
El WTI cotizó hoy con un tono más firme, ya que el mercado asimiló una serie de señales sorprendentemente constructivas sobre la oferta y la demanda en Estados Unidos, justo cuando la «prima de riesgo» dejó de reducirse.
- El informe semanal de la EIA correspondiente al periodo que finalizó el 17 de octubre mostró una reducción de las reservas de crudo de aproximadamente 1 mb, junto con descensos en la gasolina (-2,1 mb) y los destilados (-1,5 mb). La actividad de las refinerías subió hasta el 88,6 % y las importaciones de crudo aumentaron hasta ~5,9 mb/d, una combinación que apunta a una demanda final estable y a una actividad robusta, en lugar de a un vacío de demanda, lo que ayudó al crudo a sacudirse el pesimismo de las recientes acumulaciones.
- En cuanto a los titulares, el lado de la oferta recuperó el protagonismo. Los precios encontraron apoyo cuando los operadores volvieron a centrarse en el riesgo geopolítico tras las noticias sobre el aplazamiento de la cumbre entre Estados Unidos y Rusia y la continua presión sobre los compradores asiáticos de barriles rusos. Al mismo tiempo, el optimismo en torno a los nuevos contactos comerciales entre Estados Unidos y China impulsó ligeramente al alza las expectativas de demanda, mientras que los rumores sobre una pequeña reposición de la Reserva Estratégica de Petróleo (alrededor de 1 mb) añadieron una oferta marginal para impulsar los equilibrios. Ninguno de estos factores es decisivo por sí solo, pero juntos tensaron la cinta intradía.
- Aun así, la configuración a medio plazo sigue siendo más equilibrada que ajustada. La OPEP+ comenzó en octubre una cautelosa reducción de los recortes voluntarios (aproximadamente +137 kb/d), y las principales casas esperan que esa reducción continúe durante el próximo año, lo que supondrá un obstáculo adicional si el suministro no perteneciente a la OPEP se mantiene resistente. Esto concuerda con las últimas previsiones energéticas a corto plazo de la EIA, que prevé un aumento de las reservas mundiales hasta 2026 y un precio medio del Brent en torno a los 60 dólares en el cuarto trimestre de 2025, lo que difícilmente supone un contexto propicio para una subida descontrolada si no se produce una nueva crisis.
- En resumen: la oferta actual parece fundamentalmente defendible —reducción de las reservas de crudo y productos, actividad más saludable de las refinerías y un modesto retorno de la prima de riesgo—, pero el techo está definido por el lento goteo de barriles de la OPEP+ que vuelven al mercado y una base macroeconómica que sigue apuntando a la acumulación de reservas. A corto plazo, los operadores estarán atentos a los balances de la EIA de la próxima semana (especialmente Cushing), el tono de las conversaciones entre EE. UU. y China y cualquier noticia sobre nuevas sanciones o logística para confirmar que el impulso de endurecimiento actual tiene continuidad.