El BCR mantuvo su proyección de crecimiento de la economía peruana para este año en 3%, sin embargo, su presidente, Julio Velarde Flores, dijo que se debería recuperar el promedio de crecimiento del período 2008–2014 (más de 6%), para lo que se requiere confianza para impulsar la inversión privada.
(*) Artículo publicado en la edición 220 de la revista Microfinanzas https://statuscomunicaciones.pe/microfinanzas/M220.pdf.
El Banco Central de Reserva (BCR) mantuvo su proyección de crecimiento de la economía peruana en 3% para este año, según el Reporte de Inflación – Marzo 2024, tasa que había proyectado en el reporte de diciembre, pero la composición de esta proyección varió.
El presidente del BCR, Julio Velarde Flores, consideró que esta tasa es muy baja y que lo ideal sería recuperar el promedio de crecimiento del período 2008–2014 (más de 6%), pero advirtió que es un proceso que requiere confianza para impulsar la inversión privada cuya ejecución es la que dinamiza la economía.
Cabe señalar que, mientras que en diciembre pasado el BCR estimaba un crecimiento de la inversión privada de 1,8%, en su última proyección elevó esa tasa a 2,3%; en cambio, rebajó su proyección de crecimiento de las exportaciones de 3,1% a 2,7%.
La proyección actual contempla una mayor fortaleza de la demanda interna, reflejada en una revisión al alza en la inversión privada en el primer trimestre. Esta revisión se condice con el avance en la importación de bienes de capital y del consumo interno de cemento. Por su parte, la menor producción de textiles se traducirá en un volumen más bajo de exportaciones, precisa el reporte.
Velarde dijo que, considerando el Producto Bruto Interno (PBI) por el lado del gasto, el ente emisor espera para este año una recuperación del consumo privado, que en el 2023 prácticamente estuvo estancado (0,1% de crecimiento), así como de la inversión privada.
“Esperamos que este año el consumo privado crezca 2,7% y en el 2025 2,8%. Lo importante es que estimamos que la inversión privada, que cayó 7,2% en el 2023, este año crezca 2,3%, tasa que es superior al crecimiento que proyectábamos hace 3 meses (1,8%)”.
En el Reporte de Inflación de marzo, el BCR indica que el crecimiento proyectado de la economía, de 3% para este año estará respaldado, en primer lugar, por el impacto positivo de la reversión de las anomalías climáticas en la pesca, la agricultura y su industria asociada.
En segundo lugar, contribuirá el aumento de los ingresos reales y la recuperación de la confianza de los consumidores y empresarios en el gasto privado, factores apoyados por una coyuntura favorable de estabilidad sociopolítica y de precios.
Se espera que el gasto de los hogares aumente debido a las tasas de interés más bajas y a una menor perspectiva de incertidumbre que desincentivarán el ahorro. Asimismo, se prevé que las empresas reabastezcan los inventarios que redujeron en el 2023.
Expectativas
Como se sabe, la confianza de los agentes económicos se refleja en sus expectativas macroeconómicas. Velarde destacó que las expectativas empresariales a 12 meses (tanto de la economía como de su sector) vienen bien y se han tornado positivas, es decir, optimistas, que es cuando superan los 50 puntos, según el índice que elabora el BCR, a partir de una encuesta. “Las expectativas a 3 meses todavía está en terreno negativo, pero están mejorando”, agregó.
“Más que una recuperación de la confianza, creo que simplemente las mejores cifras de la actividad económica van a repercutir en una mayor confianza de lo que va a pasar en la economía; es decir, estas expectativas son bien sensibles a lo que vienen observando los empresarios en la actividad económica al momento de la encuesta”, acotó.
Cabe recordar que una mejora de las expectativas empresariales sobre la economía, a 12 meses, de mantenerse, usualmente induce a un incremento de la inversión privada.
Inversión
En cuanto a la inversión privada, que se contrajo en el 2023 (-7,2%), con lo cual se registran 2 años consecutivos de retroceso (-0,4% en el 2022), el BCR prevé que se recupere este año y crezca 2,3% en un entorno de estabilidad social y política, reversión de los fuertes choques de oferta y mejores condiciones financieras que incentiven el crédito, que a su vez permitirán la recuperación de la confianza empresarial. De lograr esa recuperación de 2,3% este año, la inversión privada total ascendería a US$49.291 millones.
