Aunque la mayor parte de indicadores de confianza superan los 50 puntos sobre 100 en la Encuesta de Expectativas Macroeconómicas del BCR y existe un escenario alentador, hay dudas sobre el futuro de la economía peruana debido a la fragilidad de la calma política.
(*) Artículo publicado en la edición 225 de la revista Microfinanzas https://statuscomunicaciones.pe/microfinanzas/M225.pdf.
Por Juan Vargas Sánchez
Una ligera pero todavía frágil mejoría mostraron los indicadores de confianza en la economía peruana durante el mes de agosto, según se desprende de los resultados de la última Encuesta de Expectativas Macroeconómicas que desarrolla el Banco Central de Reserva (BCR).
El sondeo del BCR realizado en la segunda quincena de agosto arrojó que 16 de los 18 indicadores del mes se ubicaron en el tramo optimista, en tanto que el número de días de inventarios no deseados mejoró a 11 (desde 14 días en julio) y solo la demanda defraudó a los ejecutivos consultados manteniéndose en el tramo pesimista con 43 puntos (fueron 42 puntos en julio).
“Hay un ambiente de mayor estabilidad y calma política. Además, se han anunciado nuevos proyectos empresariales que han contribuido a esta ligera mejora del ánimo empresarial, pero todavía estamos en un equilibrio frágil”, comentó Hugo Perea Flores, economista jefe para Perú de BBVA Research.
Calma política
En efecto, en los últimos meses el ambiente político luce más estable respecto a lo que se vivió en el pasado cercano, cuando el intento de autogolpe de Estado de Pedro Castillo provocó el fin de su gobierno y desató una serie de protestas y ataques violentos que causaron más de 70 muertos entre diciembre del 2022 y marzo del 2023, a la par que el país era castigado por fenómenos climatológicos de envergadura. Empero, si bien el escenario nefasto ha pasado, no significa que el país haya ingresado a una era de paz y sosiego.
“Para ver el lado positivo, no estamos en un escenario violento. De todas formas, la política en el país no es funcional al crecimiento. La política no fomenta una mejora de la competitividad, no genera facilidades para la inversión o para la contratación de trabajadores; sin embargo, actualmente, no estamos en un período de confrontación”, indicó Perea al comentar para Microfinanzas los resultados del sondeo realizado por el BCR.
Nuevos proyectos
Señaló que otro aspecto que viene impactando de forma positiva en la confianza empresarial es la concreción de nuevos proyectos empresariales impulsados por el sector privado y por el Gobierno, a través de la Agencia de Promoción de la Inversión Privada (ProInversión).
Entre enero y agosto de este año, esta agencia adjudicó 12 proyectos que demandarán inversiones por US$6.076 millones en infraestructura portuaria, ferroviaria, vial, energía eléctrica y fosfatos (fertilizantes).
Hay que agregar que ProInversión tiene previsto adjudicar hasta el 2026 otros 76 proyectos que generarán inversiones por US$17.000 millones en sectores como saneamiento, electricidad, hidrocarburos, transportes, comunicaciones, inmobiliario, salud, educación, turismo y agricultura e irrigación.
En el caso de los proyectos privados, el que más interés ha generado es el Terminal Portuario Multipropósito de Chancay, cuya primera fase está próxima a inaugurarse en noviembre tras una inversión de US$1.400 millones, pero no es el único megaproyecto en marcha.
En el sector minero, durante el primer trimestre se ha anunciado que 4 grandes iniciativas habilitarán inversiones por más de US$2.470 millones: Reposición Antamina, Yumpaq, Huancapetí y Reposición Tantahuatay. Se espera que, en conjunto, el desarrollo de estos yacimientos genere más de 50.000 puestos de trabajo en la etapa de construcción de mina y más de 10.000 puestos cuando ingresen a su etapa de operación.
En total, para el cierre del 2024, la inversión esperada en el sector minero es de US$5.000 millones, lo cual reflejaría un crecimiento de 6% respecto al 2023.
Asimismo, la presidenta de la República, Dina Boluarte Zegarra, anunció durante el Mensaje por Fiestas Patrias que se han brindado los permisos para que las empresas mineras inicien la construcción de otros 5 proyectos mineros con una inversión comprometida de US$2.025 millones; a lo que habría que agregar el anuncio de Southern Copper Corporation de que podría adelantar al año 2027 el inicio del proyecto Michiquillay.
“Nuestro Gobierno está comprometido con una minería competitiva, formalizada, moderna y sostenible, tanto social como ambientalmente”, indicó la mandataria, lo que fue bien recibido por el sector empresarial. Luego de ello, el ministro de Energía y Minas, Rómulo Mucho Mamani, afirmó que existe una cartera de 51 proyectos en 18 regiones, los cuales representan una inversión de US$55.000 millones (contando el simbólico proyecto Tía María, de Southern); en tanto, hay otros 75 proyectos en exploración que están demandando una inversión de US$644 millones.
“Mal que bien están saliendo proyectos como los de ProInversión y proyectos mineros que estaban detenidos desde hace muchos años. La concesión del Anillo Vial Periférico en Lima, Reposición Antamina y la Nueva Carretera Central son iniciativas multimillonarias muy necesarias que generan buenas perspectivas. Hay que resaltar que en el Presupuesto del Sector Público para el Año Fiscal 2025, recientemente presentado al Congreso (el 5 de septiembre), se le ha asignado a la Nueva Carretera Central S/500 millones, lo que indica la intención de que avance de forma rápida”, puntualizó Perea.
