PONER TOPES A LAS TASAS DE INTERÉS FOMENTA EL FINANCIAMIENTO INFORMAL

Escrito por Microfinanzas. Publicado en Octubre 2020

PARTE 2 - LEYENDA: Jorge Mogrovejo González, superintendente adjunto de Banca y Microfinanzas de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS)

Por: Wilder Mayo Méndez - Director de MICROFINANZAS
La iniciativa legislativa que propone establecer topes máximos y mínimos a las tasas de interés para las operaciones de crédito en el sistema financiero fomentaría la restricción del crédito, aumento del crédito informal y desaceleración del proceso de inclusión financiera, advirtió Jorge Mogrovejo González, superintendente adjunto de Banca y Microfinanzas de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
Resaltó que serán las entidades pequeñas, como las cajas rurales o cooperativas, del sistema financiero las que verían afectadas su operatividad de promulgarse la “Ley que protege de la usura a los consumidores del sistema financiero”. Dicho proyecto que fue aprobado sin mayor debate en la Comisión de Defensa del Consumidor del Congreso plantea darle facultad al Banco Central de Reserva para que, semestralmente, establezca límites de tasas para regular el mercado.
“Los topes de tasas generan restricción de acceso al crédito y el crecimiento del financiamiento informal (con tasas mayores a las del sistema financiero) en perjuicio tanto de los clientes como de las personas aun no incluidas financieramente”, comentó.
Mediante un oficio la SBS le hizo llegar a la Comisión de Defensa del Consumidor su opinión sobre la Ley Nº 5598/2020-CR: (…) la fijación de tasas de interés máximas provocaría una contracción del crédito, en el sistema financiero, excluyendo del acceso al crédito formal a los deudores con menores ingresos, que realizan principalmente actividades informales o se ubican en el ámbito rural.
Asimismo, Mogrovejo González, advirtió de restringirse el crédito formal, se abriría espacio a la informalidad crediticia y se provocaría una disminución de la inclusión financiera formal. El sector informal tiene tasas muy superiores a las que cobra el sistema financiero formal.
FOMENTAN LA BANCARIZACIÓN
La incorporación de clientes por primera vez al sistema financiero generalmente se da a través de las empresas que cobran las tasas de interés más altas; ello, porque se dirigen a un grupo de personas que no tienen historial crediticio y, por tanto, no se cuenta con información suficiente para determinar su perfil de riesgo.
Al respecto, según Mogrovejo González, el mencionado proyecto afectaría a entidades (cajas rurales, municipales o cooperativas, principalmente) que prestan a sectores de menores ingresos, que son créditos de bajo monto y alto riesgo. Este segmento se caracteriza además por ser el que más bancariza, es decir, el que incorpora relativamente más clientes nuevos al sistema financiero.
De acuerdo al estudio de la SBS, cada año alrededor de 450 mil nuevas personas ingresan al sistema financiero a través de créditos de consumo, siendo su primera experiencia crediticia con las pequeñas entidades.
El deudor recién bancarizado suele tener ingresos bajos y volátiles, son mayormente jóvenes, muchos de ellos son informales o no tienen sustento de ingresos, los que deben ser estimados por la empresa del sistema financiero. “El riesgo de prestar a personas con esas características es bastante alto, lo que se traduce en una alta probabilidad de incumplimiento, y un fuerte gasto operativo al tratarse de deudores con préstamos de bajo monto”, consideró el informe de la SBS.
FOMENTA INFORMALIDAD
Al 2018, la tasa de Interés Efectiva Anual (TEA) que paga un deudor con experiencia crediticia es de 58.1%, mientras que en el caso del deudor recién bancarizado es de 86.5%. Esto a nivel de créditos de consumo dados por las entidades pequeñas del sector financiero.
“Si la tasa es alta no porque ganen muchas utilidades. Las tasas de interés reflejan los costos de otorgamiento de créditos. Los costos de otorgamiento de créditos comprenden costo de fondeo, gastos operativos y componente de riesgo, siendo este último el más alto”, explicó el superintendente adjunto.
De acuerdo a la SBS, los mayores ingresos que tienen las financieras son por los créditos de consumo. Del 100% de ingresos que tienen, el 79% es por gastos administrativos (el mayor gasto es por personal) y de provisiones. Por ejemplo, si a una caja le ingresa S/ 100, de ese total, S/ 45 se va para gastos administrativos, S/ 34 a gastos de provisiones, S/ 8 gastos financieros, S/ 6 otros gastos y S/ 7 va la utilidad neta.
Si bien ese 86% de TEA que pagan los deudores recién bancarizados pareciera alto, no lo es comparado con las tasas que ofrecen los prestamistas informales. De acuerdo a un reporte del BCR, los créditos informales se expanden por todo el país, principalmente los que tiene capital extranjero, siendo su público objetivo los microempresarios de mercados, comercios, bodegas y mototaxistas (los mismos que atienden las cajas o cooperativas). El monto de cada préstamo varia entre S/ 100 y S/ 10,000, mientras que la tasa de interés promedio es de 792% anual o 20% mensual.
“La fijación de tasas de interés máximas provocaría una contracción del crédito, en el sistema financiero, excluyendo del acceso al crédito formal a los deudores con menores ingresos, que realizan principalmente actividades informales o se ubican en el ámbito rural”, concluye el informe de la SBS presentado al Congreso.
CAJAS: LAS QUE MÁS BANCARIZAN
El sistema financiero peruano cuenta con un total de 56 empresas que ofrecen todo tipo de créditos. De ese total, 50 ofrecen créditos de consumo y las 20 empresas con mayor participación representan el 94% del saldo de créditos de consumo del sistema financiero. La demanda de créditos de consumo se puede dividir en cuatro segmentos:
El segmento A, de clientes con ingresos superiores a S/ 4500, está mayormente atendido por tres bancos grandes (BCP, BVVA y Scotiabank).
El segmento B de clientes, con ingresos menores a S/ 4500 pero mayores a S/ 2800, tiene más empresas del sistema financiero participantes. Además de los cuatro bancos grandes, están los dos bancos conocidos como “tarjeteros”, y tres bancos medianos.
El segmento C, que incorpora a clientes con niveles de ingreso menores a S/ 2800 pero mayores a S/ 1700, es atendido por otro conjunto de empresas del sistema financiero que compiten por atender a estos clientes. Los bancos grandes no atienden a este segmento con la excepción de uno.
El segmento D, que es el que se enfoca en los clientes con los menores niveles de ingresos (aproximadamente el 78% tiene ingresos inferiores a S/ 2,000 y un 90% por debajo de S/ 3,000). Este segmento tiene los menores montos de crédito promedio en el sistema financiero, los mayores gastos operativos y las más altas probabilidades de incumplimiento. En este segmento no participa ningún banco grande, ni bancos medianos, ni bancos tarjeteros. Se tiene solo un banco, una caja rural y algunas cajas municipales que también atendían al segmento C; y se agrega un banco, una financiera y dos edpymes especializadas en este segmento de clientes.