Varias fintech de pagos están viendo cómo elevar sus estándares trayendo experiencias internacionales para autorregularse y ordenar la casa con el fin de que les puedan confiar iniciativas, fondear sus inversiones y permitirles crecer, declara a Microfinanzas Ljubica Vodanovic, de la boutique legal Vodanovic.
(*) Artículo publicado en la edición 222 de la revista Microfinanzas https://statuscomunicaciones.pe/microfinanzas/M222.pdf.
¿Cuáles son los temas de la agenda regulatoria que destacarías en lo que va de este año 2024?
La agenda regulatoria se despliega especialmente en las actividades más dinámicas. Pensamos, en primer lugar, que la protagonista sigue siendo la vertical de fintech de pagos.
Recordemos que somos un país que ha mejorado, pero que tenemos cerca del 50% de la población aún excluida del sistema financiero formal y, en tal sentido, las iniciativas fintech han encontrado en los pagos un nicho de crecimiento muy importante. Ya tenemos la interoperabilidad full, que seguirá desarrollándose y este año culminará las fases pendientes.
La interoperabilidad está generando una gran cantidad de iniciativas privadas. Todos los días nos preguntan qué se puede hacer dentro de esta red interoperable pues antes el tiempo que le tomaba a un negocio de pagos concretar con varios operadores era mucho; ahora es más rápido pues la plataforma ya interopera con todos.
Un segundo tema es el Open Finance, que fue abordado en la Reunión de Altos Funcionarios de Finanzas (SFOM) del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC) 2024 que se realizó en la ciudad de Urubamba (Cusco).
Las autoridades están viendo en qué momento regulan y cuál es la mejor forma de realizarlo pues es importante ver lo que está haciendo la industria y las experiencias de los referentes de la región antes de regular. En la práctica, hay muchas iniciativas privadas que hacen Open Finance pues no está prohibido, como tampoco lo está hacer Banking as a Service.
Un tercer tema es la ciberseguridad. Mientras más innovemos más riesgos de ataques cibernéticos habrá. Entonces, debemos estar preparados y, para ello, necesitamos que el Estado cuente con una Política Nacional de Ciberseguridad.
Por el lado del sector financiero, tenemos normas muy estrictas, pero se aplican sólo a la industria financiera convencional y no al resto de las empresas tecnológicas ni a las fintech ni a terceros que se relacionan con ella.
¿Sigue siendo la regulación algo muy relevante para el mundo fintech o ya no es así?
En industrias en proceso de consolidación, cuando la regulación es promotora de la innovación, flexible y proporcional al riesgo, sí ayuda mucho. En el Perú, en muchos casos, sí lo es y en otros todavía no; pero, en general, la regulación peruana deja hacer.
No hemos optado por una Ley Fintech general, como algunas industrias más maduras y consolidadas. Entonces, tenemos más innovación, más casos de finanzas embebidas, más Open Finance de mercado y mucho dinamismo.
Lo interesante es que las autoridades están estudiando las barreras que impiden un mayor crecimiento de la industria fintech. Eso es muy bueno pues va a traer mayor apertura, flexibilización de licencias, cambio de normas para atraer más inversión, etc. Esto puede ayudar a la consolidación de la industria.
¿Y las fintech quieren pasar al sector regulado o no les gusta la regulación?
Las fintech son conscientes de las ventajas de la regulación y quieren pasar al sector regulado pues eso les permite obtener más fondeo, ganar más reputación, escalar y seguir creciendo. Lo que no quieren es que se frene la innovación.
Y hoy tenemos, por ejemplo, que las licencias financieras de crédito y de dinero electrónico todavía no son flexibles. Levantar esas barreras será clave para que más fintech pasen al lado supervisado y se genere mucho más competencia e inclusión financiera.
Y cómo se viene desplegando este año la relación entre fintech y bancos. ¿De cooperación o competencia?
Recordemos que fintech es un “modelo de negocio” y puede ser adoptado tanto por una startup, por un banco como por un retail o una empresa no financiera. En ese marco, nosotros hablamos de “coopetencia” entre el mundo fintech y los bancos. Esto significa que hay áreas de cooperación e integración, sin dejar de lado que también puede haber competencia.
De lado de los bancos, vemos un cambio favorable. Están relacionándose más con las fintech, hay más apertura, quieren entender más las verticales o segmentos existentes. Del lado de las autoridades, hay una tarea para apoyar que las fintech mejoren sus estándares, para generar más confianza y más interrelación con otros.
Vemos muy positivo que las fintech trabajen para elevar sus estándares de cumplimiento justamente para que se distingan y puedan integrarse en todo el mercado financiero y poder operar con bancos y otros stakeholders.
