Retroceso refleja claramente los efectos adversos de las crisis económicas, sanitarias y políticas que ha enfrentado Perú en el periodo 2016-2024. Este año, el puntaje general del país se situó en 43,4, es decir, 4,7 puntos menos en comparación con el año anterior.
(*) Artículo publicado en la edición 223 de la revista Microfinanzas https://statuscomunicaciones.pe/microfinanzas/M223.pdf.
Perú se ubicó en la posición 63 de 67 países evaluados en el Ranking de Competitividad Mundial 2024, superando su peor desempeño histórico en el año 2021, cuando quedó en el puesto 58 de 64 economías. Esta edición marca un hito negativo para el país, alcanzando su puntaje más bajo con 43,4 puntos, comparado con los 56,3 puntos obtenidos en el 2008.
Cabe señalar que Centrum PUCP, la escuela de negocios de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), junto con el Institute of Management Development (IMD) de Suiza, presentaron los resultados del Ranking de Competitividad Mundial 2024.
El Ranking de Competitividad Mundial es una herramienta integral que evalúa la competitividad de 67 naciones a través de 4 pilares fundamentales: Desempeño Económico, Eficiencia del Gobierno, Eficiencia Empresarial e Infraestructura. Cada uno de estos pilares se descompone en varios factores específicos que se miden mediante un conjunto de 355 indicadores.
Los resultados más recientes reflejan claramente los efectos adversos de las crisis económicas, sanitarias y políticas que ha enfrentado Perú en el lapso 2016-2024. Este año, el puntaje general del país se situó en 43,4, lo que representa una disminución de 4,7 puntos en comparación con el año anterior y un retroceso de 8 posiciones en el ranking.
Participar en este estudio es crucial para Perú, ya que permite comparar su desempeño con otras economías y evaluar sus áreas de mejora. Actualmente, Singapur ocupa el primer lugar, seguido de Suiza y Dinamarca, destacándose por su desempeño en eficiencia gubernamental e infraestructura, afirmó Centrum PUCP.
El estudio revela que los países con mejores resultados han sido aquellos que han gestionado eficazmente sus políticas económicas y mantenido una estabilidad política robusta. No obstante, el entorno de la competitividad global sigue siendo altamente dinámico, especialmente en regiones como Europa y Asia.
Reformas estructurales
En el contexto latinoamericano, los resultados aún no son los deseados. Chile sigue liderando en la región, ubicado en el puesto 44, seguido por México en la posición 56 y Colombia en la 57. Perú, en el puesto 63, junto con Brasil, Argentina y Venezuela en las últimas posiciones, evidencian la necesidad de reformas estructurales significativas para mejorar su competitividad.
La situación de Perú, reflejada en estos resultados, es crítica puesto que en el 2023 ocupaba el segundo lugar dentro de las economías latinoamericanas del ranking con mejor calificación.
Para que Perú aumente su competitividad, es esencial un enfoque integral que aborde los desafíos en infraestructura, eficiencia gubernamental, eficiencia empresarial y desempeño económico.
La implementación de políticas efectivas y la promoción de un entorno favorable para los negocios y la innovación son claves para lograr un crecimiento sostenible y equitativo.
En los 4 pilares evaluados, Perú se encuentra en las posiciones más bajas del ranking, indicó Centrum PUCP.
En Desempeño Económico, Perú está en el puesto 60; en Eficiencia del Gobierno, en el 55; en Eficiencia Empresarial, en el 60; y, en Infraestructura, en el 63. Estos indicadores muestran la urgencia de tomar medidas decisivas para mejorar en estas áreas críticas, agregó.
Para aumentar su competitividad, subrayó que es fundamental que Perú comprenda su situación actual y cómo se compara con otros países. El objetivo de este ranking es servir como una herramienta clave para mejorar la toma de decisiones y desarrollar estrategias que impulsen la competitividad a nivel nacional.
“Para revertir estas tendencias negativas, es crucial enfocarse en mejorar áreas críticas como la eficiencia gubernamental, el desempeño económico y la calidad de la infraestructura. La implementación de políticas macroeconómicas efectivas, el fortalecimiento de las instituciones y la inversión en innovación tecnológica y educación son esenciales”, comentó.
Resaltó que estos esfuerzos ayudarían no solo a recuperar posiciones perdidas, sino también a establecer una base sólida para un crecimiento sostenible. Los gobiernos deben priorizar estas áreas para mejorar la competitividad y enfrentar los desafíos globales con mayor resiliencia y eficacia.
