“Hoy, las redes sociales son la vitrina más importante de cualquier negocio. Y en Navidad, esa vitrina debe estar activa, cuidada y lista para atender. (…) En la era digital, la campaña navideña no se gana en la tienda física, sino en la pantalla que todos revisamos cada poco minuto”

(*) Artículo publicado en la edición 240 de la revista Microfinanzas
https://statuscomunicaciones.pe/microfinanzas/M240.pdf
Por: José Callegarí – Líder del programa Contigo Emprendedor BCP
- La campaña navideña es el momento comercial más intenso del año, pero también el más digital. Hoy, los consumidores pasan buena parte de diciembre buscando ideas de regalos, comparando precios y leyendo recomendaciones desde su celular. Para los emprendedores, esto significa una cosa: las redes sociales ya no son un apoyo, son el lugar donde se define si un cliente te elige… o te pasa de largo.
- Durante estas semanas, las personas buscan inmediatez, claridad y cercanía. No quieren revisar catálogos interminables ni esperar horas por una respuesta. Y ahí está la oportunidad. Los emprendedores que utilizan las redes de forma estratégica pueden destacar incluso frente a negocios más grandes, porque lo que marca la diferencia no es el tamaño, sino la capacidad de conectar.
- Uno de los errores más comunes es pensar que publicar es suficiente. En Navidad, el contenido debe ser útil, frecuente y orientado a lo que el cliente necesita decidir: precio, disponibilidad, entrega y confiabilidad. Videos cortos mostrando el producto, demostraciones, comparaciones, testimonios y contenido emocional funcionan particularmente bien porque reducen la incertidumbre y generan confianza.
- Otro punto clave es la rapidez en la atención. En estas fechas, una duda no respondida es una venta que probablemente se pierde. Preparar mensajes predefinidos, tener horarios de respuesta claros y facilitar la información desde el primer contacto marca la diferencia. A veces, el cliente elige al negocio que responde primero, no al que tiene el mejor precio.
- Las redes sociales también fortalecen la cercanía. Mostrar el detrás de escena, contar la historia del emprendimiento o agradecer públicamente a los clientes crea comunidad, y la comunidad se convierte en recomendación. En Navidad, cuando las compras se vuelven emocionales, esa conexión humana pesa más de lo que muchos creen. Un cliente que siente confianza y empatía es un cliente que vuelve.
- A esto se suma la posibilidad de hacer publicidad segmentada. Con una inversión pequeña, un emprendimiento puede llegar justamente a quienes ya están buscando lo que ofrece. No se trata de “gastar en anuncios”, sino de aparecer en el momento adecuado frente a la persona correcta. Un mensaje bien dirigido puede multiplicar ventas con menos esfuerzo que cualquier otra táctica tradicional.
- Finalmente, la campaña navideña no es solo un cierre, sino una oportunidad para empezar mejor el próximo año. Las redes permiten captar nuevos seguidores, posicionar la marca y convertir compradores ocasionales en clientes recurrentes. Si un emprendedor comunica con claridad, ofrece buena atención y muestra su diferencial durante diciembre, está sembrando relaciones que durarán más allá de la temporada.
- Hoy, las redes sociales son la vitrina más importante de cualquier negocio. Y en Navidad, esa vitrina debe estar activa, cuidada y lista para atender. Los emprendedores que aprovechen su potencial no solo venderán más: construirán una marca más fuerte, más recordada y más conectada con su comunidad. En la era digital, la campaña navideña no se gana en la tienda física, sino en la pantalla que todos revisamos cada poco minuto.