Saltar al contenido

Microfinanzas

Diario de Noticias de Microfinanzas

  • ECONOMÍA
  • EMPRESAS
  • FINANZAS
  • ACTUALIDAD
  • OPINIÓN
  • TECNOLOGÍA
  • LEER PDF
.TV
  • Inicio
  • Emprendedores
  • Perú retrocede en ranking global sobre Igualdad de Género

Perú retrocede en ranking global sobre Igualdad de Género

El Informe Global sobre la Brecha de Género 2025 revela que Perú cayó al puesto 57, perdiendo más de 2 puntos porcentuales en su lucha por la paridad. La alta informalidad laboral, la subrepresentación en sectores STEM, la violencia de género y la baja participación política femenina frenan el progreso, mientras la región avanza.

La alta informalidad laboral, que afecta al 74.31% de las trabajadoras, y la brecha salarial del 18.73% limitan el avance de Perú hacia la paridad de género, según el Informe Global 2025 del WEF.
05/07/2025 21:29

(*) Artículo publicado en la edición 235 de la revista Microfinanzas https://statuscomunicaciones.pe/microfinanzas/M235.pdf

El Informe Global sobre la Brecha de Género 2025, publicado por el Foro Económico Mundial (WEF), revela un retroceso para Perú en su camino hacia la igualdad de género. Ubicado en el puesto 57 entre 148 economías, con una puntuación de 0.735 (73.5% de la brecha de género cerrada). Esto representa una caída de más de 2 puntos porcentuales respecto al 75.5% (0.755) de 2024.

En 2025, el panorama global muestra un avance lento, con una brecha de género cerrada en un 68.8% a nivel mundial, un aumento de apenas 0.3 puntos porcentuales respecto a 2024. Países como Islandia (92.6%, puesto 1) y Finlandia (87.9%, puesto 2) lideran el ranking, mientras que Perú, con su retroceso, se aleja de los líderes regionales como Barbados (0.786, puesto 15) y Costa Rica (0.786, puesto 16). Este escenario subraya la necesidad de políticas públicas más efectivas para revertir la tendencia.

¿Cómo evalúa el índice?

El WEF calcula la brecha de género utilizando el Índice Global de Brecha de Género, que mide la paridad entre hombres y mujeres en una escala de 0 a 1, donde 1 representa la paridad total (100% de la brecha cerrada).

Evalúa cuatro dimensiones clave: Participación Económica y Oportunidades, Logro Educativo, Salud y Supervivencia, y Empoderamiento Político.

Cada dimensión se basa en indicadores específicos, como tasas de participación laboral, brecha salarial, matrícula educativa, esperanza de vida, y representación política, obtenidos de fuentes confiables como la OIT, UNESCO y la OMS. La puntuación global refleja el porcentaje de la brecha cerrada, y el ranking compara el desempeño relativo entre economías.

Participación Económica: un avance limitado por la informalidad

En Participación Económica y Oportunidades, Perú muestra una mejora en la brecha salarial, que se redujo de 25% en 2024 a 18.73% en 2025, aunque las mujeres ganan, en promedio, menos que los hombres por el mismo trabajo.

La fuerza laboral está compuesta por 7.08 millones de mujeres y 8.66 millones de hombres, con una tasa de desempleo más alta para las mujeres (6.44% frente a 4.42% para los hombres). Además, el 74.31% de las trabajadoras están en el sector informal, en comparación con el 70.24% de los hombres, lo que resalta la precariedad laboral femenina.

La representación femenina en roles de liderazgo también es limitada: solo el 22.4% de los cargos directivos y el 18.2% de las empresas con mayoría de propiedad femenina son ocupados por mujeres. Si se compara con el 2024, cuando se reportó una participación laboral femenina del 51% frente al 72% masculina, el avance en la brecha salarial no compensa la persistente precariedad laboral.

La región, con un 65.6% de paridad económica, supera a Perú, especialmente en países como México, donde las mujeres ocupan el 42.9% de los roles de liderazgo.

Un factor crítico es la carga de cuidado. Según datos de LinkedIn, las mujeres peruanas son 55.2% más propensas a tomar pausas laborales, principalmente por responsabilidades de crianza, con un promedio de 19.6 meses fuera del mercado. Estas interrupciones impactan los ingresos a largo plazo y la seguridad económica, perpetuando la desigualdad. La falta de servicios de cuidado asequibles agrava este problema, limitando la participación femenina en sectores de alto crecimiento.

Logro Educativo: paridad estancada

Mide la paridad en tasas de alfabetización, matrícula en educación primaria, secundaria y terciaria, y graduación en disciplinas específicas, incluyendo STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en ingles).

