El gerente del Área de Estudios Económicos del BCP, Carlos Prieto Balbuena, advirtió que los ministerios de Economía y Finanzas, de Energía y Minas y del Ambiente, tienen el reto de destrabar los proyectos de inversión para que el crecimiento del 2025 en adelante se acerque más a 3%.
(*) Artículo publicado en la edición 220 de la revista Microfinanzas https://statuscomunicaciones.pe/microfinanzas/M220.pdf.
El Banco de Crédito del Perú (BCP) elevó su proyección de crecimiento de la economía peruana para este año de 2% (que preveía en su Reporte Trimestral Macroeconómico de diciembre pasado), a 3% en su Reporte Trimestral de marzo último, bajo un escenario que considera un Fenómeno de El Niño (FEN) de intensidad débil a neutra, y ausencia de conflictos sociales como los del 2023, entre otros.
Si bien esta es una buena noticia tras haber caído el PBI en el 2023 (-0,6%), lo cierto es que, aun logrando este crecimiento proyectado para este año, la tasa promedio de crecimiento del período 2023-2024 sería de sólo 1,2%, muy por debajo del potencial de crecimiento actual de la economía que ya es bastante bajo (2% a 2,5%).
En ese contexto, el Reporte Trimestral Macroeconómico (marzo 2024), elaborado por Credicorp Capital-BCP, advierte que si no se impulsa más la inversión a través del destrabe de proyectos, el crecimiento de la economía peruana se desaceleraría a partir del 2025 a una tasa de 2,5%.
“Vemos este año como de rebote (3%) si no se dan esos choques adversos que hubo en el 2023, pero luego de este rebote podríamos ver un descenso de la tasa de crecimiento económico a 2,5% en el 2025”, advirtió Carlos Prieto Balbuena, gerente del Área de Estudios Económicos del BCP, durante la presentación del reporte.
Reto
Afirmó que el principal reto de las autoridades de los ministerios de Economía y Finanzas (MEF), de Energía y Minas (Minem) y del Ambiente (Minam) es el destrabe de proyectos de inversión para poner un piso de crecimiento más alto para el 2025 en adelante, de manera que se acerque más a 3%.
Explicó que destrabar proyectos de inversión es importante porque, además de apuntalar las expectativas económicas al alza, eleva el piso de crecimiento potencial de 2,5% en los siguientes años.
“Hay que notar que el Perú ha disminuido sus niveles de crecimiento promedio anual desde 6,4% (2004-2013) a 1,2% (2023-2024), tasa que es muy baja. Hay espacio para que el crecimiento sea mayor”, dijo.
Remarcó que Perú necesita elevar su tasa de crecimiento para reducir la pobreza, cuya tasa se estima habría crecido a 28% o 30% en el 2023; y ampliar la clase media. “Una tasa de crecimiento de 1,2% no ayuda a este objetivo doble, pero hay espacio para que el crecimiento sea bastante mayor”, manifestó.
Prieto también refirió que, al cierre del 2023, Perú está retrasado en Latinoamérica en la recuperación de los niveles de producción prepandemia, por debajo de los niveles de recuperación de Chile, Colombia, Brasil y México.
Gradual
Otro mensaje importante de las nuevas proyecciones del BCP es que la recuperación del crecimiento del PBI prevista para este año sería gradual, con mayor intensidad a partir del segundo semestre; y, diferenciada, con un mayor repunte de sectores primarios como agricultura y pesca.
“Esperamos que el PBI crezca en torno a 2,5% en el primer trimestre, respecto a similar período del 2023. Marzo se verá afectado negativamente por menos días laborables por los feriados de Semana Santa”, precisa el reporte del BCP.
En contraste, el crecimiento en el segundo trimestre se aceleraría debido al efecto inverso, el año pasado Semana Santa cayó en abril; la primera temporada de pesca de anchoveta, que no hubo en el 2023; y, mejores resultados en agricultura, que cayó 8% en el segundo trimestre del 2023, el peor trimestre en 16 años.
