Mucha agua ha pasado bajo el puente desde aquel mes de mayo de 1980, cuando se crearon las cajas municipales. Hoy en día se dan muestras de la visión que hubo al crearlas, afirma un experto en microfinanzas: Wilber Dongo Díaz, gerente central de Negocios de Caja Arequipa.
El sistema financiero peruano tiene S/416.000 millones en créditos colocados, y de esta cifra el sistema bancario, el más importante en participación de saldos, acapara el 86% de esa oferta; mientras que, las Cajas Municipales en su conjunto tienen colocados S/31.000 millones, convirtiéndose en el segundo sistema de entidades financieras con mayor participación.
Pero es bien sabido que el impacto de las cajas y las microfinancieras en general se mide en la inclusión de miles de clientes, y de los más de 7 millones de peruanos que tienen una relación financiera con alguna entidad en el sistema financiero general, las cajas municipales tienen más de dos millones de clientes de créditos, es decir más del 28% del total y principalmente en el rubro de micro y pequeños empresarios, sector al que atienden con un importante 43% (1.3 millones) del total general en dicho tipo de crédito.
“Ese es el punto principal de la participación de las microfinanzas en especial de las Cajas Municipales, hemos dinamizado el mercado del sistema financiero, se ha dado acceso aquellos que nunca tendrían oportunidad y las MYPES siempre son atendidas por las microfinancieras”, afirma el gerente central de Negocios de Caja Arequipa, Wilber Dongo Díaz.
La evolución del marco legal ✓
En la actualidad las Cajas Municipales de Ahorro y Crédito (CMAC) están regidas por el Decreto Supremo N° 157-90-EF y la Ley General del Sistema Financiero y del Sistema de Seguros y Orgánica de la Superintendencia de Banca y Seguros, Ley N° 26702, además de sus normas modificatorias y la Ley 30607, que modifica y fortalece el funcionamiento de dichas entidades.
Hoy presenciamos un cambio más en la evolución de nuestro sistema financiero (muy destacado a nivel internacional) cuando el 1 de septiembre el pleno del Congreso de la República aprobó por mayoría, y en primera votación, la norma que fortalece las CMAC para promover la competencia en beneficio de los consumidores, con la posibilidad de incorporar a organismos multilaterales para fortalecer su patrimonio y la autorización de operar con tarjetas de crédito.
Pero no siempre fue así, ya que los inicios de las cajas municipales estuvieron plagados de regulaciones más exigentes que las que estaban establecidas para otro tipo de entidades financieras.
Al comienzo, las cajas municipales sólo podían operar fuera de Lima y del Callao (se autorizó su funcionamiento y creación con esta restricción), debido a que uno de sus principales objetivos era descentralizar y democratizar el servicio financiero.
Otra limitación era tener autorización de sus servicios y productos en forma modular, por ejemplo, al inicio podían dar solamente créditos pignoraticios. Luego se les autorizó captaciones y, posteriormente, otorgar créditos a las MYPES. Más adelante, también se les autorizó operar con moneda extranjera.
Además, al estar delimitadas por la vigente Ley General del Sistema Financiero, las CMAC tampoco pueden todavía dar servicio de cuenta corrientes o cheques, ni las famosas tarjetas de crédito, rememora Dongo Díaz.
El esquema modular alentó para que aquellas cajas más desarrolladas puedan captar ahorros del público y después para el microcrédito directo. “Ha habido bastante prudencia del regulador del sistema peruano para que estas instituciones, que nacieron con solo capital municipal, puedan desarrollarse y tener la sostenibilidad del caso”, opina el experto.
Mitos rotos ✓
El reciente proyecto legislativo, aprobado en primera votación por el Congreso, es una muestra de que cada día el terreno de juego para las finanzas en el Perú está más parejo y firme en la medida que, en la ley del sistema financiero, las CMAC tienen las mismas posibilidades que una empresa bancaria para competir.
Ello porque “ya rigen los mismos controles de riesgo sin distinción, porque ya se demostró que solo son mitos creer que son más riesgosas las microfinancieras que el sistema bancario, tanto en riesgo crediticio (la morosidad de los últimos años lo demuestra) como también en riesgo operacional”, comentó Dongo Díaz.
También mencionó que un mito roto es el del riesgo crediticio. Según cifras de junio de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), la morosidad de todo el sistema bancario está en alrededor de 4.05 y, como muestra, la de Caja Arequipa está en 3.82.
“Entonces, ¿por qué se consideraba muy riesgosa este tipo de empresa? Si el 95% del número de créditos de las cajas no tiene garantías hipotecarias reales; en cambio, el 95% de los saldos de los créditos comerciales de los bancos tiene crédito de garantía hipotecaria”, se pregunta el gerente de ente arequipeño. Los 40 años del sistema de Cajas han demostrado lo contrario, subraya.
Una gestión eficaz de calidad de cartera nace en la evaluación seria y responsable de una solicitud de créditos en base al perfil de cada cliente y no sólo por la garantía ofrecida, esta diferencia es lo que ha permitido dar acceso financiero a millones de personas a nivel nacional, agrega.
“La metodología o tecnología crediticia aplicada a la evaluación de las MYPES, como hacemos las cajas, es directa y recoge in situ la capacidad de pago del cliente y la calidad moral de dicho deudor: consiste en ir al negocio del cliente, conocer su modelo de negocio, la competencia de su sector, ver la cualidad moral, cómo vive, dónde vive, sí cumple o no con sus compromisos, etc., es lo que ha permitido tener los resultados que hoy podemos mostrar”, destaca.
Marcando el paso ✓
Podemos decir que la presencia de las CMAC en el tiempo ha ido de menos a más, fue y aún es revolucionario en nuestro ámbito financiero, hoy ya con presencia de la tecnología como apoyo de las decisiones crediticias.
Ahora, tal vez, seamos testigos de cómo las CMAC asumen el rol protagónico, toman las riendas y marcan la tendencia en el sistema financiero, para hacer la diferencia.
“Hoy el usuario ya no hace distinción por la simple denominación del tipo de entidad financiera. Lo que antes un banco representaba, como una entidad más segura o sólida, hoy no es necesariamente así, porque ese público ahora reconoce que las Cajas tienen más de tres décadas en el mercado y han probado con su sostenibilidad, continuidad y crecimiento, incluso con varias crisis económicas nacionales e internacionales en dicho período de vida, que son lo suficiente solventes para seguir siendo importantes actores en el sistema financiero nacional. En conclusión, el público tiene confianza en las Cajas”, asevera el gerente de Negocios de Caja Arequipa. Añadió que eso ha hecho pensar a las demás entidades del sistema financiero a actuar de manera distinta a la que estaban acostumbrados. “Hoy miran a instituciones como las Cajas que, con un modelo de servicio más personalizado y cercano, cada vez tienen mayor presencia, acogida y aceptación de cualquier perfil de cliente, sobre todo en depósitos, que no necesariamente son de los microempresarios sino, por lo contrario, es el mismo público que ahorra en una entidad bancaria”.