En Logro Educativo, Perú se beneficia de la alta paridad regional (99.6%), con una ligera ventaja femenina en graduados de educación terciaria (2.36% mujeres vs. 1.93% hombres). Sin embargo, las mujeres están subrepresentadas en disciplinas STEM, como Ingeniería (18.22% vs. 27.81% hombres) y Tecnologías de la Información (4.95% vs. 6.95%). Esta brecha limita su acceso a sectores tecnológicos clave, en un contexto donde la inteligencia artificial está transformando el mercado laboral.

En cambio, las mujeres peruanas están más presentes en áreas como Artes y Humanidades y Ciencias Sociales.

En el informe de 2024, se destacó que Perú había cerrado casi completamente la brecha educativa en niveles básicos y secundarios, pero con un bajo rendimiento en matemáticas (8.5% de mujeres en niveles satisfactorios). En 2025, no se observan avances significativos, lo que sugiere un estancamiento. Comparado con países como Uruguay, con matrículas femeninas cercanas al 99%, Perú enfrenta desafíos en el acceso a educación técnica, especialmente en áreas rurales.

La brecha digital también persiste. En 2019, solo el 54.5% de las mujeres usaba internet frente al 59.7% de los hombres, una disparidad más pronunciada en áreas rurales. Esta limitación restringe las oportunidades educativas y profesionales, particularmente en campos STEM, donde la demanda laboral está creciendo.

De acuerdo con el consenso de los especialistas, “aunque la región de América Latina y el Caribe está cerca de la paridad educativa (99.6%), persisten desafíos en Perú, especialmente en el acceso a educación técnica y digital en áreas rurales, lo que limita la preparación de las mujeres para sectores tecnológicos”.

Salud y Supervivencia: avances parciales opacados por la violencia

En Salud y Supervivencia, Perú mantiene un desempeño sólido, alineado con el 97.7% de paridad regional. La proporción de nacimientos por sexo es equilibrada (50.26% mujeres), y la tasa de fertilidad es de 1.98 nacimientos por mujer. Un avance notable es la reducción del matrimonio temprano, de 13% en 2024 a 9.5% en 2025, lo que refleja un mejor acceso a planificación familiar.

Sin embargo, el 8.9% de las mujeres de 15 a 19 años aún tienen necesidades insatisfechas de planificación familiar, y un alarmante 36% han experimentado violencia de género en su vida. Comparado con 2024, cuando se reportó un 13% de embarazo adolescente, el progreso en matrimonio temprano es positivo, pero la violencia de género y las restricciones en derechos reproductivos siguen siendo barreras significativas para la autonomía femenina.

La región destaca por su alta paridad en salud, con todos los países logrando igualdad en la proporción de nacimientos por sexo. Sin embargo, Perú está rezagado frente a líderes como Nicaragua, donde las políticas de salud reproductiva son más robustas, lo que subraya la necesidad de abordar la violencia de género de manera integral.

Empoderamiento Político: un rezago persistente

En Empoderamiento Político, Perú no logra capitalizar el avance regional, que alcanza un 35% de paridad, el segundo mejor a nivel global. Aunque el país cuenta con cuotas electorales nacionales y ha tenido una jefa de Estado en las últimas cinco décadas, la representación femenina en el Congreso y cargos ministeriales sigue siendo baja. Comparado con 2024, cuando se señaló un estancamiento en esta dimensión, el retroceso global de Perú sugiere una falta de progreso significativo.

Países como México y Nicaragua, que han alcanzado paridad parlamentaria, destacan en la región. Perú, en cambio, enfrenta barreras estructurales, como la falta de cuotas partidarias voluntarias y la limitada capacitación de mujeres para roles de liderazgo político. Este rezago contribuye significativamente a la caída en el ranking global.

Contexto regional: Perú rezagado frente a sus pares

América Latina y el Caribe, con una puntuación de 74.5%, es la tercera región más igualitaria, superando a Perú en 1 punto porcentual. El país ocupa el puesto 15 de 23 economías regionales, por detrás de Barbados (0.786, puesto 15 global), Costa Rica (0.786, puesto 16), y Nicaragua (0.783, puesto 18). Mientras México y la República Dominicana registraron avances significativos (+10 y +21 puestos, respectivamente), Perú no logra mantener el ritmo de progreso regional, que ha cerrado 8.6 puntos porcentuales desde 2006.

En Participación Económica, la región ha avanzado un 9.9% desde 2006, con países como México liderando en representación femenina en liderazgo. Perú, con su alta informalidad y baja presencia en roles directivos, está por debajo del promedio. En Logro Educativo, la región está cerca de la paridad total, pero Perú no capitaliza esta fortaleza debido a su rezago en STEM. En Salud, Perú se alinea con el promedio regional, pero la violencia de género lo debilita frente a líderes como Nicaragua. En Empoderamiento Político, la región destaca, pero Perú queda rezagado frente a países con políticas más efectivas.

