Por el futuro y salud del sistema de Cajas Municipales es necesario conocer lo que sucedió con Caja Sullana, todos debemos analizarlo y sacar los mejores aprendizajes para no cometer los mismos errores, porque el lamentable final que tuvo no debe volver a repetirse.
Por Wilfredo Quiroz Fuentes
Fundador revista Microfinanzas
La intervención y posterior disolución e inicio del proceso de liquidación de Caja Sullana por parte de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) es un lamentable hecho que, más allá, de la comprensible preocupación que generó inicialmente entre sus ahorristas, y también entre los ahorristas de las demás instituciones microfinancieras, merece una profunda reflexión.
En primer lugar, una vez comprobado que Caja Sullana había incurrido en causal la intervención, como consecuencia de que su patrimonio efectivo se redujo en 54,55% en los últimos 12 meses (la Ley General de Banca establece que la SBS interviene si el patrimonio se reduce en más de 50%), el regulador del sistema financiero actuó con rapidez y efectividad en cumplimiento de la mencionada ley.
Evitó, de esta manera, un mayor deterioro del patrimonio que aún quedaba de Caja Sullana; y, además, logró concretar un exitoso control de daños con la pronta convocatoria a un proceso de licitación para elegir a la institución financiera que se encargaría de administrar los activos y pasivos de la microfinanciera intervenida.
En aproximadamente 30 horas desde anunciada la intervención, la SBS hacía de conocimiento público que Caja Piura se había adjudicado el bloque patrimonial de activos y pasivos provenientes del balance general de Caja Sullana.
Es decir, el principal mensaje que debe trascender en el tiempo en lo que a supervisión se refiere, es que, a pesar de lo que pueda suceder con alguna institución financiera en particular, el profesionalismo con el que opera el regulador del sistema financiero peruano garantiza a todos los ahorristas del país que su dinero está debidamente protegido, incluso, al punto de que no ha sido necesario acudir en el caso de Caja Sullana al Fondo de Seguros de Depósitos (FDS) para devolverles sus recursos.
Adicionalmente, el hecho de que sea una institución de la calidad de Caja Piura la entidad microfinanciera a la que los depositantes y deudores de Caja Sullana pasan a ser clientes, respetando los términos y condiciones iniciales en la microfinanciera intervenida, no solo agrega confianza a este proceso de intervención, sino que también ofrece a los clientes mayor comodidad y rapidez en el proceso, considerando que ambas Cajas Municipales compartían, en gran medida, presencia en el mismo espacio geográfico.
Desde el ámbito gremial, la Federación Peruana de Cajas Municipales de Ahorro y Crédito (FEPCMAC), que apuesta por el desarrollo del sector microfinanciero peruano mediante una cultura de gobierno corporativo que haga crecer el valor de las Cajas para beneficio de los gobiernos municipales a los que pertenecen, así como de sus comunidades, sus clientes, que son los microempresarios y emprendedores, y de sus trabajadores; considera que lo sucedido con Caja Sullana es un hecho excepcional que no refleja la fortaleza general del sistema de Cajas Municipales.
La FEPCMAC ha impulsado, con mayor fuerza en años recientes, la capacitación y especialización de los funcionarios de las Cajas Municipales, así como la introducción de los avances tecnológicos, que se dan en el sistema financiero internacional, en el sistema microfinanciero peruano.
También impulsa el fortalecimiento patrimonial de las Cajas a través de la incorporación de socios estratégicos que no solo aporten capital sino también conocimiento y experiencia.
El presidente de la FEPCMAC, Jorge Solís Espinoza, ha afirmado que se prevé un proceso de consolidación entre las entidades microfinancieras que decidan seguir creciendo, es decir, como parte de una estrategia comercial para hacer negocios de mayor escala y con más presencia en el mercado financiero nacional.
Por su parte, el fortalecimiento patrimonial cobra relevancia en escenarios económicos adversos como los que ha enfrentado Perú en los últimos años, en especial, desde que la crisis política como consecuencia de la lucha por el poder, la corrupción y la inseguridad ciudadana, a lo que se suman fenómenos climatológicos como El Niño y los conflictos internacionales; han debilitado a la economía peruana y a su sistema financiero, afectando los niveles de morosidad más aún en las instituciones de intermediación financiera que atienden a los más débiles y vulnerables, es decir, las microfinancieras.
Pero, pese a todo ello, no se puede eludir las responsabilidades que le atañe a cada uno por sus propios actos en la institución que dirige. La SBS, en el marco del proceso de liquidación, dispuso instaurar y proseguir contra los directores y trabajadores de Caja Sullana cualquier proceso administrativo o judicial que corresponda en resguardo de los derechos de la entidad microfinanciera ahora en proceso de liquidación, sus accionistas o sus acreedores.
Este proceso será muy positivo para esclarecer las responsabilidades correspondientes y conocer las causas de origen directivo y administrativo que llevaron a la alta pérdida de patrimonio que obligó a la SBS a intervenir a Caja Sullana.
El sistema de Cajas Municipales, con más de 42 años de existencia, ha contribuido con el desarrollo del país y ha ayudado a que millones de peruanos puedan salir de la pobreza. Ha demostrado ampliamente la importancia que tiene para la inclusión financiera.
Por el futuro y salud del sistema de Cajas Municipales es necesario conocer lo que sucedió con Caja Sullana, todos debemos analizarlo y sacar los mejores aprendizajes para no cometer los mismos errores, porque el lamentable final que tuvo no debe volver a repetirse.