El sector de las microfinanzas y las Cajas Municipales enfrentan una serie de desafíos significativos en medio de un entorno económico incierto. La creciente cartera de alto riesgo y la dificultad de recuperar créditos morosos son problemas clave que las microfinancieras deben abordar de manera efectiva, dijo María Belén Effio, consultora especialista en microfinanzas.
La difícil situación económica ha dejado su huella en el sector de las microfinanzas y se evidencia en el deterioro de algunos de sus indicadores. Por ejemplo, el segmento de mediana empresa es el más complicado en términos de morosidad, mientras que en las micro y pequeñas empresas (Mypes), el aumento de la mora comenzó a evidenciarse a partir del primer semestre, afirmó María Belén Effio, consultora especialista en microfinanzas y Pymes.
Hizo hincapié en que la cartera de créditos atrasados a más de 90 días es la principal responsable del incremento en la morosidad. Según la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), en enero la ratio de dicha cartera fue de 4,41%, y en julio se elevó a 4,52%.
“Esto significa que será extremadamente difícil que las entidades microfinancieras puedan recuperar estos créditos morosos, lo que probablemente resultará en la necesidad de realizar provisiones significativas y un impacto negativo en sus márgenes operativos”, advirtió.
Un aspecto crítico, dijo, es la creciente cartera de alto riesgo en las microfinancieras. Según datos de la SBS, la ratio de la cartera de alto riesgo en las Cajas Municipales ha aumentado desde inicios de año. En enero, esta ratio se ubicaba en 8,11%, mientras que en julio llegó a 8,30%. En el caso de las cajas rurales, excluyendo a la caja Raíz, la ratio es aún más alta, alcanzando el 11,31% en julio.
Utilidades
El deterioro en los indicadores financieros de las microfinancieras se ha vuelto más evidente en los últimos meses. En julio, las Cajas Municipales reportaron una caída promedio de 44,3% en sus utilidades, mientras que las financieras registraron un retroceso aún más significativo, de hasta un 59,08%.
Effio atribuyó esta disminución a varios factores clave. En primer lugar, el crecimiento más lento de las colocaciones del crédito debido a la falta de dinamismo de la economía, lo que ha impactado negativamente en los ingresos de las microfinancieras. El menor apetito de los emprendedores por el endeudamiento ha llevado a una desaceleración en la expansión de sus carteras crediticias.
En segundo lugar, el crecimiento constante de la ratio de morosidad ha aumentado los gastos de provisiones de las microfinancieras, lo que a su vez ha reducido sus márgenes operacionales. La persistente mora representa un desafío importante para estas instituciones, ya que dificulta la recuperación de los préstamos impagados.
En tercer lugar, la eficiencia y la productividad son preocupaciones constantes en el sector. La búsqueda de formas de operar de manera más eficiente se ha vuelto imperativa, especialmente en un entorno económico donde cada punto porcentual cuenta.
Por último, el manejo de tesorería y las finanzas también presentan desafíos. Effio destacó el alto apalancamiento y la concentración en depósitos volátiles.
“En un escenario de guerra de tasas de interés, la competencia por los ahorros y los depósitos a plazo ha aumentado los costos financieros, lo que ha llevado a una reducción del margen operativo neto de las microfinancieras”, sostuvo.
Desafíos
Effio consideró que el impacto de la coyuntura económica ha sido innegable. La menor inversión ha llevado a un ritmo de crecimiento más lento en las colocaciones del crédito.
“En este nuevo escenario, estas instituciones deben adaptarse rápidamente y ofrecer alternativas para apoyar a sus clientes frente a la disminución de sus ingresos, dado que las condiciones de venta para los microempresarios ya no son las mismas que antes”, lamentó.
El entorno económico global se caracteriza por la incertidumbre y la falta de claridad sobre la recuperación económica, y previó que esta situación persistirá durante uno o 2 años más.
