Este año la inversión privada caerá por la gran inestabilidad política y el periodo electoral que se ha abierto anticipadamente en el país, advierte Elmer Cuba. La pobreza en el 2023 será igual o mayor que la del 2022, que a su vez fue mayor que la del 2021. Por las protestas, el PBI de Puno habría caído 10%, el de Madre de Dios 15% y el de Arequipa 5% en diciembre y enero.
Hacia dónde va la economía peruana con esta crisis política, ¿cuál es el escenario base?
Enero es un mes muy complicado en lo político por los conflictos sociales, los fallecidos, el clima y la crisis internacional. La situación es muy compleja. En el Perú tenemos a grupos alzados contra el Estado peruano y este respondiendo con algunos errores. ¿Cómo debería resolverse esto? En el mundo, en situaciones como esta, lo normal es que cae el primer ministro o el ministro del Interior, pero no el presidente; el presidente continúa. Es decir, en el escenario central, la presidenta Dina Boluarte debería seguir, mejorar lo que está haciendo y superar este periodo pico de manifestaciones. El Congreso comienza con la segunda legislatura y entramos en elecciones generales en abril del próximo año.
¿Qué pasa si ese escenario central que plantea no ocurre?
Si eso no ocurre pasaremos a una peor situación. En ese escenario, las marchas son tan fuertes al igual que los errores, que logran desestabilizar a la presidenta Boluarte. En esta situación estamos hablando de elecciones adelantadas seis meses después de su renuncia. Lo que sucedería con todo este desorden es que la economía seguirá desacelerándose y la inflación, que viene siendo controlada, mostraría picos en el verano, con lo que se complicaría el resultado de la economía en el año.
¿Cómo esta situación está afectando a las expectativas empresariales?
En la primera parte del año, las expectativas de los empresarios dependerán de si Boluarte se queda o renuncia y en la segunda parte del año va a ser más importante los discursos de los candidatos. Por ejemplo, será clave conocer quiénes estarán en el centro, en la derecha, en la izquierda, sus propuestas y cómo están las encuestas. Si es dominante el voto por un Congreso más defensor del modelo económico, las expectativas van a recuperarse rápido, si no es el caso van a seguir deprimidas. Es decir, hemos pasado de Pedro Castillo que es un conocido malo a algo desconocido. Entonces, vamos a ver qué pasa.
¿Qué debe hacer Boluarte para que se mantenga el escenario central?
La presidenta tiene que aceptar y corregir sus errores.
¿Pero en el escenario central no cree que también las expectativas podrían deteriorarse considerando que no hay candidatos conocidos para el sillón presidencial?
Sí, de acuerdo, pero no hay alternativa, al final nombres van a haber. Así como no conocíamos a Castillo y a Rafael López Aliaga, alguien va a aparecer. Efectivamente, el tema está totalmente abierto. Estamos ante una coyuntura crítica para el país y vamos a ver una elección mucho más polarizada que las otras, pero también polarizada por el modelo económico. Eso va a estar en juego y va a haber una lucha fuerte, porque va a marcar el destino del Perú en los próximos años.
Impulso fiscal
¿En el escenario central, qué tanto podría desacelerarse la economía?
Para que la economía no siga desacelerándose, el Gobierno tendría que ponerle más dosis fiscal. Es decir, el programa Punche Perú con más dosis para estabilizar la demanda interna que viene creciendo cada vez menos.
Por ejemplo, la demanda interna comenzó el año pasado con un crecimiento de 5%, pero terminó en 1,5% y el programa Punche Perú espera romper esa tendencia. Con lo cual, si estamos ante un clima de incertidumbre, con Boluarte o sin Boluarte, el que tenga el poder va a tener que meter un poco más de ‘punche’ fiscal para estabilizar la economía en medio de las elecciones.
¿Este mayor ‘punche’ fiscal debería darse mediante la entrega de bonos o mayor inversión pública?
Es una combinación de todo, pero la inversión más rápida o la “típica” es arreglando veredas, parchando pistas, en otras palabras, lo rápido.