¿Qué efecto tuvo el estudio de mercado del Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) sobre las fintech?
Justo lo que decíamos, el tema de los estándares. Las fintech han visto, producto del estudio del Indecopi y del comportamiento de la industria, que van a tener que elevar sus estándares para generar más confianza.
Se han dado cuenta de que en el Perú no tenemos una Ley Fintech sino normas acotadas y específicas. Y por ello buscan generar esa confianza en espacios no regulados.
El estudio del Indecopi ha recomendado que deben mejorar sus niveles de cumplimiento. Por ejemplo, la fintech de cambio de monedas Rextie adoptó el ISO de ciberseguridad, buscando justamente tener los estándares más altos.
En la industria se observa que varias fintech de pagos buscan elevar sus estándares, trayendo experiencias internacionales para autorregularse y que les puedan confiar iniciativas, fondear inversiones y crecer.
Esto es muy sano porque en la industria ahora se encuentra de todo, incluso, se han denunciado varios aplicativos fraudulentos que los confunden con fintech, cuando son simplemente informales o ilegales.
Posición bancaria
¿Y cómo se está viendo esto desde la banca?
La banca ha empezado a cambiar su comportamiento con relación a las fintech. No sé si es a raíz de esa campaña de que son pura finta, pero los bancos grandes empezaron a cambiar su compliance.
Ahora están indagando qué negocios fintech existen y qué le preguntan a cada uno para ver si trabajan con ellos. Esto es algo muy bueno.
¿Y por el lado de las autoridades?
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), que lidera la Comisión Multisectorial de Inclusión Financiera, busca detectar dónde están las barreras, los cuellos de botella que frenan a esta industria y cómo pueden hacer para que siga creciendo. Vemos un apetito por apoyar su desarrollo porque se ha visto que es muy importante para traer más inclusión financiera y también para reducir la informalidad.
¿No debería apoyar la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) a las fintech para que eleven sus estándares?
Esta es una iniciativa que está saliendo de las mismas fintech y si lo hacen bien ese debería ser el insumo para las próximas regulaciones. Es decir, esta autorregulación con los mejores estándares debería servir a las autoridades para ver cómo las regularían después en base a estos insumos de la propia industria.
¿Y cuándo sería el momento para que, después de una autorregulación, entre la SBS con su propia regulación?
No se puede saber eso ahora. La SBS ha mostrado que está preocupada por atender los temas de ciberseguridad, que es uno de los focos de su atención hoy. Por eso, ha sacado varias medidas importantes. Ha dicho que está evaluando el Open Finance, viendo si debe ser obligatorio o no, cómo va a cuidar la seguridad de terceros, etc.
También ha señalado que no va a proponer una Ley Fintech sino que va a ajustar las normas específicas para ayudar a que se desarrolle una industria sana. Ahí es donde la propia industria tiene la oportunidad de explicar el modo en el que se está autorregulando y construyendo estándares. Y eso seguramente puede servir de insumo para la futura regulación.
OCDE
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en su último informe sobre Perú, expresó preocupación por la concentración de la información que tienen algunos operadores de billeteras digitales, y sugirió que el Indecopi realice estudios de mercado del sector. ¿Qué opinión le merece?
Es el mismo fenómeno que pasó en Europa cuando se vio el poder que tenían los grupos grandes para concentrar data. En el Perú los grupos más grandes también tienen una concentración de data enorme.
Estoy de acuerdo con la OCDE, hay que hacerle seguimiento. No es que hoy día se deba prohibir algo, sino que ellos trabajan con el activo más valioso que existe hoy y que es la data de las personas y toca a las autoridades monitorear que se haga un uso adecuado, porque si alguien tiene tanta data debe cuidarla, pero además va a tener que compartirla cuando salga la norma de las Open Finance.
El concepto en todo el mundo es que quien manda sobre su información es el cliente, el dueño de esa data no es el banco, es el cliente.
Entonces, la OCDE ha pedido a las autoridades de competencia, de pagos y del consumidor, que hagan el seguimiento al manejo y concentración de esta data porque tienen que cuidar que, en su momento, pueda ser compartida. Por eso, el Open Finance requiere tanto análisis porque se trata, ni más ni menos, de compartir toda esta data que hoy está concentrada y hacerlo bien.
¿Qué otros temas deben entrar a la agenda regulatoria?
Algunos piensan que necesitamos una ley general fintech, pero creemos que no, que más bien tienen que darse ajustes específicos a las normas para que sean flexibles y proporcionales y no frenen la innovación.
Por ejemplo, en lo que respecta a las Empresas Emisoras de Dinero Electrónico (EEDE), que puedan ser parte de la interoperabilidad se caía de maduro y ahora ya está en la norma de interoperabilidad (Ver entrevista anterior en edición 217 de Microfinanzas).