Respecto a los componentes principales de la inversión privada, Velarde detalló que la inversión residencial, que cayó fuertemente el año pasado (-13,3%), se espera que crezca 1,1% en este año. Sostuvo que detrás de esa recuperación está el sector construcción cuya tendencia positiva ha vuelto a la que tenía antes de la pandemia de la COVID-19.
“En el caso de la inversión minera, que cayó 13,3% el año pasado, esperamos un crecimiento de 7,8% para este año. Inclusive, podría ser algo mayor con una actitud positiva de varias empresas”, agregó.
Asimismo, en cuanto a la inversión no minera (y no residencial), el BCR proyecta una recuperación de 2%, tras la caída que se observó en el 2023 (-2,7%). En ambos casos, afirmó Velarde, se tiene un sesgo al alza; es decir, la inversión minera y la no minera no residencial podrían crecer más de lo que estima el ente emisor.
De otro lado, el BCR proyecta una recuperación de la inversión pública de los gobiernos subnacionales, que cayó 5,4% en el 2023; y se espera que este año crezca 2,6%, con lo cual la inversión pública total crecería 4% este año.
Sectores
Velarde refirió que en el 2023 el crecimiento de la economía se vio afectado principalmente por el clima, por temperaturas más altas que el promedio (en 2,8 o 2,9 grados centígrados), sobre todo en el segundo semestre lo cual dañó los rendimientos de los cultivos, a la pesca y llevó a caídas de 2,9% en la producción agropecuaria y de casi 20% en pesca.
“Esperamos que este año se recuperen, 3,5% para el sector agropecuario (y 10,5% para la pesca). Es cierto que en enero este sector (agropecuario) cayó 2,8% y el subsector agrícola 4%, pero esperamos una recuperación este año porque El Niño prácticamente está descartado; incluso, hay una probabilidad de que ocurra La Niña (que no sería tan fuerte) y eso favorecería la pesca”, dijo.
Cabe señalar que en el Reporte de Inflación de diciembre del año pasado se consideraba la probabilidad de un Fenómeno de El Niño (FEN) de moderado a fuerte lo cual no se concretó.
Pero lo importante, subrayó Velarde, es que, para los sectores no primarios, que en conjunto cayeron 1,5% en el 2023, el BCR espera un crecimiento de 3,1% para este año y de 3% para el 2025.
Según el Reporte de Inflación de marzo último, el mayor dinamismo del consumo privado se reflejará en un avance de la manufactura no primaria, el comercio y los servicios, mientras que la inversión privada impulsará a la construcción.
Empleo
Velarde indicó que el empleo formal ha estado creciendo a un ritmo de 0,6% a 0,7% en los últimos meses, lo cual refleja el efecto negativo de la caída del empleo privado formal en el sector agrícola en unos 100 mil puestos mensuales desde septiembre del 2023, comparado con similares meses del 2022.
“Es una cifra importante, son 100 mil personas que pierden su ingreso y demandan menos bienes y de ahí viene parte del efecto negativo que vimos en el PBI total (-0,6%) y en el consumo (creció sólo 0,1%) el año pasado. En el sector pesca, el año pasado se vio algo similar en cuanto al empleo formal, pero en menores magnitudes”, dijo.
Reveló que en el BCR prevén que la agroexportación, que cayó el año pasado en 4,8% y que es la actividad que genera gran parte del empleo formal, crezca 3,3% este año y 4,6% el 2025.
“Y ojalá que los proyectos de irrigación de Chavimochic (tercera etapa), Majes Siguas (ampliación) y Chinecas (cuya buena pro al estudio de factibilidad respectivo recientemente se ha otorgado) puedan salir, ya que eso elevaría más la demanda de mano de obra”, agregó.
Recordó que el empleo formal agrícola creció 9% anualmente entre el 2009 y 2019, año cuando el Congreso de la República hizo más rígidas las condiciones del régimen laboral de la Ley de Promoción Agraria, es decir, fue un periodo con un “ritmo de crecimiento impresionante”.
