Del 16 al 20 de septiembre, Lima es sede del mencionado evento internacional MFT Innovaciones en Microfinanzas, realizado en conjunto por el Proyecto de Inclusión Económica USAID – WOCCU y el Boulder Institute Microfinance, que reunió a 45 participantes provenientes de diferentes países de la región para discutir el futuro de las microfinanzas con un enfoque centrado en el cliente.
«Es crucial reflexionar sobre si las metodologías, productos y herramientas que hemos utilizado durante años siguen siendo relevantes en un mercado que ha cambiado drásticamente, no solo debido a la pandemia, sino por la aceleración de la digitalización», enfatizó Óscar Guzmán Sánchez, director del Proyecto de Inclusión Económica USAID-WOCCU.
Resaltó que la alianza entre el Boulder Institute Microfinance y el Proyecto de Inclusión Económica USAID – WOCCU, es fundamental porque aborda un tema clave: la evolución de las microfinanzas.
Además, sostuvo que Perú fue elegido sede del evento internacional por su entorno favorable para la inclusión financiera y su potencial como hub de innovación en la región.
Por su parte, Roberto Christen, experto en microfinanzas y uno de los ponentes clave, destacó la relevancia de la industria microfinanciera en la economía global.
«El sector de microfinanzas ha atendido a más de 500 millones de personas a nivel mundial, lo que representa un aporte invaluable a las economías locales», señaló.
PARTICIPANTES
El evento internacional «MFT en Español: Innovaciones en Microfinanzas», organizado en Lima, reunió a 45 participantes de entidades relevantes en Microfinanzas e inclusión financiera de diferentes países, con una mayoría proveniente de Perú y Ecuador, así como representantes de Colombia, Guatemala y Estados Unidos.
Entre los asistentes estuvieron jefes, gerentes y especialistas de cooperativas, financieras y banca.
Destacaron entidades peruanas como Caja Arequipa, Financiera Confianza, Caja Ica y la Asociación de Bancos del Perú (ASBANC), además de la participación de Neisy Zegarra, en representación de la revista Microfinanzas.
Este selecto grupo de profesionales fue liderado por un equipo de ponentes de renombre internacional, quienes compartieron sus experiencias y conocimientos sobre cómo mejorar la eficiencia, sostenibilidad y alcance de las microfinanzas en un entorno económico y tecnológico en constante evolución.
Durante los cinco días de actividades, los asistentes completaron un riguroso programa académico de 40 horas, centrado en las innovaciones y desafíos del sector microfinanciero.
El evento se llevó a cabo en el Hotel José Antonio Deluxe de Lima, donde los participantes compartieron experiencias y discutieron sobre el futuro de las microfinanzas en la región.
DIGITALIZACIÓN DE LOS SERVICIOS
Óscar Guzmán Sánchez, director del Proyecto de Inclusión Económica USAID-WOCCU, señaló que el enfoque de la industria microfinanciera ha cambiado radicalmente en los últimos años, especialmente en lo que respecta a la transformación digital.
«No me gusta hablar de ‘transformación digital’ como tal, porque es un proceso largo y complejo. Muchas entidades financieras comenzaron este camino antes de la pandemia, y aunque con el COVID-19 la digitalización se volvió indispensable, hoy, años después, muchas de ellas aún no han logrado completarlo», comentó a Microfinanzas.
En su lugar, propone que el sector microfinanciero se centre en la digitalización de los servicios financieros, con un enfoque híbrido que integre lo digital en la oferta de valor y en el ecosistema financiero.
«Es esencial que las instituciones ofrezcan productos como créditos digitales, cuentas de ahorro digitales, billeteras móviles y agentes corresponsales. Además, necesitamos llevar educación financiera digital y llegar a poblaciones desatendidas, especialmente jóvenes, mujeres y migrantes, quienes siguen siendo los más excluidos del sistema financiero», añadió.
Al preguntársele sobre los principales obstáculos para lograr estos objetivos, destacó que el mayor desafío son los paradigmas tradicionales.
«Durante décadas hemos trabajado de una manera, y romper con esa mentalidad es difícil. Es necesario ‘salir de la caja’, pensar de manera diferente y centrarse en las necesidades reales de los clientes, como ofrecer servicios accesibles y convenientes a través de teléfonos móviles e internet, especialmente en comunidades rurales», explicó.
Para Christen la digitalización es un proceso que ha permitido mejorar la eficiencia de las organizaciones financieras, pero que aún queda mucho por avanzar en la personalización de los servicios.
«El uso de la tecnología permite mejorar el acceso y la calidad del servicio financiero, pero el verdadero reto está en utilizar los datos para personalizar las ofertas y hacer que el servicio sea realmente útil para los clientes», afirmó.
La transformación digital, según los expertos reunidos en el evento, es esencial para garantizar que los servicios financieros lleguen a más personas de manera efectiva y que se adapten a las necesidades específicas de cada cliente. Esto permitirá que el sector microfinanciero no solo sea una herramienta de inclusión, sino también un motor de desarrollo económico en la región.
Los especialistas también señalaron la importancia de compartir experiencias y lecciones aprendidas en este espacio, con el fin de preparar a la industria para los desafíos que enfrenta en el futuro.