“Las microfinancieras deben enfrentar estos desafíos con investigación, creatividad, resiliencia y adaptación a las nuevas tendencias del mercado. El bajo crecimiento económico se traduce en una menor demanda de créditos por parte de los microempresarios y en una disminución de sus ventas. Por lo tanto, las microfinancieras deben buscar nuevas fuentes de ingresos más allá de los servicios financieros tradicionales”, recomendó.
En ese sentido, opinó que las microfinancieras deben asesorar a los emprendedores para que mejoren sus ventas, más allá de otorgar préstamos, entendiendo las complejidades del nuevo entorno.
“No se trata de que solo la entidad financiera les otorgue el préstamo con el fin de aumentar sus colocaciones, sino que tiene que asesorar a los microempresarios”, manifestó.
Calificación
A pesar del deterioro de los indicadores financieros y este nuevo escenario, consideró que, por ahora, no existe un riesgo inminente de que las calificadoras de riesgo crediticio reduzcan las perspectivas de calificación de las Cajas Municipales.
“Esto se debe a los buenos indicadores, como la ratio de capital global, que se mantienen en niveles manejables”, comentó. Según la SBS, en julio del presente año la ratio de capital global fue de 14,25% en promedio.
Sin embargo, Effio precisó que una posible rebaja en la calificación. aumentaría los gastos de las entidades microfinancieras, lo que a su vez podría hacer que los clientes se vuelvan más cautelosos y trasladen sus depósitos a instituciones con mejores calificaciones. Calidad de activos
El sistema microfinanciero peruano, motor de inclusión financiera y apoyo a las Mypes, se encuentra en una encrucijada. Uno de los indicadores críticos de este sistema es la calidad de los activos, y Effio subrayó que esta es una métrica que debe permanecer en constante vigilancia.
A pesar de que las ratios de los activos deteriorados no se encuentran considerablemente elevadas, existe una preocupación sobre el posible aumento de castigos en los próximos periodos.
“Mantener créditos con más de 90 días de atraso puede disminuir significativamente la probabilidad de cobranza, lo que requeriría mayores provisiones y afectaría los márgenes de las instituciones microfinancieras”, advirtió.
Según su análisis, las cajas rurales enfrentan el mayor desafío en cuanto a sostenibilidad financiera debido a sus ratios elevadas de cartera atrasada.
Además, presentan la tasa potencial de castigos más alta en comparación con el resto del sistema, situándose en un 12,22%. “Este dato revela un área crítica que requiere atención inmediata”, resaltó.
Solvencia
A pesar de la preocupación por la calidad de los activos, la liquidez se mantiene en ratios manejables en el sistema microfinanciero peruano.
Sin embargo, afirmó que se ha observado una “guerra de tasas” por los depósitos del público, lo que representa un importante reto para los gerentes financieros y tesoreros de estas instituciones.
Este aumento en los costos financieros y el estrechamiento de márgenes requiere una gestión financiera cuidadosa y estratégica, subrayó Effio.
La diversidad en los nichos atendidos por las instituciones microfinancieras depende del tipo de entidad supervisada. Aquellas que atienden al segmento que demanda créditos más pequeños pueden generar mayores ingresos financieros.
Sin embargo, advirtió que esto conlleva un mayor perfil de riesgo, y la ubicación dispersa o alejada de estos clientes implica mayores costos operativos. Los indicadores de ingresos financieros anualizados y de créditos directos por personal reflejan esta variabilidad.
“A pesar de los desafíos, el sector microfinanciero peruano sigue siendo rentable en general, con la excepción del promedio de las cajas rurales. La banca especializada, representada por Mibanco, destaca con el mayor retorno sobre el patrimonio (ROE)”, aseguró.
En términos de solvencia, el indicador de la ratio de capital global se muestra saludable en el sector, excepto para las cajas rurales, que aún tienen camino por recorrer en este aspecto.
“A pesar de un entorno desafiante, se observa un enfoque y esfuerzo significativos por parte de los líderes del sector para enfrentar este panorama complejo y preservar la sostenibilidad financiera de sus entidades”, concluyó Effio.