Déficit fiscal
El déficit fiscal fue de 2,8% del PBI en el 2023, superior a la meta fijada (2,4%); bajó a 2,6% en enero del presente año, pero subió a 3% en febrero. Sin embargo, Velarde estimó que, debido al mayor precio esperado del cobre, el mayor crecimiento del PBI y el control del gasto público, el déficit fiscal podría bajar este año a 2% y a 1,5% en el 2025; es decir, son tasas similares a las que proyectó en el Reporte de Inflación de diciembre pasado y de acuerdo con los límites fijados por la regla fiscal para el 2024 y 2025.
Destacó que el déficit fiscal de Perú no es bajo, pero es menor que el de otros países de la región. “La explicación del déficit fiscal en el 2023, ha sido la caída de los ingresos corrientes (2,4 puntos del PBI, de 22,1% en el 2022 a 19,7% en el 2023); la menor actividad económica y los menores precios de los minerales repercutieron en esta caída”, precisó.
Si los ingresos corrientes no hubieran caído esos 2,4 puntos del PBI, el déficit fiscal habría sido sólo de 0,4% en el 2023, manifestó.
Por su parte, el gasto público cayó ligeramente en el 2023 en 1,1 puntos del PBI, de 22% a 20,9%. “Este año también esperamos que el gasto se mantenga controlado, en términos del producto”, agregó.
En relación con la deuda del sector público no financiero, el BCR espera para este año un poco más de 33% del PBI, tasa que es menor a la de otros países de la región.
Cabe indicar que el nivel del déficit fiscal y de la deuda pública como porcentaje del PBI son factores que, entre otros como la estabilidad institucional, analizan las calificadoras de riesgo soberano al momento de actualizar la calificación de un país. Perú, en los últimos años, ha visto un ligero deterioro del nivel de su calificación, pero se ha mantenido dentro del grado de inversión, y de su perspectiva, que ha pasado de estable a negativa.
Tasa de interés
El BCR mantuvo en 6,25% su tasa de interés de referencia de la política monetaria, en la reunión realizada en marzo, pero bajó la tasa de encaje. La tasa de interés de referencia real (descontando la inflación) es de 3,6%, precisó Velarde.
Cabe señalar que las variaciones en esta tasa de interés inciden en las tasas de interés (el costo) que cobran las entidades del sistema financiero nacional por los créditos que dan al sector privado. En la medida que baje la tasa del BCR, es de esperar que ocurra lo propio en el costo del crédito en el mercado interno.
“La tasa de interés de referencia de Perú ha sido la menor en la región prácticamente en los últimos 5 años; desde la COVID hemos estado con tasas bastante más bajas que las de los otros países, y cuando la hemos subido también ha sido menos que el resto de países”, subrayó Velarde.
Asimismo, destacó que la tasa de interés de referencia real es más baja que las del resto de los países de la región. Por ejemplo, en Colombia es 7,91% y el que más se aproxima a Perú es Chile con 4,25%.
Consultado sobre por qué se mantuvo dicha tasa de interés en 6,25%, Velarde sostuvo que, como señala el BCR siempre en sus comunicados, cuando realiza una reducción de la tasa de interés no implica una consecutiva nueva reducción; pero la mayor parte de los bancos asumía, y sigue asumiendo, que la tasa ideal de interés es 4,5% para este año.
“Si reducimos todos los meses, la tasa esperada (al cierre del 2024) habría sido 3,75%, es decir, estaba implícito en el mercado (en sus proyecciones anuales) que tenía que haber pausas en la rebaja de la tasa de interés de referencia del BCR; ¿cuándo?, no se sabe”, acotó.
Agregó que el factor prudencia es el importante y, al reducir el encaje, el BCR está dando la señal de que sí considera que la política monetaria en principio se debe seguir flexibilizando, solo que se procederá con cautela; y, el mercado sigue esperando que la tasa de interés de referencia sea de 4,5% para diciembre de este año, y 4% a fines del primer trimestre del 2025.
Tipo de cambio
Según el último Reporte de Inflación, el tipo de cambio presentó en el primer trimestre del 2024 una tendencia al alza entre enero y la segunda quincena de febrero (depreciación de 4,8%), pero desde la segunda semana de febrero el sol presentó una tendencia a la baja, acumulando una depreciación de 5% entre el 13 de febrero y 11 de marzo.