A favor
Los factores que llevaron al BCP a ajustar al alza su proyección de crecimiento para este año consideran que, en diciembre del 2023, se contemplaba un rebote de 2% con un FEN moderado, similar al del 2017, que fue el tercero más destructivo en 100 años. Sin embargo, con un FEN débil, en retirada según la última información, ahora se espera un rebote en torno a 3%.
Agrega que los factores que soportan un rebote económico en el 2024 siguen presentes y relevantes: ausencia de choques específicos del 2023 (FEN, protestas sociales, etc.); un precio del cobre favorable (en torno a US$3,85 la libra), pese al menor crecimiento en Estados Unidos y China; menor inflación promedio, aliviando el poder adquisitivo de los consumidores; continúa el efecto positivo de las políticas contra cíclicas a pesar de su rezago; y, se entra en la fase de recuperación del ciclo económico, que había entrado a la fase recesiva en el 2023.
En retirada
Prieto mencionó que los choques negativos para la economía peruana que se produjeron en el 2023, restaron 2,8 puntos porcentuales al crecimiento; y, de no haberse presentado esos choques, el PBI habría crecido 2,1% el año pasado, en lugar de caer 0,6%.
Los conflictos sociales de enero y febrero del 2023 restaron 0,8 puntos porcentuales de crecimiento al PBI y el Niño Costero restó 1,1 puntos; es decir, en conjunto esos 2 choques restaron casi 2 puntos porcentuales al crecimiento de la economía en el 2023.
Esta situación ha cambiado y el FEN “está en retirada”. Mientras que en el reporte anterior del BCP, que fue publicado a inicios de diciembre, se consideraba un FEN de características moderadas, para este verano del 2024, la información de la Comisión Multisectorial encargada del Estudio Nacional del FEN (Enfen), al 1 de marzo, indicaba que había una probabilidad del 80% de un FEN neutral o débil para marzo, situación inversa al pronóstico de hace 3 meses
“Ha habido un descenso claro de esta anomalía desde agosto del año pasado. Estas son buenas noticias; de no haber una nueva sorpresa y prevalecer las condiciones de un Niño neutral o débil, será un factor importante y positivo para el mejor desempeño de nuestra economía”, subrayó.
Cabe indicar que, en el último informe del Enfen, del 15 de marzo, se confirmó la probabilidad de que El Niño sea neutral a débil. “Es más probable que El Niño costero (región Niño 1+2) continúe hasta finales de marzo, como consecuencia de la variabilidad de las condiciones climáticas regionales. En la región Niño 1+2 se espera una transición de condiciones cálidas débiles a condición neutra en abril, la que se mantendría hasta mayo. En junio es más probable un escenario de transición de condición neutra a condiciones frías. De julio a septiembre son más probables las condiciones frías”, precisa el informe del Enfen.
Adelantados
Prieto informó que los últimos indicadores de la actividad económica muestran que se está produciendo un rebote gradual. Por ejemplo, el indicador de demanda total de electricidad reporta una recuperación, aun cuando la demanda en el sector minero registra una caída.
Por su parte, el número de transacciones, medido a través del Sistema de Liquidación Bruta en Tiempo Real (LBTR), tiene una tendencia positiva; asimismo, el índice de confianza del consumidor de Apoyo indica una recuperación y está en su más alto nivel en 4 años.
Las importaciones de bienes de capital también muestran un crecimiento de 18% en enero de este año, respecto al mismo mes del 2023, pero todavía por debajo del nivel registrado en el mismo período del 2022. En febrero pasado, el crecimiento fue de 7% y alcanzó para recuperar niveles del 2022, detalló.
De otro lado, el consumo interno de cemento muestra una recuperación en enero, tras varios meses de caída, pero está aún por debajo del nivel de enero del 2022.
Inmuebles
Más alentador fue el comportamiento de la compraventa de inmuebles que en enero creció 8%, en febrero 2% y se recuperó los niveles del 2022. “Hay que notar que este indicador sufrió un fuerte deterioro en los últimos meses del 2023 producto probablemente de las expectativas que se tenían de El Niño, de condiciones moderadas pero destructivas para este verano”, sostuvo Prieto.
