Las condiciones externas son favorables para un crecimiento de 5% o 6% de la economía peruana, sin embargo, a duras penas se alcanzará un 3%. Carlos Prieto Balbuena, gerente del Área de Estudios Económicos del BCP, llama a reflexionar sobre lo que estamos haciendo mal.
(*) Artículo publicado en la edición 225 de la revista Microfinanzas https://statuscomunicaciones.pe/microfinanzas/M225.pdf.
Perú está desaprovechando los buenos vientos para su economía que soplan desde los mercados internacionales y está dejando pasar el tren del alto precio del cobre, que podría encaminarlo hacia su desarrollo, consideró el gerente del Área de Estudios Económicos del BCP, Carlos Prieto Balbuena, al presentar su Reporte Trimestral Macroeconómico y de Mercados (septiembre 2024).
Destacó que la coyuntura económica mundial está marcada por una tendencia a la reducción de las tasas de interés y por una mejora histórica de los términos de intercambio con altos precios del cobre y el oro, y bajas cotizaciones del trigo, maíz y otros alimentos que Perú importa.
“Las condiciones externas, con menores tasas de interés y favorables precios de exportación, son positivas para Perú. El entorno internacional está jugando a favor, ojalá, Perú pueda aprovechar más este viento a favor. El sector externo está impulsando la economía peruana y podría ser así en los próximos trimestres”, señaló. Sin embargo, lamentó que apenas se pueda estimar un crecimiento de 3% este año y de 2,8% para el 2025.
Tasas de interés
Prieto señaló que los gerentes de fondos de inversión encuestados por el Bank of America esperan que este 18 de septiembre la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos reduzca su tasa de interés de referencia debido a que el temor por la inflación ha desaparecido y se estima que la economía estadounidense está en un proceso de desaceleración controlado, un soft landing, que le permite a la Fed tomar medidas que mejoren el panorama del mercado laboral.
El único factor de incertidumbre respecto a las tasas de interés actualmente es el ambiente electoral en Estados Unidos y el que ninguno de los 2 candidatos presidenciales, Kamala Harris del Parido Demócrata y Donald Trump del Partido Republicano, presten atención al grave déficit fiscal del país, lo que podría hacer que la Fed sea cauta con la reducción de las tasas de interés durante el 2025. Con todo, un 60% de analistas esperan que en los próximos 12 meses se produzcan al menos 4 recortes de las tasas a partir del 18 de septiembre.
“La reducción de las tasas de interés es una buena noticia para Perú y todos los países emergentes y sus empresas que se endeudan en dólares, ya que se reduce el costo de financiarse”, resaltó.
Términos de intercambio
El segundo factor de peso favorable a Perú es la evolución de los precios internacionales, con niveles récord para el cobre y el oro, 2 de los principales productos de exportación peruanos; además de precios a la baja del trigo, maíz y soya, productos importados por el país y que son claves para la producción de alimentos.
Este escenario es propicio para que las cuentas externas del país sean bastante sólidas en los 2 últimos trimestres, y se prevea que se mantendrán en las mismas condiciones en el futuro.
El BCP estima que el 2024 terminará con un superávit externo equivalente al 1,4% del Producto Bruto Interno (PBI) y que en el 2025 este indicador se mantenga en azul con un 1% del PBI.
Pálido rebote
“Sin embargo, a pesar de este escenario coyuntural positivo y de que se viene de una contracción económica, la recuperación es errática y heterogénea”, sostuvo Prieto.
En efecto, diversos indicadores hablan de la debilidad de la demanda interna y el poco éxito que se ha tenido para recuperar la capacidad adquisitiva de los peruanos y aliviar a los sectores en pobreza.
Los salarios reales, tanto en el sector formal como en el informal, todavía no recuperan los niveles que se tenían en el año 2015, incluso, en julio último, los ingresos de los trabajadores independientes (informales) se ubicó en S/1.603, 18% menos que en julio del 2015, lo que refleja la debilidad de la demanda interna, en particular, de los sectores menos favorecidos.
El consumo interno de cemento, por ejemplo, que en parte refleja el comportamiento de la autoconstrucción, sigue contraído desde el segundo semestre del 2022 con una caída de 0,1% en el segundo trimestre y datos de julio de -0,4%.
Asimismo, las importaciones de vehículos livianos nuevos siguen cayendo a tasas de 2 dígitos por trimestre, mientras que la importación de bienes de consumo duradero volvió a la senda negativa y cayó 4,7% durante el segundo trimestre.
Sectores débiles
Si bien la minería, agricultura y pesca han tenido buenos comportamientos, la debilidad del resto de la economía es patente y la economía peruana ha logrado salir de la recesión, pero apenas podrá cerrar el año con un rebote de 3%, estima el BCP.
“Este año vamos a terminar creciendo un 3%, lo que significa que en los 2 últimos años el crecimiento ha sido de 1,2%, cuando deberíamos estar creciendo 5% o 6% gracias al entorno internacional y los precios del cobre”, lamentó Prieto.
También advirtió que, para el 2025, con un escenario preelectoral durante el segundo semestre, se estima un crecimiento de solo 2,8%. “Si no se produce una aceleración de la inversión privada que genere más empleo, esta recuperación puede tomar más tiempo”, indicó.
De hecho, buena parte de la recuperación de 3% se debe al buen año que están teniendo sectores como el agropecuario y la pesca, que rebotan luego de haber estado muy afectados en el 2023 por los fenómenos climáticos.
Tren del cobre
Son los factores internos de Perú los que están impidiendo aprovechar el contexto favorable que existe y el cambio energético global que hace que el mundo esté demandando más cobre, afirmó.