Otro ajuste específico importantísimo es que la cancha esté pareja para todos. En el mercado hay operaciones de préstamo que si las da el sistema financiero no pagan el Impuesto General a las Ventas (IGV), pero si las da una empresa que está fuera del sistema financiero, sí pagan el IGV. Esto no tiene sentido porque se trata de la misma operación y genera una distorsión. Esta mejora también debe evaluarse.
Además, se debe hacer más flexible el mercado. En el Perú, tenemos todavía licencias para EEDE que son super engorrosas. Supuestamente debieron ser ligeras porque no captan depósitos del público, pero las licencias toman año y medio a 2 años otorgarlas. El Banco Central de Reserva (BCR) ya se dio cuenta y ha pedido flexibilizar esta licencia.
Si tuviera que resumir, las reformas para fomentar lo financiero digital deben ser específicas, flexibles, proporcionales al riesgo y deben buscar emparejar la cancha.
¿Y cómo se va a lograr eso?
La única forma es haciendo que coordinen las autoridades, de la SBS, de la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV), del BCR, del MEF y todas las que tengan competencia en el mundo fintech.
Se necesita que haya una articulación. Una mesa de trabajo donde se haga una matriz con las principales barreras o necesidades de ajuste y todos (sector público y privado) empiecen a trabajar en un mismo norte.
Finalmente, ya tenemos varios habilitadores, tenemos la política de transformación digital que ha dicho métanle a educación, a innovación y a inclusión financiera. Ya está eso en ruta. También tenemos varias cosas que ha hecho el BCR como interoperabilidad, que está ayudando muchísimo.
Los ajustes que faltan, si se hacen, van a ayudar a todo el sistema financiero, pues habrá mayor claridad y reglas más flexibles que no frenan la innovación.
Las propias microfinancieras quieren lanzar sus proyectos de neobanco y se preguntan qué tienen que hacer, y ven que deben pasar por una serie de procesos previos. Por ello, flexibilizar va a ayudar a innovar a toda la industria.
Ni qué decir de los actores que nos ven desde fuera, porque al Perú lo ven como en el quinto o sexto lugar en la región. Ven primero a México, Brasil, Colombia y Chile y luego empiezan a ver Perú y les atrae la interoperabilidad, pero entran a hacer doble clic en la licencia y ven que dura 2 años y les parece un plazo muy largo para ellos.
El BCR también está viendo la norma de los iniciadores de pago, que son tecnológicas que ordenan se ejecute un pago que el cliente le pide. Un ejemplo, un cliente entra a un aplicativo, por ejemplo, de Amazon y, desde ahí, ordena que se debite dinero de su cuenta del BCP.
Eso no está regulado en el Perú. Por ello, el BCR ha dicho que va a regular porque eso también es Open Finance pues están haciendo que el cliente les instruya para que le incluyan un pago. Entonces, ya empezó el tema del Open Finance, pero todavía no tenemos una norma.
Interoperabilidad
El BCR informó que los próximos pasos del Proyecto “Interoperabilidad de Pagos Minoristas” que lidera incluyen la implementación de la Fase 4 ¿Cómo ve los avances en este proceso?
Recordemos que la Fase 3 comprendía a las EEDE que ya pueden interoperar si reúnen los requisitos. La Fase 4 concierne a las fintech. Ellas no pueden interoperar directamente pues se requiere al menos licencia de EEDE, pero sí podrán “conectarse” a los actores que ya interoperan. Por ello, resultó clave habilitar su interconexión al sistema de pagos de bajo valor en Perú (la Cámara de Compensación Electrónica – CCE).
Asimismo, podrán ofrecer servicios de “iniciación” de pagos que involucra canalizar las instrucciones de sus clientes y órdenes de pago necesarias para que las entidades financieras o EEDE que gestionan los fondos, realicen los pagos.
Ya se instaló una mesa convocada por el BCR para la próxima regulación de iniciadores de pago, así como de estandarización de API (interfaz de programación de aplicaciones, por sus siglas en inglés), como infraestructura necesaria para permitir la implementación de un ecosistema Open Payment en Perú.
Son ejemplos de alianzas que se han visto beneficiadas por la habilitación de las EEDE a la CCE y el Sistema de Liquidación Bruta en Tiempo Real (LBTR), aquellas celebradas, por ejemplo, entre la EEDE GMoney y la tarjeta prepaga Prex.
También están las facultades delegadas solicitados por el Poder Ejecutivo para modificar la Ley del Sistemas de Pago, con el objetivo de fortalecer las facultades del BCR para reglamentar a los Proveedores de Servicios de Pago (PSP) a fin de mejorar la interoperabilidad de pagos inmediatos.