En cuanto a la inversión pública, se observan crecimientos importantes en enero (128%) y febrero (48%), luego del pobre despeño que se registró en los meses del 2023, principalmente en los nuevos gobiernos subnacionales. Incluso, se ha superado los niveles del 2022. “Esta mayor inversión se irá trasladando hacia un mayor dinamismo de la economía, a través del consumo”, dijo.
Optimismo
Las nuevas proyecciones del BCP muestran que el optimismo por el desempeño de la economía en este año ha mejorado y el mensaje es que diferentes indicadores económicos para enero y febrero muestran un rebote gradual de la economía.
“Hemos tenido conversaciones, reuniones, con distintas empresas y sectores económicos que nos indican que, en el margen, al inicio del año, enero y febrero han sido mejores de lo inicialmente esperado”, manifestó Prieto.
Insistió en que se está más optimista que hace 3 meses debido a que se va diluyendo el FEN; la data observada de diversos indicadores apunta a un inicio de año, en el margen, algo mejor de lo esperado; y, a una recuperación gradual de la economía peruana.
Cabe señalar que el PBI creció 1,37% en enero de este año, tras haber caído continuamente desde mayo del 2023, con excepción de noviembre cuando creció 0,31%. Sin embargo, la tasa de crecimiento anual a enero (últimos 12 meses), sigue siendo negativa (-0,38%).
Diferenciada
Prieto remarcó que la recuperación esperada de la economía en este año será gradual y diferenciada por sectores productivos, y recién para el segundo semestre, esperan un mayor dinamismo del PBI, sobre todo del PBI no primario y, como consecuencia, una recuperación también gradual del empleo formal privado.
También previó dinámicas sectoriales diferenciadas de la actividad productiva. En los sectores primarios, la pesca se vio afectada el año pasado por las anomalías climáticas, pero ahora, en la medida que el FEN se va diluyendo, hay la expectativa de que se pueda abrir una primera temporada de pesca, probablemente en mayo, por lo que habrá un crecimiento importante de este sector en ese mes y en junio, ya que el año pasado no hubo primera temporada de pesca. Algo similar se puede esperar del sector agropecuario, que se recuperaría gradualmente en el año.
El año pasado, la economía peruana entró a una fase recesiva del ciclo económico, consideró el BCP en su oportunidad, pero este año saldría hacia la fase de recuperación.
“Vamos a ir gradualmente desde esa fase contractiva hacia una fase de recuperación de la economía, en la cual las cifras de ventas empiezan a mejorar (como se está observando en algunos sectores) respecto de lo esperado. Esa mayor demanda ayuda a una reducción de inventarios, a reponerlos, a una mayor producción, y comienza a generarse una recuperación gradual de la economía”, detalló.
Salarios
Prieto también informó que, de acuerdo con las nuevas proyecciones del BCP, el sector agroexportador estará menos afectado por el FEN este año. “Va a ser todo un reto recuperar esa pérdida de casi 100 mil puestos de trabajo formal que se vio en el 2023 (en los últimos meses), una parte se podría recuperar este año, pero otra parte sería en el 2025”, precisó.
Destacó que también comienza a verse una recuperación de los ingresos por trabajo, del salario en el sector formal, aunque en el sector informal todavía cae, pero a un menor ritmo. Esta recuperación del salario real se debe, en parte, a la disminución de la inflación, sobre todo de alimentos, que estuvo muy alta en el 2023. Otro factor que jugará a favor de la recuperación económica este año es las políticas contra cíclicas, señaló.
Inflación
Refirió que la tasa de inflación observada en febrero de este año (0,56%) fue más alta que la del mismo mes (0,29%) del 2023 y también mayor que la mediana del período 2010-2019 (0,29%), lo cual llevó a que la inflación anual (a 12 meses) suba de 3,1% a 3,6% en febrero.