“Así, entre el 29 de diciembre del 2023 y el 11 de marzo del 2024, el tipo de cambio bajó de S/3,707 a S/ 3,688 por dólar, respectivamente, representando una apreciación trimestral de 0,5%”, dijo Velarde.
El tipo de cambio de Perú es muy estable y desde el año 2000, al 12 de marzo del 2024, se ha depreciado 4,5%; mientras que la moneda brasileña se depreció 155%, y la de México 75%, destacó.
Inflación
La tasa de inflación anual, que en diciembre y enero prácticamente había entrado al rango meta, subió en febrero (3,29%). La inflación promedio en el período 2000–2020 fue 2,6%.
“El alza se debió a factores transitorios como la tarifa de agua que esperamos este año no suba; el precio del pollo, el cual estamos esperando que este mes (marzo) se corrija parcialmente; puede haber sorpresas, pero la gripe aviar parece haberse disipado. Estamos confiados que vamos a llegar a una inflación más baja este año y que entre al rango meta”, detalló.
Para este año, el BCR proyecta una tasa de inflación de 2,2% y de 2% para el 2025. “Estamos confiados en alcanzar estas tasas, aunque hay que señalar que desde que tenemos metas de inflación nunca estuvimos tanto tiempo fuera del rango meta”, lo cual no sólo pasa en el Perú sino también en otros países como Alemania, que registraron tasas altas de inflación.
Agregó que hay que ser prudentes porque, a la larga, el crecimiento económico también está marcado porque la inflación esté controlada y la característica del BCR ha sido siempre ser prudente y lo está siendo.
Destacó que la inflación subyacente (aquella que no considera precios de alimentos ni energía, que son los más volátiles y usualmente responden a choques de oferta) de Perú, que fue de 3,1% en febrero y que es la que mejor refleja la política monetaria, se ubica entre las más bajas, tanto de los países de la región como de las economías desarrolladas.
De otro lado, las expectativas de inflación se mantuvieron en febrero en 2,7% y el BCR espera que conforme baje la inflación observada, las expectativas de inflación también bajen, “pero es un proceso”.
Reducción de conflictos sociales mineros ayudaría a la recuperación de la inversión
El Banco Central de Reserva (BCR) afirma, en su Reporte de Inflación – Marzo 2024 que, dada su relevancia en términos económicos, los conflictos sociales mineros son de particular interés en periodos de alta conflictividad.
Dijo que, como otros indicadores de conflictividad social, el cuarto trimestre del 2022 representó un máximo histórico en términos de protestas, hechos violentos y bloqueos alrededor de la actividad minera. En el 2023, se registró una disminución en estos hechos y, para el cuarto trimestre de ese año, los niveles estuvieron por debajo de lo observado en similar periodo de los años 2019-2022.
Así, en el cuarto trimestre del 2023, únicamente se registraron 2 conflictos mineros con protestas, frente a 14 en el 2022; y las acciones de violencia y bloqueo también se situaron muy por debajo del promedio de los años previos.
Subraya que las protestas, la violencia y los bloqueos en zonas mineras tienen un potencial impacto sobre la actividad económica. El gráfico adjunto muestra cuánta producción y cuántos empleos podrían ser vulnerables a dichos actos.
Se observa que el máximo se alcanzó en el 2022, cuando el 5,2% del PBI minero estuvo expuesto a protestas mineras durante el segundo semestre, en tanto que alrededor de 1.923 empleos formales directos pudieron ser afectados en el primer semestre, en promedio (2,6% del empleo minero). En el 2023, en cambio, hubo disminución de dicha exposición, con alrededor de 0,5% del PBI minero expuesto a protestas y solo 901 empleos vulnerables en el segundo semestre del año (1,1% del empleo minero).
Conclusiones
El BCR señala que los eventos políticos de diciembre del 2022 condujeron a un clima de conflictividad a partir de dicho mes. Sin embargo, en base a un análisis de indicadores de conflictividad, este periodo de inestabilidad se habría atenuado hacia finales del año pasado, con mejores perspectivas hacia inicios del 2024.
No solo hubo una reducción en el número de acciones colectivas de protesta e interrupciones y restricciones viales por acción humana, sino también una caída en el número de conflictos sociales activos y en la vulnerabilidad de la actividad minera a la manifestación de violencia.