Retos
El Ranking de Competitividad Mundial 2024, que clasifica a 67 economías basándose en su capacidad para fomentar prosperidad a través del uso eficiente de recursos y habilidades disponibles, revela los retos que Perú debe abordar para mejorar su competitividad.
La Infraestructura sigue siendo el pilar más débil, situándose en el puesto 63, lo que destaca la necesidad urgente de invertir en infraestructura básica, tecnológica y científica para impulsar la competitividad del país.
Fuero de ello, lo que más destaca en negativo en esta medición, es el magro comportamiento del pilar de Desempeño Económico con un alarmante retroceso hasta el puesto 60. Esta caída se debe a factores como la economía doméstica y el comercio internacional, que han mostrado escasos avances. Para mejorar en este aspecto, es crucial atraer más inversiones y mantener la estabilidad económica.
En el pilar de Eficiencia Gubernamental, Perú ocupa el puesto 55, mostrando un recorte de 5 posiciones respecto del año pasado, por la persistencia de problemas en áreas como las finanzas públicas y el marco institucional, lo que indica la necesidad de un enfoque integral para mejorar la gobernanza.
En cuanto a la Eficiencia Empresarial, Perú ha descendido al puesto 60, reflejando un entorno empresarial que enfrenta importantes obstáculos en productividad, eficiencia laboral y gestión. Este resultado subraya la necesidad de implementar reformas que promuevan un entorno más favorable para los negocios y la innovación
El ranking
El Ranking de Competitividad Mundial evalúa el nivel de competitividad de 67 economías (3 más que en el 2023), basándose en un puntaje general que oscila entre 0 y 100 puntos. Esta escala de puntajes facilita la comparación entre las distintas economías, y permite una clasificación precisa, determinando la posición relativa de cada una en el contexto global.
El uso de esta metodología proporciona una visión estructurada del desempeño económico, permitiendo a los responsables de políticas públicas, entender mejor las fortalezas y debilidades de cada país.
El Índice de Competitividad del IMD se basa en la evaluación de varios pilares fundamentales que determinan la capacidad de una economía para generar prosperidad.
Estos incluyen la eficiencia del gobierno, que mide la calidad de las instituciones y la efectividad de las políticas públicas; la eficiencia de los negocios, que analiza cómo las empresas maximizan la productividad y la competitividad mediante la innovación y la gestión eficiente; la infraestructura, que se refiere a la calidad y disponibilidad de servicios básicos como transporte, telecomunicaciones y energía; y el desempeño económico, que evalúa la capacidad de un país para mantener un crecimiento económico equilibrado y sostenible, evitando fluctuaciones extremas.
La competitividad, en este sentido, no se limita únicamente al crecimiento económico, sino que también considera la sostenibilidad y la equidad de este. Es fundamental que el progreso económico beneficie a toda la sociedad, promoviendo un desarrollo inclusivo que reduzca las desigualdades y garantice oportunidades para todos.
Así, el ranking de competitividad no solo mide la capacidad de una economía para crecer, sino también su capacidad para hacerlo de manera sostenible y justa, asegurando que los beneficios del desarrollo económico se distribuyan de manera equitativa entre toda la población.
A mayor competitividad, mejor PBI per cápita
Al relacionar la competitividad de las 67 economías con su Producto Bruto Interno (PBI) per cápita a la paridad de poder adquisitivo (PPA), se evidencia una correlación positiva entre ambos.
La figura presenta la relación entre los puntajes registrados en el Ranking de Competitividad 2024 y el PBI (PPA) per cápita del 2023. El objetivo es determinar si la competitividad está vinculada al PBI per cápita ajustado por la paridad de poder adquisitivo.
La comparación entre competitividad y PBI (PPA) per cápita revela que mejorar la competitividad de una economía implica más que simplemente aumentar el crecimiento económico.
Es crucial identificar y actuar sobre áreas clave que requieren atención inmediata, como la calidad de la infraestructura, la eficiencia del sector público y la solidez de las instituciones.
Además, fomentar la armonía en el sector privado, incrementar la transparencia y reducir las trabas burocráticas son esenciales para crear un entorno favorable que impulse la competitividad en su totalidad.
