LA GARANTÍA ESTATAL NO ES UN SUBSIDIO
PARTE 1 - LEYENDA: Jorge Mogrovejo González, superintendente adjunto de Banca y Microfinanzas de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS)
En este escenario de pandemia por el Covid-19 y la recesión de la economía, el Gobierno ha implementado una serie de programas que garantizan a las personas y empresas frente a las entidades financieras, no obstante, esta iniciativa estatal debe complementarse con el cumplimiento oportuno de los pagos de los créditos por parte de las personas o empresas beneficiadas.
Al respecto, Jorge Mogrovejo González, superintendente adjunto de Banca y Microfinanzas de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), resaltó que la garantía estatal en programas como Reactiva, FAE Mype o FAE Turismo y la reciente aprobada Ley de reprogramación y congelamiento de deudas, no significa un subsidio al cliente. Resaltó que de no pagar será reportado a la central de riesgo.
“La garantía estatal no significa que el Estado paga por el cliente y este queda exonerado de pagar. Es un crédito normal y si no paga quedará registrado como un deudor moroso o en pérdida. Cuidado que la gente no piense que esto es un subsidio al cliente, no es un regalo. La empresa que le interese seguir operando en el país no le conviene entrar en incumplimiento”, subrayó.
El superintendente precisó que la garantía estatal “permitirá que la entidad financiera pierda menos”, pero la persona que solicitó el crédito está en la obligación de devolver el íntegro del dinero que recibió, independientemente del aval estatal. Es decir, por ejemplo, si una persona o empresa recibió S/ 100 de Reactiva y la garantía estatal cubre S/ 96, no significa que este deudor pasará a la central de riesgo con una deuda por solo los S/ 4 de diferencia. El deudor será reportado por el total del dinero recibido.
Mogrovejo González afirmó que, si bien la reciente Ley de reprogramación y congelamiento de deudas fomentará que las entidades financieras reduzcan su tasa de interés, esto no significa que el deudor deba relajarse y olvidarse de cumplir sus compromisos.
Según la SBS, al cierre de julio, las empresas del sistema financiero reprogramaron créditos por alrededor de S/142.000 millones, los que representa el 40% de la cartera de créditos de dichas entidades. Mientras que, a finales de agosto, la morosidad de la banca llegó a 3,1%, lo que reflejaría las reprogramaciones.
PODRÍA DARSE UN INCREMENTO
De acuerdo a la agencia calificadora Moody’s, la morosidad de la banca empezaría a deteriorarse a partir de este mes, debido a que en agosto culminó el plazo del congelamiento de deudas establecido por la SBS y las personas presentarían problemas para cumplir con sus obligaciones por la caída del empleo.
Mogrovejo González reconoce que es probable que incremente los niveles de morosidad, no obstante, confía que en la solidez de las entidades financieras para controlar un alza fuerte en las ratios de morosidad. “Si, puede haber un aumento de morosidad porque algunos clientes podrían no cumplir con sus pagos, pero muchos otros sí están cumpliendo”, indicó el superintendente quien no se animó a prever los índices de morosidad al finalizar el año.
A julio del 2020, luego del primer mes de cuarentena focalizada, la deuda morosa se mantuvo en S/ 32,506 millones frente al periodo previo de confinamiento del COVID-19. Esto se debe principalmente a la aplicación de reprogramaciones facultadas por la SBS para el sector financiero, consideró primer Informe de Morosidad 2020, elaborado por Equifax (dueña de Infocorp) y el Centro de Emprendimiento e Innovación de la Universidad del Pacífico.
Dicho informe también revela que el número de deudores morosos disminuyó de 8.1 millones en diciembre 2019 a 8.04 millones de personas hasta julio 2020. Por su parte, la mora promedio en personas volvió a subir en julio hasta S/ 4,042, luego de haber bajado durante la cuarentena.
DESTACA FORTALEZAS
En opinión del superintendente, el sistema financiero local se encuentra sólido ante el posible riesgo que las personas incumplan con pagar sus créditos. Precisó que las regulaciones de los últimos 20 o 25 años, “incidieron positivamente en instrumentos como la calidad del capital, colchones de capital, entre otros”.
“Esto permite que existan entidades que pueden presentar pérdidas, pero tienen capital para soportar. La sólida posición de capital sumado a los colchones de liquidez, permitieron a las entidades sostener la mitad de la cartera reprogramada. Ahora cada mes que viene es mejor al anterior considerando que la economía se viene reactivando”, afirmó.
En el actual escenario de pandemia y desaceleración fuerte de la economía, las entidades del sector financiero aumentaron sus provisiones y vieron reducir sus ingresos; sin embargo, este potencial problema también estaría cubierto. Según, Mogrovejo González, de darse un déficit de provisiones que no puede ser afrontado con los resultados del periodo, se deduce del patrimonio efectivo.
“Hay empresas que pueden soportar déficit de provisiones, mientras no retoman su ritmo de crédito. Vemos que las entidades del sector retoman progresivamente su ritmo de crédito, pero todavía no se llega a los niveles de préstamos antes de la pandemia”, indicó.
Al respecto, consideró que las pequeñas empresas del sector pueden mermar el impacto de la crisis con las provisiones voluntarias y el incremento del capital. Aunque, no descartó implementar un programa estatal de ayuda a estas empresas, si fuera necesario.