
Es probable que las acciones japonesas suban a nuevos máximos ya que los inversores anticipan que el nuevo primer ministro de Japón, Sanae Takaichi, seguirá adelante con una expansión fiscal agresiva.
- La histórica elección de Takaichi como la primera mujer líder de Japón ha dado un nuevo impulso a los mercados, con expectativas de que su administración aplique políticas que refuercen la fortaleza industrial y la competitividad global de Japón.
El resultado ha despertado optimismo respecto de que el estímulo fiscal seguirá apoyando el crecimiento mientras los flujos de inversión se aceleran hacia las acciones japonesas. Los inversores apuestan a que Tokio mantendrá una postura favorable al crecimiento incluso mientras otras economías importantes se enfrían.
Los mercados ven en Takaichi un líder que pretende mantener la economía de Japón avanzando mediante inversiones públicas específicas. Hay indicios de que la expansión fiscal seguirá siendo el centro de las políticas, en particular en sectores considerados vitales para la resiliencia nacional: defensa, tecnología, energía y ciberseguridad.
Las acciones están respondiendo en consecuencia. La negociación de futuros apunta a una renovada fortaleza en los índices Nikkei 225 y Topix, a medida que aumenta la confianza en que el apoyo fiscal se mantendrá.
Japón ya ha sido uno de los mercados de valores más destacados del año, impulsado por la reforma corporativa, una mejor gobernanza y un creciente interés extranjero. Los inversores globales han ido aumentando constantemente su exposición a Japón porque la historia ha pasado de la deflación a la expansión, ahora, la estabilidad política del país y la renovada ambición fiscal están dando un nuevo impulso a esa recuperación.
- La propuesta de Takaichi de alinear el gasto público con la reforma estructural es vista por los mercados como un posible punto de inflexión para el modelo económico japonés. Su coalición se ha comprometido a simplificar la burocracia y orientar el gasto hacia objetivos estratégicos a largo plazo.
- El modelo de crecimiento de Japón está evolucionando desde el estímulo de emergencia a la inversión intencionada.
- Es importante porque refuerza la confianza en que la expansión fiscal puede impulsar la productividad, no solo la liquidez. Los inversores se están posicionando con anticipación para lo que podría ser una potente fase de crecimiento plurianual.
El optimismo fiscal conlleva riesgos financieros. El yen continúa cotizando cerca de mínimos de varias décadas, y los mercados de bonos se preparan para una mayor emisión a medida que se expande el gasto público.
Los mercados de divisas y bonos están enviando un recordatorio de que la credibilidad de las políticas sigue siendo esencial.
- Si el gasto no se equilibra con la disciplina fiscal, Japón podría ver intensificarse las presiones inflacionarias y aumentar los costos de endeudamiento. Sin embargo, por ahora, los inversores en renta variable se centran más en el potencial de crecimiento que en los cálculos fiscales.
- La postura pro crecimiento de Japón contrasta marcadamente con el enfoque más cauteloso observado en Europa y partes de América del Norte, donde los gobiernos están limitados por mayores costos de endeudamiento y estancamiento político.
- Asertividad fiscal de Takaichi podría reforzar el atractivo de Japón como mercado de crecimiento clave para los inversores internacionales que buscan diversificación y claridad política.
La transición política también ha fortalecido la confianza en el sector empresarial japonés, donde las empresas se benefician de la reforma accionarial, mayores dividendos y ganancias impulsadas por las exportaciones, amplificadas por la depreciación del yen. Los analistas prevén mayores entradas de capital extranjero en la renta variable mientras la trayectoria política se mantenga expansiva. La medida que la administración de Takaichi toma forma, los mercados están efectivamente votando con su capital, y están votando por el crecimiento”.