El programa Punche Perú tiene ciertos componentes heterodoxos que no me gustan, pero entiendo que es por única vez y de corto plazo. Hay que tener en cuenta que un impulso fiscal más keynesiano es lo que corresponde, porque si no se hace nada ahora va a ser peor.
Este es un Gobierno que va a durar un año de transición, que corresponde entregar al próximo gobierno las cuentas fiscales sanas y una economía que no esté colapsando.
Además, en la parte de mediano plazo [reformas] también es necesario que lo hagan. No porque no culmine su periodo deben dejar de hacerlo. La rueda tiene que seguir moviéndose.
Inversiones
¿Esta coyuntura de crisis política está ahuyentando los capitales?, ¿los agentes se están llevando su plata fuera del país?
No veo que esté sucediendo ello. La reacción que estamos observando del tipo de cambio es por estas normas de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) que proponen la disposición de los fondos y un poco de temor político, no por un gran cambio de cartera. En el Perú, es más probable que haya un golpe de estado de la derecha a que se cambie el modelo económico. Por ahora, el modelo es muy sólido, el Congreso lo respalda y también la población. Los antisistema en el Perú no son la mayoría, nunca han sido mayoría. A lo mucho hoy será la cuarta parte del país. Por ejemplo, Castillo obtuvo el 10% en la votación de la primera vuelta y el 20% en la segunda, considerando el total de votantes válidos.
Sin embargo, los peruanos que votaron por Castillo en la primera vuelta provenían principalmente de las zonas del sur en las que hay una importante inversión minera. ¿Por qué esta situación no podría repetirse?
El sector rural y marginado va a votar por la izquierda de todas maneras. El punto es que no es la mayoría, probablemente va a tener a sus representantes en el Congreso y está bien. Lo que está mal es que el Gobierno no le brinde los servicios necesarios para desarrollarse.
El Estado tendría que hacer políticas especiales de desarrollo para el sur del país. Esto es algo mandatorio para el próximo gobierno. Cuando ganó Ollanta Humala nos dimos cuenta de que algo estaba fallando en el Estado en equidad e igualdad de oportunidades. Humala ganó, pero traicionó a sus banderas, y luego ganó Castillo. Desde hace rato la democracia nos está diciendo que la gente está pidiendo cambios. Los cambios que se necesitan es una mayor presencia del Estado en el sentido de que funcione la infraestructura y haya mejores servicios en salud y educación y no en el sentido del Estado empresario.
En las protestas muchas personas están demandando una nueva Constitución y a la vez que no se renueven los contratos a empresas transnacionales, ¿cree que existe algún argumento válido para estas demandas?
También lo escuché, pero el que no protesta, que es la mayoría de los peruanos, no está con esa prédica. Además, la Constitución vigente garantiza la igualdad de trato con la inversión extranjera y también existen los mecanismos de arbitraje. Por ejemplo, lo que ha hecho la Municipalidad de Lima con la resolución del contrato de concesión de Rutas de Lima es terrible.En este caso el privado va a ganar a galope. El alcalde López Aliaga está haciendo lo que ni siquiera se atrevió a hacer Guido Bellido.
El alcalde de Lima no es de izquierda, de los que se podrían esperar estas acciones…
No es de izquierda, pero es populista mayúsculo. Él es dueño de una concesión y sabe lo que ha hecho. Es como que dijeran que es muy caro el ferrocarril al Cusco y, por lo tanto, vamos a resolver esa concesión. Es de locos.
¿Y esto puede tener repercusión en la inversión privada?
El miedo de los inversionistas es al populismo, sea de derecha o de izquierda, porque el populismo es enemigo de la economía de mercado. Un gran operador que quiera ingresar al Perú ahora lo va a pensar dos veces.
¿Cuál es la proyección de la inversión privada para este año?
El año pasado, habíamos estimado que para el 2023 la inversión privada registraría una variación nuevamente negativa por el presidente Castillo. Si bien ya no está Castillo, será negativa por la gran inestabilidad política que vive el país y el periodo electoral abierto.
Otros indicadores
El precio de los metales sigue subiendo, ¿deberíamos alegrarnos por ser una buena noticia en un contexto político como el que vivimos?
