Caja Cusco se centrará este año en 3 modelos de negocio: créditos tradicionales, tarjetas de crédito y créditos digitales. Uno de los objetivos clave para este año es lograr una presencia nacional, abarcando todos los departamentos del país.
Caja Cusco, una de las instituciones financieras más importantes del Perú, se encuentra enfocada en alcanzar 3 objetivos centrales para este año 2023, afirmó su gerente central de Negocios, Walter Rojas Echevarría.
Estos objetivos se centran en la implementación de nuevos modelos de negocio, como la emisión de tarjetas de crédito y los créditos digitales, así como en la expansión a nivel nacional y la promoción de proyectos sostenibles en la zona rural. Además, está implementando la estrategia crediticia para impulsar la reactivación económica en la región.
Diversificación
Caja Cusco, que anteriormente se centraba en el modelo tradicional de otorgamiento de créditos a través de la micro y pequeña empresa (MYPE) de consumo, ha iniciado un nuevo enfoque empresarial en el año 2023.
Según Rojas, el primer modelo de negocio implementado ha sido la emisión de tarjetas de crédito, convirtiéndose en la primera Caja Municipal en obtener autorización para ofrecer este servicio en el país. Tras un piloto en agosto del año pasado, la emisión de tarjetas de crédito se ha puesto en producción a nivel nacional en las 127 agencias de la entidad.
En cuanto a los créditos digitales, Caja Cusco ha implementado una modalidad 100% digital, permitiendo que los clientes realicen todos los trámites a través de canales electrónicos, incluyendo el desembolso de los préstamos mediante una aplicación móvil. La difusión de estos 3 modelos de negocio (créditos tradicionales, tarjetas de crédito y créditos digitales) constituye el primer objetivo de la entidad para este año.
Tarjetas de crédito
En cuanto a la emisión de tarjetas de crédito, la Caja Cusco ha mostrado prudencia y cautela al momento de ofrecer este producto financiero. Rojas destacó que se ha comenzado con una fase inicial dirigida a los clientes, tanto existentes como nuevos, que no presenten riesgos de sobreendeudamiento y que cuenten con el conocimiento necesario para utilizar adecuadamente una tarjeta de crédito.
A la fecha, la entidad ha emitido cerca de 4.000 tarjetas de crédito y se espera llegar a las 10.000 tarjetas para finales del 2023. El monto promedio de los créditos otorgados hasta el momento no supera los S/20.000, evidenciando la prudencia en la oferta de crédito.
“Estamos siendo cuidadosos al colocar las tarjetas. Hemos empezado en esta primera fase con nuestros clientes que tienen un historial crediticio positivo con nosotros, que no tengan sobreendeudamiento y que tengan conocimiento sobre el uso adecuado para sus finanzas de una tarjeta de crédito”, precisó Rojas.
Aproximadamente, se ha colocado un total de S/80 millones, pero el uso efectivo de la línea de crédito alcanza aproximadamente S/50 millones.
La meta de la Caja Cusco es que el uso de la línea de crédito sea menos del 60% del total, buscando una activa participación de los beneficiarios.
Expansión
Uno de los objetivos clave para este año es lograr una presencia nacional, abarcando todos los departamentos del país. Caja Cusco ha comenzado a operar en el noroeste y el norte, en lugares como Piura, Chiclayo, Trujillo, Cajamarca y Chachapoyas.
La intención es cubrir casi toda la región norte para septiembre y consolidar así su presencia a nivel nacional. Este enfoque estratégico permitirá fortalecer la marca y buscar diferenciarse en un mercado cada vez más competitivo. “Queremos cerrar el año teniendo presencia y cobertura nacional, esto nos va a permitir fortalecer la marca”, añadió Rojas.
Créditos sostenibles
El tercer objetivo de la Caja Cusco se enfoca en los créditos destinados a proyectos sostenibles en la zona rural. Con una ubicación privilegiada en la región centro del país, la entidad busca financiar proyectos rurales, no solo agropecuarios, sino también a la MYPE rural.
Para ello, han desarrollado la tecnología crediticia denominada “MYPE Rural”, la cual ofrece asesoría adicional a los clientes, promoviendo un manejo más tecnificado y sostenible en aspectos como el consumo de agua y el uso de insecticidas, con el fin de mejorar la calidad y la producción ecológica.
Caja Cusco se ha enfocado en la zona rural, acercándose directamente a las comunidades y realizando las evaluaciones de campo. Este enfoque diferencial permite una respuesta ágil hacia los clientes, quienes solo deben acudir a la agencia para desembolsar los fondos.
Además, la microfinanciera ofrece una tasa de interés competitiva del 22% en promedio, similar a la que se ofrece en la zona urbana, a pesar de los mayores riesgos asociados con los créditos rurales.
En el mediano plazo, la microfinanciera busca extender esta oferta crediticia a la mayor cantidad posible de agencias a nivel nacional, con el objetivo de fomentar la inclusión financiera y apoyar el desarrollo sostenible de las zonas rurales del país.
“Caja Cusco otorga créditos rurales en aproximadamente 30 agencias, y ha colocado más de S/100 millones, con un ticket promedio de S/8.000. Más del 50% de estos créditos han sido destinados a mujeres emprendedoras, y el 70% de los beneficiarios han obtenido un crédito por primera vez, lo que resalta el compromiso de Caja Cusco con la inclusión financiera y el desarrollo de la zona rural”, indicó.
En un mediano plazo, Caja Cusco espera ofrecer estos créditos en la mayor cantidad de sus agencias a nivel nacional, manifestó Rojas.
Reactivación
La macrorregión sur del país fue golpeada por la crisis social y política a principios de este año, lo cual afectó gravemente a numerosos negocios, especialmente en Puno y Juliaca, que han estado cerrados durante más de 45 días.
Estas situaciones han impactado principalmente en la actividad turística, una de las más importantes fuentes de ingresos de la región. Ante esta situación, Caja Cusco ha desarrollado productos financieros con periodos de gracia, plazos y tasas de interés adecuados para ayudar a los microempresarios a reflotar sus negocios.
“Se han ofrecido facilidades de reprogramación de créditos a aquellos clientes que presentaban dificultades en su gestión debido a la disminución de ventas. Además, se han llevado a cabo campañas para ofrecer periodos de gracia de 2 a 3 meses, brindando capital de trabajo para impulsar la reactivación económica en la región”, señaló.
Durante el primer semestre de este año, Caja Cusco ha desembolsado más de S/500 millones para la reactivación de negocios vinculados al sector turismo, con un ticket promedio de S/12.000.
Estos créditos no se limitan únicamente al sector turismo, sino que también abarcan actividades relacionadas, evidenciando el compromiso de la entidad con la reactivación económica y la generación de empleo en la región.
En conclusión, Caja Cusco se ha propuesto alcanzar 3 objetivos centrales para este año: diversificar sus modelos de negocio, expandirse a nivel nacional y promover el desarrollo sostenible en la zona rural, además de brindar apoyo a los negocios afectados por la crisis social y política en la macrorregión sur. Con estas estrategias, la microfinanciera busca fortalecer su posición en el mercado financiero y contribuir a la reactivación económica en el país.