió a nivel nacional con gran éxito como bien destaca en esta edición, en una entrevista exclusiva, Jorge Mogrovejo, superintendente adjunto de Banca y Microfinanzas de la SBS. Y no hay duda de que sigue creciendo pese a la grave crisis política que vive el país. Pero lo que se espera es que esta crisis se solucione de una vez por todas para que, junto al tan anhelado despegue económico, el sector microfinanciero peruano y todas las mypes crezcan a su máximo potencial.
Finalmente, hay que resaltar que esta edición de Microfinanzas, es la segunda publicada en forma impresa tras el inicio de la pandemia en marzo del 2020. La primera fue en abril con motivo del Seminario Internacional de Microfinanzas (SIM) que tuvo lugar en Arequipa, mientras que esta edición se ha preparado especialmente para el Congreso Internacional de Microfinanzas (CIM) 2022, que se realiza este mes.