Aun con inflación, la pobreza estuvo bajando en los 3 primeros trimestres del 2022, sin embargo, esta tendencia se revirtió tras las violentas protestas en diciembre, mes cuando las actividades económicas son más dinámicas, y que afectaron los ingresos de los hogares, señala la consultora Macroconsult.
En el 2022, la pobreza monetaria lejos de retomar los niveles previos a la pandemia, como ha sucedido con la producción nacional, empeoró su situación. Esta evolución de la pobreza es opuesta a la que, normalmente, adopta cuando crece el Producto Bruto Interno (PBI).
Diversos estudios coinciden en que existe una relación de causalidad entre el crecimiento económico y la reducción de la pobreza, es decir, a medida que crece la economía, la pobreza se reduce.
Sin embargo, en el 2022 ocurrió algo atípico. La pobreza aumentó en 1,6 puntos porcentuales, aun cuando el PBI creció 2,7%. De los últimos 15 años, solo un comportamiento así aconteció en el 2017, debido a los embates de El Niño costero.
“Si bien 2,7% no es un crecimiento grande, tampoco es un crecimiento despreciable. Históricamente, un crecimiento de la economía de esa magnitud, e incluso menor, estuvo acompañado de una reducción de la pobreza”, comentó Yohnny Campana, economista asociado de Macroconsult.
Para saber las causas detrás del deterioro de la pobreza, así como estimar el tiempo que puede tardar para regresar a niveles del 2019, la consultora Macroconsult elaboró el informe Empleo, Ingresos y Pobreza.
De acuerdo con Campana, quien a su vez es uno de los autores del estudio, existen 4 factores que explican sobre todo el crecimiento de la pobreza del último año y que golpeó a las pequeñas y medianas empresas (Pymes), impidiendo que recuperen sus finanzas a niveles previos de la pandemia.
Inflación
A decir de Campana, la aceleración que experimentó la inflación el año pasado fue la principal causa del avance de la pobreza. Explicó que los hogares más pobres destinan alrededor del 50% de su gasto a la compra de alimentos y, al haber sido este el grupo de consumo con más incremento de precios (15,2%), impactó de manera sobredimensionada en dicho segmento de la población.
“Estimamos que, debido a las diferencias en la composición del gasto en alimentos de las familias, un hogar del quintil 1, que es el 20% más pobre, experimentó una tasa de inflación de alrededor de 2,5 puntos porcentuales mayor a la que tuvo un hogar del quintil 5, el 20% más rico, que dedica un porcentaje menor de sus ingresos a la compra de alimentos (20%)”, declaró a Microfinanzas.
Agregó que, de hecho, lo más probable es que, como en este primer semestre del 2023 los precios se han mantenido altos, en este año también, por lo menos en el primer semestre, haya un crecimiento de la pobreza.
Protestas violentas
El segundo factor identificado por Macroconsult para el aumento de la pobreza el año pasado es la “conflictividad social”, es decir, las protestas violentas que se registraron en el último trimestre del año pasado.
Campana argumentó que, aún con inflación alta y en un entorno de guerra en el ámbito internacional, durante los 3 primeros trimestres del 2022, la pobreza tuvo una tendencia a la baja. Sin embargo, debido a que estas se concentraron en diciembre, mes en el que las actividades económicas se desarrollan de manera dinámica, afectaron los ingresos de los hogares, aumentando la pobreza.
Mercado laboral
El tercer factor mencionado por el estudio de Macroconsult está relacionado con la evolución del mercado laboral. De acuerdo con Campana, a diferencia del PBI que alcanzó el nivel casi prepandemia en el 2021, el mercado laboral se recuperó recién en el 2022.
Mencionó, por ejemplo, que el empleo urbano informal está 8% por encima del registrado en el 2019. El empleo urbano formal está 9 puntos porcentuales por debajo que el del 2019, mientras que el empleo rural también está 3 puntos por debajo.
“El empleo formal todavía está rezagado, pero está mucho más cerca de sus niveles prepandemia frente a lo que se tenía registrado en el 2021”, indicó.
Así, Campana señaló que, si bien los niveles de empleo ya están muy cerca de recuperarse completamente, el problema son los ingresos de los trabajadores que se han venido recuperando a un ritmo muy lento.
Por ejemplo, citó que el ingreso real del segmento urbano formal está a 10 puntos porcentuales de sus niveles prepandemia y en el sector urbano informal está a 6 puntos.
“Aun cuando el empleo se ha recuperado y crecido de manera importante, los salarios siguen estancados y, al seguir estancados en términos reales, no permiten financiar la canasta de consumo de los hogares”, precisó.
Por último, como cuarto factor, Campana mencionó el hecho de que la política social durante el año 2022 (en el gobierno de Pedro Castillo) no acompañó el deterioro de la pobreza, debido a que se enfocó en el área rural cuando el 70% de la pobreza está concentrada en el área urbana.
Escenarios
El estudio de Macroconsult prevé que la pobreza, en su escenario base, crecería alrededor de un punto porcentual en este año y disminuiría casi un punto en el 2024 para ubicarse en 27,6%, es decir, 7,4 puntos porcentuales por encima de los niveles prepandemia.
En tanto, en un escenario optimista, la pobreza se estancaría en los niveles del año pasado y bajaría en medio punto porcentual en el 2024. Mientras que, en un escenario pesimista, la pobreza crecería 2 puntos en este año y se estancaría en ese nivel en el 2024 (29,4%).
¿En cuánto tiempo la pobreza podría retornar a su nivel prepandemia? A decir de Campana, si se prevé que la inflación regresará al rango meta del Banco Central de Reserva (BCR) a partir del 2024, con un crecimiento promedio anual del PBI de 2,6% a partir del 2025, la pobreza regresaría a su nivel del 2019 en el 2036.
Mejor aún si la economía creciera, en promedio, 5% a partir del 2025, la pobreza convergería a su nivel prepandemia en el 2028. Mientras que, si la economía se estanca, la pobreza no regresaría a sus niveles previos al año 2020 en los próximos 15 años.
Por dichas razones, advirtió que el ritmo de crecimiento de la economía es fundamental en el proceso de convergencia de la pobreza a su nivel prepandemia. “Se requiere una suerte de shock que acelere el crecimiento para conseguir que la pobreza se reduzca”, subrayó.
Pymes
De otro lado, Campana explicó que, debido al impacto de la inflación, la demora en la recuperación de los salarios, las protestas violentas y la ausencia de programas sociales para atacar la pobreza en las zonas urbanas, las personas de menores ingresos son las que más lento se han recuperado frente a la pandemia, de ahí que la pobreza no cayó.
Con lo cual, indicó que es razonable entender que los clientes de las entidades de microfinanzas no hayan recuperado sus actividades a niveles anteriores.
“La PYME es un segmento que ha sido bastante golpeado en la pandemia. Si bien se ha venido recuperando, esta recuperación no es equivalente a la que ha tenido el segmento corporativo”, manifestó.
Argumentó que las Pymes se caracterizan por tener volúmenes de producción más pequeños frente al resto de las empresas, los cuales se comercializan localmente, por ello, dependen mucho de la coyuntura económica interna. Así, debido a que la expansión del consumo fue muy lenta el año pasado, impidió que las ventas de las Pymes se expandan.
Lo anterior se reflejó en el crecimiento de la mora real, que incluye los castigos, y en la demora de la recuperación de las utilidades de las entidades de microfinanzas.