Explicó que, normalmente, ante un alza del precio del cobre como el que estamos viviendo, la inversión en minería debería haberse disparado convirtiéndose en una palanca de desarrollo, sin embargo, ello no está sucediendo.
“El tren del cobre está pasando y en vez de estar pensando en aprovecharlo para desarrollar una agenda de productividad, competitividad y reducción de brechas de infraestructura, estamos enredados como país. Lamentablemente, no están funcionando los canales por los cuales el escenario favorable debería llevarnos a una mayor producción, mayor empleo y mayor capacidad adquisitiva”, alertó Prieto.
Consideró que el ciclo económico debería estar empujando más fuerte a la economía, generando más inversión minera para una mayor producción futura, dotando al Estado de más recursos para reducir el déficit fiscal, reduciendo el valor del tipo de cambio.
Sostuvo que Perú debería estar aspirando a producir 4 millones de toneladas de cobre, pero actualmente solo produce 2,8 millones. Lo peor de todo es que los 4 millones es un objetivo realizable pues, hay diversos proyectos de cobre identificados que podrían elevar la producción conjunta, tales como Zafranal, Michiquillay, Tía María, Zafranal, La Granja y Los Calatos, entre otros, agregó.
“Debemos convencernos de que el cobre es nuestra gran oportunidad, en cambio, seguimos pensando que Perú no puede desarrollarse gracias a la minería. Sí podemos hacerlo, así como lo han hecho Canadá o Australia. Nos preguntamos por qué Chile tiene un PBI per cápita que es el doble del peruano, cuando la respuesta es tan fácil como decir que produce 2 veces más cobre que Perú”, ilustró.
Reiteró que, en vez de estar creciendo a tasas de 5% o 6% anual, en los 2 últimos años Perú solo ha crecido 1,2% por año, en promedio, y eso es palpable para el grueso de la población que vive con carencias económicas y que constantemente muestra su descontento.
Perspectivas
“Veamos si eso cambia para el 2025. Hay espacios de mejora y seguiremos teniendo un escenario internacional favorable, pero hay que tener en cuenta que en el segundo semestre los inversionistas estarán más cautos debido al ambiente preelectoral. Por eso, nuestra estimación es que el 2025 acabará con un crecimiento de 2,8%”, dijo Prieto. Un impacto positivo provendrá del inicio de actividades del megapuerto de Chancay, al norte de Lima, y la posibilidad que pueda atraer inversiones en otras industrias por la facilidad para las exportaciones.
Se espera también una recuperación del empleo en el sector agroexportador que durante el 2023 disminuyó en casi 100 mil trabajadores su fuerza laboral formal. Con ello, el consumo debería mejorar, apoyado en la disminución de la inflación que se ubica dentro del rango meta del Banco Central de Reserva (BCR). Así, el BCP estima que la demanda interna crecerá este año 3,4% y 2,6% en el 2025.
¿Por qué el tipo de cambio está tan alto?
Normalmente, cuando se consiguen superávit de cuenta corriente, es decir, ingresan al país más dólares de los que salen, el precio del dólar tiende a bajar; sin embargo, en las últimas semanas el tipo de cambio se ha acercado a S/3,8 por dólar. ¿Qué está pasando? Carlos Prieto Balbuena sostuvo que la gran explicación es el bajo diferencial de tasas de interés que existe entre los mercados financieros de Perú y Estados Unidos.
Así, si en Estados Unidos la Reserva Federal (Fed) tiene una tasa de 5,25%, y en Perú el BCR redujo en agosto su tasa de referencia a 5,5%, ello implica que, para un inversionista típico, le resulta casi igual mantener su dinero en dólares que en soles, ante lo cual, prefieren tener más dólares que soles, elevando el precio de la moneda estadounidense.
Pese a ello, el BCP estima que a la larga terminarán pesando más los factores estructurales como el hecho de que están ingresando más dólares al mercado peruano, por lo que considera que este año el tipo de cambio terminará en S/3,75 por dólar.
Lo que también está claro es que puede haber mucha volatilidad en los próximos meses dada la proximidad de las elecciones en Estados Unidos.
Mayor gasto fiscal no benefició a los ciudadanos
Un tema que preocupa a diversos economistas es la situación de la caja fiscal. Carlos Prieto Balbuena señaló que Perú se había desacostumbrado a tener un déficit fiscal tan alto como el 4% del PBI que se alcanzó en julio último.
El BCP estima que este año se cerrará con un déficit el 3,2% y que en el 2025 pasará a ser de 2,4% del PBI. “En el primer semestre estuvimos en el nivel más alto de los últimos 20 años, excluyendo la pandemia de la COVID-19”, detalló.
Lo peor es que el déficit aumenta por un incremento del gasto corriente pero que no se traslada a mejores servicios para los ciudadanos. Como ya ha sido señalado por diversos exministros e incluso por el Consejo Fiscal, buena parte del mayor déficit se debe a las iniciativas populistas aprobadas por el Congreso de la República y a los recursos que demanda mantener a la empresa estatal Petroperú.
Prieto consideró que, si no hay un mayor control, es probable que las agencias calificadoras de riesgo acerquen a Perú cada vez más a la pérdida del grado de inversión en el mercado de capitales internacional.
“Una pérdida que llevaría a un incremento del costo del financiamiento para las empresas y el propio Gobierno; pero, además, a un incremento de variables como las tasas de interés para los créditos hipotecarios, alejando a las familias del sueño de la casa propia”, advirtió.