El banco central norteamericano anticipa una desaceleración del crecimiento económico en Estados Unidos para el próximo año, estimándolo en alrededor del 1,5%.
La Reserva Federal de Estados Unidos dejo sin cambios sus tasas de interés, al tiempo que adoptó una postura de política monetaria más rígida con el objetivo de controlar la creciente inflación, sin poner en riesgo la economía ni el empleo.
A pesar de una firme posición contra la inflación, Jerome Powell, presidente de la entidad, destacó que la economía de Estados Unidos sigue siendo sólida, con un mercado laboral robusto. Esto permitiría a la Fed mantener una política monetaria más estricta hasta 2025, con un impacto menor en la economía y el empleo en comparación con situaciones inflacionarias previas en el país.
Aunque se prevé una menor inflación en lo queda del 2023 y los años siguientes, la Reserva Federal no tiene previsto realizar reducciones significativas en su tasa de interés oficial en el corto plazo.
Powell enfatizó que la Fed necesita «ver evidencia realmente convincente de que hemos alcanzado el nivel apropiado» de tasas de interés para lograr que la inflación regrese al objetivo del 2% de la Reserva Federal.
Cuando se le preguntó si consideraba que un «aterrizaje suave» para la economía estadounidense era una expectativa razonable, Powell evitó hacer afirmaciones categóricas: «No, yo no haría eso», dijo. «Siempre he pensado que el aterrizaje suave era un resultado plausible… en última instancia, esto puede decidirse por factores que están fuera de nuestro control al final del día, pero creo que es posible».
En cuanto a las perspectivas económicas, la Fed anticipa una desaceleración del crecimiento económico en Estados Unidos para el próximo año, estimándolo en alrededor del 1,5%, frente al 2,1% de este año. Además, proyecta que la tasa de desempleo se mantendrá por debajo del 4,1%, ligeramente por encima del nivel del 4% considerado sostenible a largo plazo, pero apenas unas décimas por encima de su nivel actual del 3,8%.