
Las empresas estadounidenses han reducido sus inversiones en China a mínimos históricos a medida que los aranceles y las tensiones comerciales continúan remodelando la relación económica entre las dos economías más grandes del mundo, según una encuesta reciente.
La Encuesta de Miembros 2025 del Consejo Empresarial Estados Unidos-China (USCBC)
https://www.uschina.org/articles/member-survey-2025/ encontró que solo el 48% de las empresas estadounidenses planean invertir en China este año, una marcada disminución respecto del 80% que había planeado inversiones en 2024. Además, la encuesta encontró una disminución constante en el optimismo con respecto a los pronósticos de crecimiento económico de China y una baja confianza en la perspectiva de una mejora en las relaciones entre Estados Unidos y China.
La USCBC, una organización no partidista y sin fines de lucro que comprende más de 270 importantes empresas estadounidenses que hacen negocios en China, realizó la encuesta entre marzo y mayo de 2025, mientras el presidente estadounidense, Donald Trump, reavivaba la disputa comercial entre Estados Unidos y China como parte de un esfuerzo más amplio para revisar la política comercial estadounidense.
“El aumento en espiral de las tasas arancelarias después del 2 de abril y las conversaciones intermitentes han sacudido la confianza empresarial, descarrilado la planificación de inversiones y llevado a un deterioro de la relación más amplia”, afirma el informe.
Aumentan las preocupaciones sobre los aranceles
Las preocupaciones sobre el aumento y la fluctuación de los aranceles han aumentado significativamente entre las empresas estadounidenses que operan en China.
En la encuesta de USCBC de 2025, los aranceles se clasificaron como el segundo desafío más urgente para las empresas estadounidenses, después de las relaciones entre Estados Unidos y China; en 2024, se clasificaron como el octavo desafío más urgente. El informe también reveló que casi el 70 % de las empresas se vieron directamente afectadas por los aranceles y el 88 % por las relaciones entre Estados Unidos y China.
“Las tensiones están obligando a las empresas a reevaluar sus estrategias de inversión en China”, afirma el informe. “En respuesta a los problemas estructurales de la economía y a la volatilidad política de los últimos años, muchas empresas estadounidenses están reorientando sus cadenas de suministro y reduciendo sus nuevas inversiones en China a corto plazo”.
Los aranceles también están teniendo un impacto financiero. La encuesta reveló que más de un tercio de las empresas perdieron ventas debido a los aranceles estadounidenses y la mitad de los encuestados perdieron ventas porque los clientes chinos cambiaron a proveedores no estadounidenses debido a la incertidumbre. Además, el 27 % de las empresas afirmó haber perdido ventas debido a los aranceles chinos, un drástico aumento de 21 puntos porcentuales con respecto a 2024.
En respuesta, las empresas están renegociando precios con sus proveedores y trasladando sus cadenas de suministro a mercados internacionales alternativos. Los tres principales mercados alternativos, según la encuesta, son el Sudeste Asiático, India y México.
“La comunidad empresarial solo quiere seguir creciendo y tener la capacidad de llegar adonde sea necesario y donde tenga más sentido hacer negocios”, declaró Margery Kraus, fundadora y presidenta ejecutiva de APCO, el mes pasado durante la Reunión Anual de Nuevos Campeones del Foro Económico Mundial en Tianjin, China. “Las disrupciones en las cadenas de suministro ya han obligado a algunas empresas a invertir en diferentes lugares, diversificarse y desvincularse”.
No obstante, el informe de la USCBC reveló que la gran mayoría de las empresas encuestadas siguen siendo rentables. Sin embargo, poco menos de la mitad se muestra optimista sobre el futuro, alegando la continua preocupación por los aranceles y la incertidumbre política.
La encuesta de la USCBC reveló que varios otros factores también están complicando el entorno empresarial para las empresas estadounidenses que operan en China. Entre ellos se incluyen la mayor competencia con las empresas chinas, los controles de exportación estadounidenses, la política industrial china y las políticas de localización que dificultan el acceso al mercado.
El crecimiento económico en China y la fluctuación de la demanda interna también son motivo de preocupación. Durante los últimos dos años, China se ha fijado como objetivo un crecimiento del PIB del 5 %; sin embargo, como se señala en las Perspectivas de los Economistas jefes de mayo de 2025 del Foro Económico Mundial, es probable que la tasa de crecimiento del 5 % para 2025 sea más difícil de alcanzar, dada la inestabilidad del panorama comercial mundial de los últimos meses.
En respuesta a la volatilidad, las empresas estadounidenses se están concentrando en atender a los mercados principales, reduciendo costos y mejorando la eficiencia, y apuntando a nuevos clientes, particularmente en las ciudades terciarias de China donde el gasto de consumo está aumentando, encontró la encuesta.
‘Demasiado grande para ignorarlo’
A pesar de los importantes vientos contrarios económicos y la incertidumbre constante, la encuesta del USCBC señala que es poco probable que las empresas estadounidenses abandonen el mercado chino.
“La capacidad de operar en el mercado ferozmente competitivo de China sigue siendo innegociable para las empresas estadounidenses, lo que les permite acceder a una creciente clase media mientras perfeccionan nuevas tecnologías y prácticas esenciales para mantener la competitividad global”, agregó el presidente de USCBC, Sean Stein, en un comunicado.
La encuesta reveló que el 28% de las empresas encuestadas cree que no podrían ser competitivas a nivel mundial sin operar en China. Además, casi el 40% afirma que China es un elemento clave de su presencia global.
“El mercado chino es demasiado grande como para ignorarlo”, afirma el informe. “Pero la confianza no se recuperará sin reducciones arancelarias significativas y un mejor acceso al mercado”.
Los delegados de la USCBC se reunieron con el ministro de Comercio de China el miércoles en una reunión de importantes empresas estadounidenses y funcionarios comerciales chinos. La reunión tuvo lugar tras las conversaciones comerciales entre Estados Unidos y China en Estocolmo a principios de esta semana, que buscaban forjar un acuerdo más duradero y mitigar una disputa comercial que podría frenar el crecimiento en ambos países.