Escenario favorable
Un tercer factor que está influyendo de manera positiva sobre las perspectivas económicas de Perú es el escenario internacional. Por un lado, gracias al aumento de los precios del cobre y oro, los términos de intercambio llevan 5 trimestres consecutivos de mejora y, en el segundo trimestre, tuvieron un incremento interanual de 12,5%, según un informe del BCR.
Por otro lado, los fantasmas de una recesión mundial se han disipado y la inflación parece bajo control. De hecho, la última actualización de los ‘Informes de Perspectivas de la Economía Mundial’ que publicó el Fondo Monetario Internacional (FMI) en julio, señala que la economía mundial crecería en 3,2% este año y 3,3% en el 2025. “El escenario internacional es favorable. Si bien es volátil, ya nadie prevé una desaceleración de la economía mundial”, comentó Perea.
En ese sentido, los propios economistas del FMI Flavien Moreau y Rafael Machado Puente han indicado en un artículo titulado ‘América Latina puede utilizar el comercio para impulsar su crecimiento’, que la transición energética mundial podría permitir a los países latinoamericanos con grandes reservas de minerales críticos, como Chile, Perú, Brasil, México y Argentina, beneficiarse notablemente del aumento de la demanda de cobre, litio, magnesio y otros insumos esenciales para las tecnologías verdes y la descarbonización.
Lastre
La suma de todos estos factores positivos, sin embargo, no está siendo suficiente para equiparar las decepcionantes perspectivas que se tienen del ambiente político en general. Hay una mejora, sí, pero no lo suficientemente marcada como para cambiar el ánimo de los inversionistas de forma significativa.
“La evolución de las expectativas -claves para decidir si se invierte o no- va a seguir dependiendo del clima de tranquilidad política que pueda haber. Al final, todo se resume a la confianza que exista en que habrá estabilidad, reglas de juego claras, respeto de los contratos, garantías jurídicas, etc.”, advirtió Perea.
Una muestra de ello es la falta de solución a la situación de Petroperú. La prácticamente quebrada empresa estatal de petróleo requiere, de forma urgente, un salvavidas financiero y una reestructuración con fondos públicos o privados, pero el Gobierno no termina de decidir su actuación.
“Una solución favorable de parte del Gobierno sería una buena señal para el mercado. La debilidad del Gobierno para emprender reformas o su falta de capacidad para implementar las reformas que quiere desarrollar limita mucho el panorama. Y, además, muchas veces no encuentra la forma de detener el ánimo por aprobar medidas populistas de parte del Congreso”, indicó Perea.
Perspectivas macro
Así, el panorama futuro para la economía mejora, pero apenas. “No son del todo halagadoras las expectativas que se tienen sobre el futuro de la economía. La mejora que estamos teniendo es positiva, pero la recuperación está muy ligada al sector primario y hay mucha incertidumbre que no llama a confiarse”, advirtió Jorge Guillén Uyen, profesor de ESAN Graduate School of Business.
Los analistas económicos y los ejecutivos del sistema financiero y de empresas no financieras esperan que en los próximos 3 años la tasa de crecimiento de Perú esté en alrededor de 3%, con perspectivas desfavorables para este 2024 respecto a lo que se esperaba en julio.
“Hemos salido de la recesión, pero el crecimiento alcanzado no va a ser suficiente para reducir el desempleo y para incrementar los ingresos de la población. Crecer 3% no alcanza para lo que el país necesita. Antes crecíamos a 10%, luego bajamos a 5% anual y se generaba empleo. Ahora no”, lamentó Guillén.Consideró que buena parte de la responsabilidad de esta situación es del Gobierno debido a su falta de ejecución de reformas, el estado de la seguridad de la ciudadanía, la falta de liderazgo en las instituciones públicas y la ausencia de planeamiento estratégico.
Perdiendo la oportunidad
“El escenario internacional favorable no lo hemos aprovechado”, criticó Guillén. La inflación mundial y la local han dejado de ser un gran desafío y desde la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos hasta el BCR peruano están reduciendo sus tasas de interés, lo que debería impulsar las economías, empero, el Producto Bruto Interno (PBI) peruano -y el latinoamericano- está reaccionando de forma más lenta que el resto del mundo.
Cabe señalar que, teniendo en cuenta la reducción de las expectativas inflacionarias y que estas se encuentran dentro del rango meta del BCR, la tasa de interés de referencia del sistema financiero peruano ha sido reducida a 5.50% desde 7,75% en que se ubicaba en agosto del 2023. Guillén explicó que la evolución del PBI depende del consumo, la inversión, el comercio exterior y el gasto del Gobierno, y Perú solo tiene prendido el motor del consumo, a pesar de los pequeños avances logrados y el escenario internacional favorable existente. Todas las variables se mueven en el sentido correcto, “pero el ritmo es demasiado lento debido a la incertidumbre política y a la inseguridad”, insistió.
“Han pasado cosas positivas, como los proyectos mineros, la evolución del agro y la pesca, el surgimiento del puerto de Chancay, pero necesitamos 4 proyectos de la magnitud del puerto de Chancay para sacar adelante la economía”, subrayó.
Mayoría de expectativas regionales también mejoraron en agosto
En agosto del 2024 se realizó la encuesta de percepción regional con una cobertura de 287 empresas que operan en las diferentes regiones del país. Respecto a la encuesta de julio, se aprecia un deterioro en la mayoría de los indicadores de situación actual en las zonas norte, centro y sur.
Por el contrario, la mayoría de los indicadores de expectativas se recuperaron en estas zonas respecto al mes previo. Todos los indicadores de expectativas en las 3 regiones se ubicaron en el tramo optimista.
La zona norte registra 15 indicadores de un total de 18 en el tramo optimista; la zona centro, 17; y la zona sur, 16 indicadores.