Cabe señalar que, si bien la inflación mensual de marzo (1,01%) estuvo por debajo de la de marzo del 2023 (1,25%), que fue bastante mayor a la mediana del período 2010-2019, no fue lo suficientemente baja para que la inflación anual a marzo de este año (3,05%) retorne al rango meta del BCR (entre 1% y 3%).
“Para este año, la inflación va a estar entre 2% y 2,3%, menor al promedio histórico entre el 2003 y 2019 (2,8%), pero no creemos que la tasa de interés de referencia del BCR (nominal ni real) vaya a bajar este año a sus promedios históricos (3,67% y 0,86% entre el 2003 y 2019, respectivamente)”, remarcó.
Tipo de cambio
Prieto señaló que la volatilidad del tipo de cambio no es menor y está asociada a la fluctuación de los precios a futuro en el mercado mundial. El precio del dólar llegó hasta S/3,88 y el BCR intervino para evitar una mayor volatilidad. En lo que va del año, ha comprado US$235 millones.
Sostuvo que los ´drivers´ del tipo de cambio para este año serán los factores externos, en particular, cómo se mueva la tasa de interés de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, y los resultados de las cuentas externas de la balanza de pagos del Perú, que siguen bastante sólidos.
“Habría un descenso del superávit comercial (de US$17.000 millones a US$15.000 millones) y vamos a pasar de un superávit en cuenta corriente de la balanza de pagos en el 2023 (0,6% del PBI) a un ligero déficit en el 2024 (-0,7%), en parte por las mayores importaciones esperadas ante una recuperación del PBI”, detalló.
Finalmente, Prieto manifestó que, para el cierre del 2024, el BCP espera un tipo de cambio de alrededor de S/3,75.
Tasa de interés del BCR podría bajar a entre 4,5% y 5% este año
Carlos Prieto Balbuena sostuvo que las políticas contra cíclicas también continuarán favoreciendo la recuperación del crecimiento de la economía peruana este año.
Recordó que el Banco Central de Reserva (BCR) comenzó a reducir su tasa de interés de referencia en septiembre del 2023. “Si bien no la redujo más en febrero, esperamos a fin de año una tasa menor a la actual”, expresó.
En su última reunión del Directorio (7 de marzo pasado), el BCR mantuvo su tasa de interés de referencia en 6,25%. “El BCR va a estar en un dilema, va a tener que evaluar 2 grandes factores (a la hora de revisar su tasa de interés): una tasa de interés real muy alta, y el diferencial de tasas con la Fed”, dijo.
Tasa real
Explicó que, mientras que la tasa de interés nominal del BCR ha bajado desde 7,5% a 6,25% en los últimos meses, descontando las expectativas de inflación la tasa de interés real se ha reducido bastante menos y prácticamente es similar a la de un año atrás.
La tasa de interés real del BCR está en 3,6% y es bastante mayor a su promedio histórico (en el período 2003–2019 fue de 0,86%) y bastante más de lo que se considera una tasa real neutral (que es aquella que no estimula ni desestimula la economía), que según las mismas estimaciones del BCR es alrededor de 2%, detalló.
“Esto nos dice que la política monetaria actual todavía está siendo contractiva, dada la caída de la demanda interna que tuvimos el año pasado”, acotó Prieto.
“Uno diría que, dada esta tasa de interés real de referencia muy alta, que la economía se contrajo el año pasado y que recién gradualmente va a ir recuperándose y transitando desde la fase contractiva hacia la fase de recuperación del ciclo económico, hay espacio para que el BCR baje más su tasa de referencia”, consideró.
Sin embargo, señaló que, si se observa el diferencial de tasas de interés del BCR respecto a las de la Fed, esta brecha se ha ido acortando y ahora el techo alto de la tasa de la Fed está en 5,5% y la tasa del BCR en 6,25%, habiendo una diferencia de 75 puntos básicos.
