El 57,6% afirmó que se deciden a emprender como informal por necesidad económica, el 15,8% porque quería percibir mayores ingresos, el 15,3% quiso ser independiente y el 11% restante tuvieron otras razones de iniciar este emprendimiento, señaló la Cámara de Comercio de Lima (CCL).
En el país existen aproximadamente 5,5 millones de negocios informales, también denominados unidades productivas (UP) informales. No obstante, el 42% de ese total considera que no es necesario la formalización, señaló el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL).
Para el IEDEP de la CCL un negocio informal es cuando no está registrado en la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat). “Su condición de informalidad les permite evadir impuestos y regulaciones, pero también las hace más vulnerables a shocks y no tienen acceso a protecciones legales y sociales”, sostuvo Óscar Chávez, jefe del IEDEP.
Conforme al análisis del IEDEP, a partir de la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) 2023 del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el número de negocios informales en el país evidencia una leve caída de 0,3% con respecto al 2022.
“El resultado significa un estancamiento en su evolución, el cual se explicaría por la contracción del Producto Bruto Interno (PBI) en el 2023. Empero, si se compara con el año prepandemia se aprecia una variación positiva de 10%”, precisó Chávez.
Según la encuesta, un 27% sustentó que su negocio es pequeño o produce muy poco, mientras el 7% indicó que es una actividad eventual. Son algunas de las razones por las cuales mantienen su informalidad. Cabe señalar que el 81% de estos negocios no llevan las cuentas de sus actividades o, de lo contrario, lo hacen solo como apuntes (19%).
Además del total de las UP en el país, el 36,3% tiene entre uno y 5 años de actividad, mientras que el 21,7% tiene menos de un año operando. En tanto, el 42% ya vienen operando más de 5 años.
Decisión
El 57,6% afirmó que se deciden a emprender como informal por necesidad económica, el 15,8% porque quería percibir mayores ingresos, el 15,3% quiso ser independiente y el 11% restante tuvieron otras razones de iniciar este emprendimiento.
Para Chávez este escenario muestra que gran parte de estos negocios informales son incipientes y que han surgido debido a la necesidad económica dado el contexto de la pandemia y el poco crecimiento económico del país del último quinquenio.
Con relación a la forma como operan, se destaca que el 37% de los negocios informales se encuentra dentro de alguna vivienda, el 22% lo hace en un vehículo y el 16% son ambulantes.
Estas cifras van de la mano con el tipo de propiedad en la que se desenvuelven estas unidades productivas, pues el 62% son propietarios de los espacios que usa, el 18% alquila y el 15% señala haberse prestado esos espacios de trabajo.
“Ello evidencia que estos negocios no tienen un alto costo operativo, pues lo hacen dentro de un espacio (mueble o inmueble) que, por lo general, es de su propiedad”, señaló.
Perfil
Según el IEDEP, del total de los negocios informales, el 52% son conducidas por mujeres, mientras que el 48% por varones. A su vez, los conductores de este tipo de negocios son mayoritariamente adultos (66%), es decir, tienen entre 30 y 60 años; y un 18% es población joven, cuyas edades están por debajo de los 30 años; mientras que el 16% son adultos mayores.
“Los resultados indican que estos negocios están destinados en gran parte a satisfacer necesidades de la población mayor con un hogar a cargo, mientras que otra parte pueden ser emprendimientos de jóvenes que están en la edad de tomar riesgos o, en otro caso, adultos mayores que posiblemente su negocio sea el único sustento con que cuentan para vivir”, comentó.
Distribución
Los negocios informales se encuentran en pocos departamentos, siendo Lima uno de los principales al concentrar el 33% del total. Le siguen de lejos Piura (8%), La Libertad (6,5%), Lambayeque (5%), Loreto (4,7%) y Arequipa (4,3%).
No obstante, Chávez sostuvo que, si compara con el número de UP informales y formales, la proporción es de 9 a 1 en Apurímac, Loreto, Ucayali, Tumbes, Puno, Piura y Huánuco, es decir, casi la totalidad de negocios en estos departamentos están fuera del radar de regulaciones y tributos.
Respecto a los sectores, se concentran mayormente en Comercio (33%), Transporte y Almacenamiento (23,1%), Alojamiento y Restaurantes (12,3%) y Manufactura (10,3%). Entre estas actividades se encuentra casi el 80% del total de negocios en condición de informalidad.
Para la CCL, los resultados revelan que la economía informal en Perú es un fenómeno complejo que requiere abordarse de manera integral para promover un desarrollo económico sostenible y equitativo.
“La formalización de estos negocios informales no solo beneficiaría a los propietarios y trabajadores, sino que también contribuiría al crecimiento y la estabilidad económica del país”, anotó Chávez.