De esta forma, la menor conflictividad debería proveer un entorno más adecuado para la recuperación de la inversión, actividad económica y el empleo a nivel nacional en el 2024.
BCR revisó a la baja proyección del valor de exportaciones para este año
El valor de las exportaciones totales de Perú ascendió a US$67.241 millones en el 2023, es decir, creció en 1,5% respecto al 2022. Para este año 2024, el Banco Central de Reserva (BCR) proyecta que alcanzarán los US$66.720.
La proyección del valor de exportaciones fue revisada a la baja para el 2024 y 2025 (en relación con la proyección de diciembre del 2023), reflejo de un menor crecimiento esperado del volumen (de 1,9% a 1,4% en el 2024 y de 3,5% a 3% en el 2025) y una mayor caída proyectada de los precios en el 2024 (de -1% a -2,2%).
La corrección de los volúmenes de exportación para el 2024 se sustenta en los menores envíos al exterior de productos no tradicionales. En el sector agropecuario, por los efectos esperados para el primer trimestre de las altas temperaturas del 2023.
En productos textiles por la débil demanda de Estados Unidos; y, en productos pesqueros por el enfriamiento del mar que afectaría principalmente la oferta de pota. Se prevé que estas condiciones se reviertan para el 2025.
En términos reales, la tasa de crecimiento de las exportaciones totales proyectada para este año fue ajustada a la baja por el BCR, de 3,1% en el Reporte de Inflación de diciembre del 2023, a 2,7% en el reporte de marzo de este año.
Balanza comercial
Julio Velarde Flores destacó que el superávit comercial de Perú registrado en el 2023 fue excepcional (US$17.400 millones). Para este año, se proyecta un menor superávit (US$15.527 millones) debido a las menores exportaciones, básicamente de productos tradicionales (-2,6%).
Sin embargo, estimó que esta proyección podría corregirse al alza en el Reporte de Inflación de junio próximo debido a que el precio del cobre está superando los US$4 la libra y, a diciembre del 2024, estaría alcanzando los US$4,2, es decir, estaría más alto de lo esperado. Cabe indicar que las importaciones subirían de US$49.840 millones en el 2023 a US$51.193 millones en el 2024, según las últimas proyecciones del BCR.
Por otro lado, a diferencia del 2023, cuando se registró un superávit de 0,3% del PBI en la Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos, para este año y el próximo el BCR prevé ligeros déficits de 0,5% y 0,9% del PBI, respectivamente, niveles que están por debajo de los déficits proyectados de otros países de la región como Brasil (-1,5% este año), México (-0,9%), Colombia (-2,9%) y Chile (-4%).
Fondo de Pensiones debe ser en cuentas individuales y obligatorio
Julio Velarde Flores recordó que el BCR ha participado en la Comisión de Reforma del Sistema de Pensiones del Congreso. En principio, señaló, los aportes para el fondo para pensiones deben ser en cuentas individuales por ser la mejor opción, y también debe ser obligatorio. “Ya, después, lo demás son detalles”, enfatizó.
“Las pensiones (los aportes de los afiliados) pueden ser obligatorias o voluntarias. Casi todos los países han adoptado el sistema obligatorio porque la gente no ahorra”, refirió.
En segundo lugar, hay que decidir si será un sistema de reparto o cuentas individuales. En el mundo para los que están partiendo casi de 0 está siendo con cuentas individuales; inclusive, en países donde rige el sistema de reparto están comenzando a introducir cuentas individuales.
La ventaja de este último es que no desfinancia el presupuesto público; la desventaja es que, si la esperanza de vida es mayor, el fondo no alcanza, y probablemente tendrían que trabajar (y aportar) más, explicó.
Probablemente, estimó, hay que incrementar la tasa de aporte ahora que la esperanza de vida sigue creciendo, como ha sido en Chile donde la están subiendo a 15%, en Europa supera la tasa de 15%, mientras que en Perú está en 10%. Sin embargo, subrayó que es un proceso y que ese aumento de la tasa del aporte debería hacerse poco a poco. Para el caso del sistema nacional de pensiones, a cargo de la Oficina de Normalización Previsional (ONP), el BCR ha propuesto que también tenga cuentas individuales virtuales.