El BCR también prepara la mejora de aspectos relacionados a la calidad del servicio, experiencia de usuario y modelo de negocio para los participantes, entre otros. ¿Qué podría sugerir al respecto?
El BCR ya emitió una circular que es bastante detallada con el nivel requerido de calidad de servicios de pago interoperables en aras de cuidar la experiencia de usuario y la gestión de riesgos.
Asimismo, destaca la implementación gradual en el cumplimiento de las obligaciones, lo que contribuye en el monitoreo de su cumplimiento y, de ser el caso, para adoptar mejoras normativas.
Debemos enfatizar que es recomendable una mayor coordinación entre las autoridades y los principales proveedores de servicios de pago para delimitar competencias y no generar una sobrerregulación que afecte el objetivo de la norma.
También es importante el acompañamiento de la autoridad en la implementación de las exigencias, a fin de garantizar el cumplimiento de sus objetivos.
En este trimestre se iniciaría la definición del modelo único de pagos con códigos QR y un único Código QR para pagos digitales. ¿Qué opina de este proceso?
Ese proceso es clave. Si bien contamos con regulación aplicable a los servicios de pago con QR, adoptar un modelo único de pagos con Códigos QR contribuiría en acrecentar los beneficios de la interoperabilidad en los ecosistemas de pago minoristas en el país.
Si bien existe un estándar internacional, bajo la regulación vigente, la evolución de la tecnología y las particularidades de nuestro ecosistema, demandan evaluar un modelo único QR, que recoja las exigencias operativas de los actores y promover mayores integraciones.
El BCR ha lanzado su primer piloto de dinero digital y, entre los solicitantes que se presentaron hasta el 31 de mayo, seleccionará uno solo antes del 15 de julio. ¿Qué expectativas tiene acerca de este primer piloto de dinero digital en el Perú?
Se espera que este piloto sirva para lograr pagos digitales inclusivos, pues uno de los requisitos es que intervenga una red de telecomunicaciones (telco) con alcance en zonas donde no llega la oferta bancaria.
La población objetivo, además de ser clientes en zonas de baja bancarización, debe ser de limitado acceso a internet. Por eso uno de los requisitos es demostrar capacidad para implementar una solución offline para los servicios de pagos. Por ejemplo, la solución USSD (Datos de servicio suplementario no estructurado, por sus siglas en inglés) – SMS (mensaje de texto).
Si resulta exitoso, vendrán otros pilotos con otros participantes que tengan el mismo potencial.
Esperaríamos que estos pilotos -que denotan el reconocimiento de la autoridad por un sandbox- terminen en una regulación flexible e innovadora que realmente logre que estos actores nuevos desarrollen servicios de pagos y transferencias digitales inclusivas en todo el país.
“Las microfinancieras tienen ideas buenas de innovación, pero les falta fortalecer la ejecución de los proyectos”
¿Cómo ve los avances del sector microfinanciero, especialmente de las Cajas Municipales? Hace unos meses hablaron de lanzar su propia billetera digital, sin embargo, no han avanzado tan rápido como era la expectativa inicial…
Así es. Las microfinancieras tienen ideas buenas de innovación, pero les falta fortalecer la ejecución de los proyectos. La propuesta de la billetera común es buena, se trata de juntar a todos para hacer un trabajo en equipo.
El reto está en demostrar que a la hora de ponerse de acuerdo en el cómo, el impulso inicial no se detenga. Ellas saben que necesitan innovar, pero en su propia gobernanza les falta esa cultura desarrollada de avanzar más. Cuando vemos a un banco es diferente. El banco avanza y luego pregunta ¿puedo? Si no podía entonces pregunta cómo corrige, pero ya avanzó.
¿Qué solución ve?
La educación financiera en temas digitales es clave en la industria para tener talento del bueno y para que realmente se pueda hacer innovación. Hay ideas buenas, pero falta fortalecer la ejecución. La propuesta de la billetera común es buena, esperemos que avance.
Si tenemos que hacer un balance de dónde tienen que mejorar las Cajas, está en su cultura de gobernanza que les permita ejecutar las buenas ideas de innovación que tienen.
¿Ese sería el principal problema de las microfinancieras?
Por un lado, hay un tema de cultura y, por otro lado, que los gremios potencien más la educación financiera en lo digital.
La Federación Peruana de Cajas Municipales de Ahorro y Crédito (FEPCMAC) y la Asociación de Instituciones de Microfinanzas del Perú (Asomif Perú), pueden cumplir un papel importante en talleres de educación financiera digital para sus equipos.
Nosotros trabajamos con varias microfinancieras, y muchas están siempre capacitándose. Eso es bueno. Pero esa actitud, esa cultura, no la ves en muchas otras.