Desafíos estructurales y oportunidades

La alta informalidad laboral en Perú, que afecta al 74.31% de las trabajadoras, es un obstáculo clave para cerrar la brecha económica. La falta de servicios de cuidado asequibles exacerba las interrupciones en las carreras femeninas, especialmente en un contexto donde las mujeres dedican más tiempo al trabajo doméstico no remunerado. Esto limita su participación en sectores de alto crecimiento, como la tecnología, donde la inteligencia artificial está redefiniendo los roles laborales.

La subrepresentación en disciplinas STEM es otro desafío crítico. Con solo 4.95% de mujeres graduadas en Tecnologías de la Información, Perú está mal posicionado para aprovechar el auge de la economía digital. Comparado con países como Uruguay, donde la matrícula femenina en educación primaria es casi universal, Perú necesita invertir en educación técnica y acceso digital en áreas rurales.

La violencia de género, que afecta al 36% de las mujeres, no solo limita su autonomía, sino que también tiene un costo económico significativo, al reducir la productividad y el bienestar. Las restricciones en derechos reproductivos, como el acceso limitado a planificación familiar, agravan esta situación, especialmente para las adolescentes.

En el ámbito político, la baja representación femenina refleja una falta de políticas efectivas para promover el liderazgo de mujeres. Aunque las cuotas electorales existen, su implementación es inconsistente, y la falta de cuotas partidarias voluntarias limita el impacto. Países como México, con paridad parlamentaria, muestran que las cuotas bien diseñadas pueden transformar la representación política.

Un llamado a la acción

El retroceso de Perú en el ranking global es una advertencia clara. Para revertir esta tendencia, el país necesita políticas integrales que aborden la informalidad laboral mediante incentivos para la formalización y la creación de empleos de calidad para mujeres. Programas de capacitación en STEM, especialmente en áreas rurales, son esenciales para preparar a las mujeres para la economía digital.

Fortalecer los servicios de cuidado asequibles y accesibles es crucial para reducir las interrupciones en las carreras femeninas. Modelos como el Plan Corresponsables de España podrían inspirar políticas que equilibren las responsabilidades de cuidado entre hombres y mujeres, liberando el potencial económico de las trabajadoras.

En salud, abordar la violencia de género requiere una estrategia integral que combine prevención, apoyo a las víctimas, y reformas legales para garantizar la autonomía reproductiva. La experiencia de países como Nicaragua, con políticas robustas de salud reproductiva, puede servir como referencia.

En el ámbito político, Perú debe fortalecer la implementación de cuotas electorales y promover programas de liderazgo para mujeres. Iniciativas como los aceleradores de brecha de género del Banco Interamericano de Desarrollo pueden ser un punto de partida para aumentar la representación femenina en cargos de decisión.

Perspectivas económicas y sociales

La igualdad de género no es solo una cuestión de justicia social, sino también de competitividad económica. Según el WEF, cerrar la brecha de género puede aumentar el PIB global en miles de millones de dólares. En Perú, donde el PIB es de 267.6 mil millones de dólares, abordar las disparidades en participación económica y liderazgo femenino podría impulsar el crecimiento y reducir la pobreza. El retroceso de Perú contrasta con los avances de sus pares regionales, lo que subraya la urgencia de actuar. Mientras países como México y la República Dominicana capitalizan políticas inclusivas, Perú debe alinear sus estrategias con las mejores prácticas regionales para no quedar rezagado en un mundo donde la igualdad de género es clave para la innovación y el desarrollo sostenible.

Tags: Igualdad de Género Perú Ranking Global

Post navigation

Anterior Juan José Marthans: Blindar la gobernanza de las cajas exige modernización y rigor técnico
Siguiente Mibanco apuesta por la educación financiera para cerrar brechas de inclusión: 500 mil emprendedores serán capacitados en 2025

59 FELABAN

59 FELABAN

GRUPO BVL

GRUPO BVL

CAJA CUSCO

CAJA CUSCO

CAJA ICA

CAJA ICA

CAJA TRUJILLO

CAJA TRUJILLO

Publicación líder en el mercado de la industria microfinanciera peruana y el único medio en América Latina.

Gerente General
WILFREDO QUIROZ FUENTES
wilfredo.quiroz@microfinanzas.pe

SECCIONES

  • ECONOMÍA
  • EMPRESAS
  • FINANZAS
  • ACTUALIDAD
  • OPINIÓN
  • LEER PDF
  • PUBLICIDAD

CONTACTO

prensa @ microfinanzas.pe

Copyright © Microfinanzas | Todos los Derechos Reservados 2022 | DarkNews por AF themes.