Se requieren reformas estructurales profundas y sostenibles para revertir pérdida de competitividad
En la edición 2024 del Índice de Competitividad del Institute of Management Development (IMD) de Suiza, Perú se ubica en el puesto 63 de 67 economías, superando su peor desempeño histórico en el año 2021, al quedar en el puesto 58 de 64 economías. Además, esta es la puntuación más baja en la historia del país, con 43,4 puntos, un claro descenso desde los 56,3 puntos obtenidos en el 2008.
Este deterioro sugiere problemas estructurales en múltiples áreas, incluyendo el desempeño económico, la eficiencia gubernamental, la eficiencia de negocios y la infraestructura. La evolución histórica de los puntajes y posiciones reafirma la tendencia negativa en la competitividad del país, indicando una incapacidad persistente para adaptarse a los cambios globales y mejorar sus condiciones internas.
Tendencia descendente
Al examinar las posiciones de Perú desde el 2008, se percibe una tendencia descendente. En promedio, la competitividad del país fue disminuyendo cada año, lo que evidencia un deterioro continuo en su capacidad para mantenerse competitivo a nivel global.
Al complementar este análisis con los puntajes, se reafirma que Perú ha perdido terreno en competitividad de manera constante. En el 2008, alcanzó su mejor posición en el ranking, ocupando el puesto 35 de 60 países, gracias a una sólida performance en los pilares de Desempeño Económico (puesto 14), Eficiencia del Gobierno (puesto 32) y Eficiencia de Negocios (puesto 30).
Sin embargo, al analizar los puntajes a lo largo de los años, se observa que han fluctuado entre 43,4 y 62,7 puntos, con un promedio de 55,2 puntos en los últimos 16 años.
Esta variabilidad, junto con la tendencia a la baja en las posiciones, sugiere que las mejoras en ciertos aspectos no han sido suficientes para compensar las deficiencias estructurales en otros. El descenso en posiciones y puntajes resalta la urgencia de realizar reformas estructurales profundas y sostenibles para cambiar esta tendencia negativa.
Centrar esfuerzos
El retroceso en el nivel de la competitividad del Perú subraya la necesidad de centrar esfuerzos en los 4 pilares evaluados para fortalecer la competitividad del país.
Es fundamental que estos esfuerzos se traduzcan en mejoras concretas tanto en el entorno empresarial como en la calidad de vida de la población. Para alcanzar estos objetivos, es necesario implementar políticas que fortalezcan las instituciones, reduzcan la corrupción y promuevan la estabilidad política y económica.
Asimismo, será crucial mejorar el entorno empresarial, invertir en infraestructura y educación, y fomentar la innovación y el desarrollo tecnológico. Solo a través de un enfoque integral y sostenido, Perú podrá mejorar su posición en el ranking de competitividad global y asegurar un crecimiento económico inclusivo y sostenible.
Pilar 1: Desempeño Económico
En el 2008, Perú se encontraba en la posición 14 con un puntaje de 52,2. Sin embargo, en el 2024, ocupa el puesto 60 con un puntaje de 34,4. Esta caída refleja una disminución en la tasa de crecimiento del PBI (-0,6% en el 2023) y problemas en la estabilidad económica.
Los subfactores como la economía doméstica y el empleo han mostrado una disminución significativa en puntajes, lo que sugiere un debilitamiento en la creación de empleo y en el crecimiento interno.
La caída de 46 posiciones en desempeño económico desde el 2008 subraya la urgencia de implementar políticas que promuevan el crecimiento inclusivo y la estabilidad económica.
Pilar 2: Eficiencia del Gobierno
La eficiencia gubernamental mostró una caída considerable, pasando del puesto 32 en el 2008 al 55 en el 2024, con puntajes que descienden de 38,4 a 34,1. La disminución en la eficiencia gubernamental está relacionada con problemas en el marco institucional, la legislación empresarial y el entorno social.
Aunque hubo ligeras mejoras en las finanzas públicas; la corrupción, la inestabilidad política y la ineficiencia administrativa continúan siendo obstáculos persistentes. La capacidad del Gobierno para implementar políticas efectivas y combatir la corrupción es fundamental para mejorar la confianza y la competitividad.
Pilar 3: Eficiencia de Negocios
Perú ha descendido del puesto 30 en el 2008 al 60 en el 2024 en términos de eficiencia de negocios. Los puntajes cayeron de 42,7 a 21,7, indicando un deterioro en la productividad y eficiencia, así como en las prácticas de gestión.
