Una alternativa para los profesionales y ejecutivos que están en transición laboral es emprender un negocio propio, hacerlo crecer y desarrollarlo.
Aproximadamente, el 30% de candidatos de los programas de outplacement de LHH DBM Perú, deciden recolocarse en trabajos independientes, entre ellos, el negocio propio.
Como consultor en temas de emprendimiento, siempre aconsejo a las personas emprender desde la experiencia y el conocimiento, y en algo que realmente los apasione y motive.
Es necesario contar con una metodología estructurada con la finalidad de emprender y desarrollar un propio negocio, entre ellos:
• Definir la idea de negocio. Por lo general, la mayoría de las personas que quieren emprender tienen una idea en mente, pero necesitan darle forma.
• Realizar análisis FODA y objetivos: Establecer cuáles son las fortalezas y debilidades y las oportunidades y amenazas que existen en el entorno; desarrollar también las características propias que tiene la persona para implementar ese emprendimiento, y establecer los objetivos en el corto plazo, es decir, qué les gustaría haber logrado en una fecha X respecto a su emprendimiento. Por ejemplo: A diciembre del 2023 me gustaría haber inaugurado mi primera tienda o haber logrado hacer mi primer envío a provincias.
• Elaborar plan estratégico y operativo: Donde estén bien definidas las estrategias y acciones que se requiera para realizar el emprendimiento. También se debe trabajar un plan operativo y evaluar los aspectos financieros y legales que requiera el negocio.
• Ser prácticos y didácticos: Debemos ser prácticos y trabajar con matrices o modelos de trabajo no complicados, sino fáciles y muy didácticos. No traten de buscar hacer algo complejo que tome meses y que finalmente no sea lo que se esté necesitando.
• Capacidad de ejecución: En nuestra experiencia, la gran diferencia entre un emprendedor exitoso y uno que no lo es tanto, es su capacidad para ejecutar. Sin embargo, para ejecutar se debe haber analizado todos estos aspectos y no quedarse solo en planes, es por eso importante trabajar no solo un plan estratégico sino también un plan operativo que permita establecer acciones concretas para sacar adelante un emprendimiento.
Uno de los grandes errores que cometen las personas es desarrollar un emprendimiento como un escape ante el temor de que encontrar un nuevo empleo es una tarea muy difícil, o desarrollar un emprendimiento solo por una motivación de carácter económico.
Un punto fundamental para desarrollar un emprendimiento es la motivación. Siempre insistimos en que el emprendimiento esté ligado al conocimiento y experiencia, pero sobre todo que tenga un propósito detrás que genere una motivación.