“Es probable que este diferencial se pueda reducir algo más, pero una pregunta válida es si este diferencial volverá a terreno negativo como fue alguna vez entre el 2006 y 2007. Si este diferencial se vuelve 0 o negativo, es probable que algunos agentes puedan decidir cierta dolarización de sus depósitos”, estimó.
En ese sentido, dijo que el BCR va a tener que sopesar esta situación. Otro factor es que al reducirse ese diferencial de tasas y gatillar cierta dolarización de los depósitos, puede tener un impacto en el tipo de cambio (dólar al alza) y ello un impacto en el alza de la inflación, agregó.
Considerando los factores señalados, y que la Fed puede bajar su tasa de interés en la segunda mitad de este año (asumiendo que baja 100 puntos básicos), el BCP prevé que la tasa de interés de referencia del BCR, que está actualmente en 6,25%, podría bajar a entre 4,5% y 5% para fines de este año.
Perú tiene el potencial para producir 4 millones de toneladas de cobre
De acuerdo con las últimas proyecciones del BCP, la inversión privada crecería este año 4,5%, es decir, tendría una importante recuperación tras la caída de 7,2% en el 2023.
Tres factores explican este rebote: la inversión minera crecería en torno a 5% ante proyectos como la ampliación de la mina Toromocho, la optimización de Inmaculada o San Gabriel que continúan y/o culminan su inversión; menores costos de financiamiento, mientras el BCR continúa recortando su tasa (desde 7,75% durante el 2023 hasta entre 4,5%-5% al cierre del 2024); pero a pesar del rebote, la inversión privada como porcentaje del PBI representaría niveles similares al 2019 (18%), detalla el BCP.
En cuanto a los proyectos de inversión a destrabarse, Carlos Prieto Balbuena refirió que el Perú tiene una cartera importante de proyectos, unos más avanzados que otros.
“En el caso de los proyectos de cobre, por ejemplo, nuestras proyecciones asumen un precio promedio para este año de US$3,85 la libra, pero hay proyecciones más optimistas, algunos esperan un precio de US$4,75 para el 2025, lo cual sería muy positivo para una serie de proyectos mineros”, agregó.
Entre los proyectos de cobre más cercanos a su fase de construcción (cuando se realizan las mayores inversiones) están Antamina, pues se acaban de dar las autorizaciones para el proyecto de ampliación de este yacimiento, que involucra US$2.000 millones de inversión.
El BCP también espera que Zafranal inicie su fase de construcción a fines de este año o inicios del 2025, lo que demandará una inversión de US$1.300 millones a US$1.500 millones, detalló Prieto.
Además, está Tía María, con una inversión de US$1.500 millones, y hay otros proyectos que están siguiendo sus procesos y que pueden verse beneficiados por el entorno favorable del precio del cobre, entre ellos Michiquillay, Los Chancas, Galeno, acotó.
Potencial
Refirió que hace unos 10 años, en el 2013, el Perú producía alrededor de 1,2 millones de toneladas de cobre y el año pasado ha producido casi 2,8 millones.
Chile produce casi el doble de cobre que Perú y por eso también tiene el doble de PBI per cápita; pero Perú tiene el potencial para producir 4 millones de toneladas de cobre en la próxima década y eso tendría un gran impacto en la economía, detalló.
“El Perú no puede perder el ‘tren’ del cobre, sería una gran pena perder esa oportunidad. A pesar de la desaceleración de la economía china, que crecía a 10% anual y cuya meta para el 2025 es de 5%, las perspectivas del precio del cobre siguen siendo bastante favorables ya que el mundo está en una transición energética, migrando hacia una economía más verde. Y no puede haber esta última sin más cobre y eso es bueno para Perú”, subrayó.
Recordó que hay una serie de proyectos de cobre en el país que tienen un arrastre hacia otros sectores productivos (por ejemplo, metalmecánica, construcción, servicios) que pueden impulsar mucho a la economía. Ello, sin contar una serie de otros proyectos de inversión pendientes en otros sectores económicos.
de toneladas de cobre y el año pasado ha producido casi 2,8 millones.