Especialistas destacan la importancia de avanzar hacia un marco normativo de open banking y una identidad digital robusta, lo que no solo facilitaría la entrada de nuevos actores, sino que también impulsaría la competitividad del ecosistema financiero peruano.
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(*) Artículo publicado en la edición 230 de la revista Microfinanzas https://statuscomunicaciones.pe/microfinanzas/M230.pdf.
El sistema financiero peruano presenta un marco regulatorio sólido y flexible que garantiza la estabilidad del mercado y crea condiciones favorables para el ingreso de nuevas entidades financieras; sin embargo, el principal obstáculo del ingreso de nuevos competidores no radica en la regulación, sino en las barreras de mercado y la competencia ya establecida, consideró Alfredo Lau Tam, especialista en Mercado de Capitales y Regulación Bancaria del estudio Lau Tam Abogados.
El sector fintech en Perú ha mostrado un crecimiento sostenido, particularmente en medios de pago y procesamiento de transacciones. Lau Tam destaca que la regulación de la interoperabilidad del dinero digital y el enfoque favorable de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) han facilitado el desarrollo de esta industria. No obstante, enfatizó la necesidad de una ley de banca abierta que permita a las fintechs acceder a datos bancarios y desarrollar productos más innovadores.
Luis Mendiola Contreras, profesor de los Programas de Finanzas de ESAN Graduate School of Business, complementó esta visión al señalar que, a diciembre de 2023, más de 200 fintechs operaban en Perú, lo que representa un aumento del 24 % en comparación con 2022. Sin embargo, este número sigue siendo pequeño en relación con las casi tres millones de empresas que existen en el país.
“El alto potencial del mercado radica en la población no bancarizada y en la posibilidad de ofrecer servicios más allá de los pagos, transferencias y ahorros tradicionales”, resaltó.
Competitividad
Uno de los principales desafíos para la entrada de nuevas entidades financieras al mercado peruano es el alto costo regulatorio. Lau Tam explicó que obtener una licencia puede tomar hasta dos años y requiere un capital inicial y reservas financieras significativas. Esto desincentiva a los inversionistas, especialmente a aquellos sin el respaldo de grandes instituciones internacionales.
En contraste, las fintechs enfrentan menores barreras de entrada debido a que, en muchos casos, operan bajo esquemas regulatorios más flexibles, como el “shadow banking”. Sin embargo, Lau Tam adviertió que estas empresas enfrentan obstáculos como la imposición del Impuesto General a las Ventas (IGV) y los límites a las tasas de interés, lo que afecta su competitividad frente a las instituciones financieras tradicionales.
Mendiola Contreras agregó que las fintechs se benefician de menores costos operativos y de una estructura organizativa más ajustada a sus necesidades de crecimiento. Esto les permite ofrecer productos más accesibles y competitivos, especialmente para las mypes y segmentos de la población insatisfechos con los servicios financieros tradicionales. Las áreas con mayor crecimiento incluyen pagos, transferencias, préstamos, crowdfunding, cambio de divisas y fintechs como servicio.
Innovación
El desarrollo de las fintechs peruanas depende de su capacidad para adoptar tecnologías de vanguardia. Según Mendiola Contreras, estas empresas deben acortar la brecha con sus pares internacionales para convertirse en actores relevantes a nivel regional. Además, es crucial contar con personal calificado en programación y el manejo de herramientas digitales avanzadas.
Otro aspecto fundamental es la disponibilidad de fondos de capital riesgo. Las fintechs locales requieren inversionistas dispuestos a asumir riesgos y con un enfoque en sectores con alto potencial de crecimiento. También es necesario establecer un tratamiento tributario equitativo para garantizar condiciones competitivas frente a los servicios financieros tradicionales.
Regulación
Los especialistas coincidieron en la importancia de avanzar hacia un marco regulatorio para el open banking y la identidad digital. Estas normativas no solo facilitarían la entrada de nuevos actores al ecosistema financiero, sino que también permitirían una mayor movilidad de capitales y el desarrollo de servicios personalizados para diferentes segmentos de clientes.
Lau Tam resaltó que, aunque la regulación peruana es exigente, es robusta y adecuada para mitigar riesgos sistémicos. La SBS y el Banco Central de Reserva (BCR) juegan un rol clave en la supervisión y estabilidad del sistema, gracias a un equipo de profesionales altamente capacitados.
Perspectivas
El crecimiento del sector financiero peruano dependerá de su capacidad para equilibrar una regulación sólida con incentivos que fomenten la competencia y la innovación. Mendiola Contreras destacó que el mercado tiene un alto potencial de desarrollo, especialmente en áreas desatendidas por la banca tradicional. Las fintechs, con su enfoque tecnológico y flexibilidad operativa, desempeñarán un papel crucial en este proceso.
En este contexto, es esencial reducir las barreras de entrada, tanto para las fintechs como para las instituciones financieras tradicionales, y fomentar un ecosistema que combine estabilidad, innovación y competitividad.
Perú tiene la oportunidad de consolidarse como un referente en la región, siempre que logrará superar los desafíos actuales y aprovechará las oportunidades de crecimiento que ofrece el mercado.
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