La cultura corporativa, base para el logro de la visión estratégica

(*) Artículo publicado en la edición 229 de la revista Microfinanzas https://statuscomunicaciones.pe/microfinanzas/M229.pdf.

Es común que, al evaluar sus planes estratégicos, las organizaciones se pregunten: ¿Qué nos faltó? Aunque se hayan cumplido todas las actividades planteadas, al revisar los indicadores de desempeño, descubren que no se ha logrado el objetivo. Esto ocurre porque, aunque se asignan tareas y presupuestos, no siempre se da la debida atención al factor humano y la cultura organizacional, que pueden ser determinantes en el cumplimiento o incumplimiento de la visión de la empresa.

La cultura corporativa, entendida como el conjunto de valores, creencias y normas que guían la interacción de los miembros de la organización, influye directamente en su identidad, las decisiones que toma y la manera en que persigue sus objetivos. Afecta también el desempeño organizacional, la satisfacción y retención del talento, la adaptación a los cambios y la reputación institucional.

La cultura corporativa se divide en visible e invisible. La cultura visible incluye elementos observables como normas y estructura organizacional, mientras que la invisible abarca valores y creencias compartidas. Lo esencial es que ambas estén alineadas. Por ejemplo, si se promueve la justicia como valor, las decisiones de promoción interna deben reflejar la meritocracia.

Siendo esta su importancia, podemos concluir que una cultura corporativa sólida y positiva es esencial para el logro de la visión estratégica; sin embargo, hay algunas barreras que pueden dificultar su implementación, tales como:

1. Un liderazgo incoherente; si el comportamiento de un líder contradice los valores que promueven, se genera desconfianza, falta de compromiso de los empleados y perdida de credibilidad en la dirección.

2. Comunicación ineficaz; que genera fragmentación entre equipos y la perdida de la alineación estratégica.

3. Conflicto de valores; las diferencias entre los valores personales de los empleados con los de la empresa genera rotación de personal y baja productividad.

4. Falta de recurso y capacitación; si no se invierte en el desarrollo de habilidades y herramientas necesarias, los empleados no podrán alinear su desempeño con la cultura deseada, lo que genera la desmotivación y la desconexión con la misión organizacional.

5. Falta de reconocimiento y recompensa; pueden generar desinterés de los empleados para contribuir al desarrollo de una cultura positiva.

6. Falta de visión estratégica; una cultura corporativa sin dirección clara puede volverse inconsistente y generar confusión, falta de alineamiento de los equipos y perdida del propósito organizacional.

Si las organizaciones desean asegurar el logro de los objetivos estratégicos, su visión, una mayor retención de talentos, el incremento de la productividad y una mejora en la reputación organizacional, deben tener en cuentas las siguientes principales acciones:

1. Definir y comunicar valores claros; a traves de un modelo cultural difundido a nivel organizacional, con campañas internas que aseguren que los empleados se alinean con la identidad de la empresa y trabajan con un propósito común.

2. Desarrollar un liderazgo ejemplar; formar lideres que fomenten confianza y respalden los valores corporativos.

3. Reconocer y recompensar el desempeño; con programas de recompensas basado en metas alcanzables y comportamientos deseados.

4. Fomentar una comunicación abierta; establecer canales efectivos de comunicación entre todos los niveles, que genere un ambiente de confianza donde los empleados se sientan escuchados.

5. Crear un entorno laborable saludable; garantizar un ambiente de trabajo que priorice la salud física y mental de los empleados, lo cual impacta en una mayor productividad y menor rotación de personal.

6. Establecer políticas éticas y transparentes; garantizar que las decisiones se toman de forma justa, ética y transparente generando un ambiente de confianza y respeto entre empleados.

7. Medir y ajustar la cultura regularmente; realizar evaluaciones periódicas de la cultura, identificando oportunidades de mejora y actualizando el modelo cultura de la organización.