La disminución en la eficiencia del mercado laboral y en las habilidades financieras disponibles resalta la necesidad de reformas para mejorar la competitividad empresarial y la retención de talento.
La caída de 30 posiciones en eficiencia de negocios refleja la urgente necesidad de crear un entorno que promueva la innovación y el desarrollo empresarial.
Pilar 4: Infraestructura
El pilar de infraestructura muestra una caída persistente, situándose en la posición 63 en el 2024 comparado con el puesto 52 en el 2008. Los puntajes han fluctuado, alcanzando niveles preocupantes en subfactores como la infraestructura básica y tecnológica. La falta de mejora en la infraestructura científica y la baja inversión en investigación y desarrollo son factores críticos que deben ser abordados para impulsar la competitividad del país. La infraestructura adecuada es esencial para el desarrollo económico y social, y su mejora debe ser una prioridad para el Gobierno.
Mejoras y aspectos por mejorar en competitividad
Entre las mejoras significativas en la competitividad de Perú en el 2024, frente al 2023, destacan los ingresos procedentes del turismo que han mostrado un notable incremento, lo cual indica un auge en este sector vital. La balanza de cuenta corriente ha pasado de un déficit a un superávit, reflejando una gestión más eficiente del comercio exterior.
También se ha observado un aumento en las solicitudes de patentes per cápita y en el número de patentes en vigor, lo que sugiere un incremento en la innovación y desarrollo tecnológico.
Además, los alumnos con mejor rendimiento en PISA, la reducción de homicidios y la disminución de la inflación de los precios al consumo indican mejoras en la calidad educativa, la seguridad pública y la estabilidad de precios.
El incremento en la cohesión social y el mayor acceso a Internet demuestran avances en la integración social y la digitalización, mientras que la reducción de la deuda pública total y la mejora en desarrollo sostenible y educación universitaria reflejan una gestión fiscal más responsable y un enfoque en la sostenibilidad y la formación de capital humano.
Aspectos por mejorar
A pesar de estos avances, hay aspectos que requieren atención urgente. La formación bruta de capital fijo ha caído drásticamente, indicando una disminución en la inversión en infraestructura esencial para el crecimiento a largo plazo.
El empleo a largo plazo y el crecimiento real del PBI per cápita han mostrado retrocesos, reflejando problemas estructurales en la economía y en la creación de empleo sostenible. El superávit/déficit presupuestario público ha empeorado, lo que sugiere dificultades fiscales crecientes. Además, la estabilidad del tipo de cambio, aunque mejorada ligeramente, sigue siendo un área de preocupación, al igual que la burocracia, que continúa siendo un obstáculo para la eficiencia.
El aumento de la tasa de desempleo y el precio de la gasolina, junto con la fuga de cerebros y los problemas en el sistema de justicia, señalan desafíos en el mercado laboral, los costos de vida y la confianza en las instituciones.
La normativa laboral y la legislación sobre investigación científica también necesitan mejoras significativas para fomentar un entorno más favorable para el crecimiento y la innovación.
Áreas clave para revertir crítica situación de competitividad
A la luz de los resultados del 2024, la situación de la competitividad del Perú es crítica. Para revertir esta tendencia negativa, el país debe centrarse en varias áreas clave:
• Fortalecer las instituciones y reducir la corrupción: Es esencial implementar políticas que fortalezcan el marco institucional y reduzcan la corrupción, promoviendo una mayor estabilidad política.
• Promover el crecimiento económico sostenible: Fomentar el desarrollo económico con un enfoque en la sostenibilidad, incluyendo la implementación de proyectos estratégicos que generen un impacto regional integral.
• Mejorar el entorno empresarial: Crear un ambiente de negocios más favorable mediante la reducción de la incertidumbre y la mejora de la justicia y la seguridad. Esto incluye simplificar la legislación empresarial y proporcionar incentivos para la inversión extranjera.
• Invertir en infraestructura y educación: Aumentar la inversión en infraestructura básica y tecnológica, así como en educación, para desarrollar una fuerza laboral más capacitada y mejorar la calidad de vida.
• Fomentar la innovación y el desarrollo tecnológico: Incrementar el apoyo a la investigación y desarrollo, y promover la transferencia de tecnología entre empresas y universidades para fomentar la innovación.