Se espera que el 2023 sea un mal año para el Perú por el lado internacional, por la expectativa de un menor crecimiento, menores términos de intercambio y tasas de interés más altas. Todos los canales de transmisión están activados negativamente, pero el impacto esperado de la economía internacional sobre la peruana ahora es menor que hace dos meses. Ahora no esperas una recesión en Estados Unidos o que sus tasas de interés suban mucho, pero sí que China se recupere, entonces, la cotización del cobre ha mejorado un poco. Es decir, de lo ‘negro’ que era el escenario, ahora está menos ‘negro’, pero no ha pasado a positivo todavía.
El empleo formal privado sigue creciendo, ¿cuál es la expectativa de este y de la economía para el 2023?
El empleo formal e informal privado crecen porque la economía peruana no está recesada, sino sigue creciendo. Si bien a diversas velocidades, pero crece, con lo cual, naturalmente se tiene que contratar a más personas, pero dentro de la composición, lo que más crece es el empleo informal. Sin embargo, igual el trabajador sigue llevando plata a la casa para mantener a su familia.
En Macroconsult habíamos proyectado que, en el 2022, la economía habría cerrado con un crecimiento de 2,7% y para este año esperamos que alcance 2,1%. Aunque supongamos que el crecimiento de este año sea un número menor, igual habría crecimiento, y este crecimiento requiere de trabajadores. Claro que tampoco es lo que uno buscaría para disminuir la pobreza, etc., pero en este contexto latinoamericano, el Perú está en mejor situación frente a otros países que afrontan el mismo choque económico.
La convulsión social en la parte micro también está afectando a las Mypes, ¿esto podría tener impacto en el sistema financiero, sobre todo en las entidades de microfinanzas que fueron golpeadas por la pandemia?
Sí, porque ciertas regiones del sur se encuentran en recesión. Cuando hay un ‘lock town’ en sectores de alta rotación en ventas como comercio, turismo, etc., se corta la cadena de pagos y cede la morosidad. Pero para eso está la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) y el mismo Banco Central de Reserva (BCR) para ver qué pueden hacer. En el ámbito nacional no ocurre esto, porque estas zonas en las que hay recesión no tienen mucho peso en el Producto Bruto Interno (PBI).
Es decir, la recesión es más territorial y no nacional. El trabajo que viene haciendo la SBS hasta ahora es muy profesional. La SBS siempre está monitoreando el impacto, otorgan plazos, adecúan y al final promueven ciertas fusiones y adquisiciones, fortalecimiento patrimonial, etc. La SBS hace bien su trabajo. Hay que tener presente que lo que está ocurriendo no es sistémico, sino que está alojado en una región.
¿Las protestas han tenido impacto en el PBI de diciembre y de enero?
Sin duda que sí, pero la recesión es mucho más abierta en las zonas del sur. A escala nacional, llega a medio punto. Puede ser que en diciembre o en enero, el PBI de Puno haya caído en 10%, Madre de Dios disminuya en 15% y en Arequipa en 5%.
¿Pudo reducirse la pobreza el año pasado?
No, la pobreza no ha mejorado porque la inflación promedio del año pasado terminó alta. En el mejor de los casos, la pobreza se ha mantenido igual, incluso ha podido subir. Para este año, la pobreza pinta igual de mal, porque si bien es cierto esperamos que la inflación culmine en niveles muy cercanos al rango meta del BCR, el nivel promedio para este año es alto, tan alto como el año pasado. La inflación promedio afectará a tu gasto promedio, porque el valor de la canasta promedio sigue siendo alta. Además, este año vamos a crecer menos que el año pasado. Por lo menos la pobreza en el 2023 será igual o mayor que la del 2022, que a su vez es mayor o igual que el nivel del 2021.
¿La polarización debe evitarse?
Claro que sí. Es una oportunidad, porque el Perú ya se la jugó por Castillo. El Perú al votar por Castillo y ganar Castillo se la jugó por el atraso y no puede volver a ocurrir. Ese temor acaba de ocurrir y el tipo es tan torpe que se ha autoeliminado. El debate va a continuar y va a ser una elección muy marcada por el debate ideológico de todas maneras.