“En el ámbito de las microfinanzas, una gobernanza sólida es esencial para garantizar la transparencia, la rendición de cuentas y la toma de decisiones estratégicas que aseguren su sostenibilidad financiera y social”.
(*) Artículo publicado en la edición 229 de la revista Microfinanzas https://statuscomunicaciones.pe/microfinanzas/M229.pdf.
Este artículo de opinión analiza la importancia de la gobernanza corporativa en las microfinanzas y propone alternativas para fortalecer su capacidad de responder a los retos actuales y futuros. En el contexto financiero peruano, las entidades de microfinanzas desempeñan un rol crucial en la inclusión económica de sectores tradicionalmente desatendidos y que han sido golpeados desde el 2019.
Estas instituciones, reguladas por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), se enfrentan a una serie de desafíos relacionados con la gobernanza corporativa, el cumplimiento normativo (compliance) y la gestión de riesgos, en el marco de buscar un adecuado liderazgo y la independencia que se requiere para diversificar la oferta de productos y atender a la vez la demanda.
En un entorno marcado por proyecciones económicas y sociales desafiantes para el 2025, resulta esencial reflexionar sobre cómo estos elementos pueden contribuir a consolidar su presencia en el sistema financiero y que podrían permitir retomar las conversaciones con actores internacionales para que ingresen en su accionariado y no solo exista aporte monetario (mejorar solvencia) sino incorporación de tecnología y conocimiento para poder desarrollar oferta por ejemplo que atienda población migrante (diáspora peruana y extranjera) y sobre todo que se siga contribuyendo con la formalización.
En el ámbito de las microfinanzas, una gobernanza sólida es esencial para garantizar la transparencia, la rendición de cuentas y la toma de decisiones estratégicas que aseguren su sostenibilidad financiera y social, sobre todo enfocando la adecuada segregación de funciones y accionar de los comités. La implementación de buenas prácticas de gobernanza corporativa trasciende el mero cumplimiento normativo, y requiere de una cultura que a su vez incorpore los diversos problemas que se ha enfrenado el sector en los últimos 4 años.
El compliance, entendido como el cumplimiento de normativas legales, regulatorias y éticas, es un elemento esencial para las entidades de microfinanzas reguladas. En Perú, la SBS exige la implementación de sistemas de cumplimiento que incluyan políticas contra el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo (LA/FT).
En las entidades de microfinanzas, el compliance tiene un doble propósito: proteger a la institución de sanciones legales y fortalecer la confianza de los stakeholders, incluidos los clientes, los reguladores y los inversionistas. Tener mecanismos como conoce a tu cliente, tu proveedor, tu colaborar es fundamental para reducir potenciales exposiciones y situación que impacten en la reputación de la empresa y de los tomadores de decisiones.
Según las proyecciones económicas para el Perú en 2025, el país enfrenta un panorama mixto (crecimiento entre 2,9% y 3.15; posibilidad de mantener un déficit fiscal elevado, proceso mediáticos que impacten en la reputación y sobre todo los cambios en los mercados internacionales), con oportunidades de crecimiento impulsadas por la recuperación de sectores clave como la minería (en la medida que se genere una adecuación gestión de conflictos sociales – diálogo) y la construcción (enfocada no solo a vivienda sino a cubrir el importante déficit de infraestructura que existe), pero también retos significativos debido a la inestabilidad política y social que se ha evidenciado en los últimos años.
La gobernanza corporativa, el compliance y la gestión de riesgos son elementos fundamentales para consolidar la presencia de las entidades de microfinanzas en el sistema financiero peruano, sobre todo con proyecciones económicas desafiantes y oportunidades de crecimiento; por lo que estas entidades deben adoptar un enfoque estratégico que incorpore estos tres elementos.
Las instituciones que adoptan controles internos sólidos y cumplen con estándares internacionalmente reconocidos están mejor posicionadas para atraer inversión extranjera y prosperar en medio de las presiones de la globalización. Este cambio hacia una mejor gobernanza subraya el compromiso de la industria con las prácticas éticas y el desarrollo sostenible, que son fundamentales para mantener la confianza de los inversores y la viabilidad operativa, se debe empezar a acuñar y reforzar más el término cajarización y no solo bancarización.