(*) Artículo publicado en la edición 207 de la revista Microfinanzas https://statuscomunicaciones.pe/microfinanzas/M207.pdf.
Por Javier Parker Chávez
javier.parker@microfinanzas.pe
El Congreso de la República tomó finalmente la decisión, largamente esperada por las Cajas Municipales de Ahorro y Crédito (CMAC), de insistir en la autógrafa de Ley de Fortalecimiento de las CMAC para que estas microfinancieras puedan emitir tarjetas de crédito a sus clientes sin que tengan que recibir previamente autorización de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
Este hecho, no cabe ninguna duda, marcará un antes y un después en la competencia en el sector financiero peruano, como en su momento lo fue la autorización que la SBS dio, en diciembre del año 2002, para que las Cajas Municipales puedan ingresar a áreas geográficas del país distintas de su ámbito de origen, lo que se concretó en el 2003 con el ingreso a Lima de las Cajas de Arequipa, Piura y Trujillo.
De esta manera, se inició un exitoso proceso de expansión de las microfinancieras a nivel nacional que no deja de dar sus frutos, 20 años después, en beneficio de los ahorristas, al obtener mejores tasas de interés por sus depósitos a plazo, así como de las micro y pequeñas empresas (Mypes) y de los ciudadanos que, sin posibilidades de acceder al financiamiento que ofrece el sistema bancario, pudieron encontrar en los préstamos de las microfinancieras una posibilidad de crecer y de llevar desarrollo y bienestar a sus emprendimientos y a sus familias.
Sin embargo, a diferencia de aquel no muy lejano año 2002, cuando el entonces jefe de la SBS, Juan José Marthans, fue el gran impulsor del ingreso de las microfinancieras a plazas distintas de su ámbito de origen; este paso tan ansiado que ahora podrán dar las Cajas no cuenta con el beneplácito de los actuales funcionarios de la SBS ni del mismo Marthans, quienes advierten sobre los riesgos que implica, para estas microfinancieras, la emisión de tarjetas de crédito.Por su parte, el presidente de la Federación Peruana de CMAC (FEPCMAC), Jorge Solís, en esta edición de Microfinanzas asegura que sus asociadas, al tener conciencia de los riesgos, actuarán con mucha prudencia y en coordinación con la SBS para que la gestión de las tarjetas de crédito sea lo más exitosa posible.
Desde Microfinanzas hacemos votos para que, en este nuevo escenario, la relación entre la SBS y las CMAC sea de plena colaboración en beneficio de la inclusión financiera y de un acceso al crédito rápido, seguro y a tasas competitivas; y salgan airosas de este gran desafío.
También está saliendo airosa la democracia peruana a tres meses del fracasado intento de golpe de Estado, de las protestas encabezadas por los aliados del golpista y de los hechos de extrema violencia que grupos radicales desataron, especialmente en el sur del país, para subvertir el Estado de derecho e imponer una agenda política ajena a los intereses de la mayoría de los peruanos.
El costo de esta delictiva conducta, que pretendían disfrazar como “demandas sociales” y que ha cobrado la vida de alrededor de 60 personas en un intento de hacer caer a un Gobierno constitucional, es incalculable en términos económicos y tendrá una grave repercusión en la reducción de la pobreza en los próximos años.
Como consecuencia de estos lamentables hechos, la expectativa de crecimiento económico del país para este año se redujo entre los agentes económicos, tal como muestra la última Encuesta de Expectativas Macroeconómicas del Banco Central de Reserva (BCR). Sin embargo, todos los indicadores de las expectativas empresariales se recuperaron en febrero.
Estas mejores expectativas empresariales muestran que el país está en proceso de recuperación tras los lamentables hechos de los últimos meses. Sin embargo, hay que resaltar que no es casualidad que el principal foco de violencia y de resistencia al orden constitucional haya estado y aún se mantenga en Puno.
Según un informe que presentamos en esta edición, los gobiernos subnacionales han dejado de gastar más de S/11.460 millones provenientes del canon y regalías, y su impacto negativo en el cierre de brechas sociales y reducción de la pobreza es enorme.
Ello es usado por políticos oportunistas no solo para atacar al modelo económico que ha sacado a millones de peruanos de la pobreza, sino también por autoridades regionales que injustificadamente culpan por el atraso de sus regiones al supuesto centralismo de Lima, con el fin de evadir sus propias responsabilidades por el fracaso de sus gestiones, ya sea por corrupción o por incapacidad.
Y precisamente Puno, pese a ser la décima región del Perú con los mayores ingresos por recursos provenientes del canon, sobrecanon y regalías; está entre las nueve regiones con menor nivel de inversión pública subnacional por habitante. También es la tercera región con mayor incidencia de perjuicio económico por actos de corrupción e inconducta funcional ocasionado en el 2021, relata a esta revista Nelson Shack, contralor general de la República.
Todo ello no hace más que confirmar que el modelo de regionalización que se inició en el año 2002 en el Perú fracasó, y que urge tomar medidas para corregir sus vicios de origen que solo han servido para fomentar más corrupción, atraso y resentimiento en las regiones.