
En el marco del Día Mundial de la Educación (1 de abril), la integración de tecnología e inteligencia artificial (IA) en las aulas emerge como una herramienta clave para potenciar el aprendizaje, prevenir el acoso escolar y optimizar la gestión docente. Sin embargo, su implementación enfrenta desafíos críticos en Perú, país en el que 5726 escuelas carecen de electricidad y solo el 48% de primarias y 73% de secundarias públicas tenían acceso internet en 2022, según datos del Ministerio de Educación.
Plataformas educativas con analítica de datos permiten a los docentes realizar el seguimiento, en tiempo real, del desempeño académico y del bienestar emocional de sus estudiantes, actuando como un «termómetro del aula». «Funcionan de manera similar a las historias electrónicas de los hospitales con información clave de los estudiantes que ayudan al docente a identificar prontamente patrones de riesgo, tanto en lo académico, como en situaciones que vulneren la convivencia escolar», explica Pamela Mendoza del Solar, gerente del Área de Descubrimiento en Innova Schools.
Estos mismos sistemas son resaltados por la Unesco. “Los sistemas educativos están facilitando el acceso a herramientas de evaluación que pueden ayudar al profesorado a ahorrar tiempo, proporcionar información inmediata al alumnado y obtener nuevos conocimientos sobre el aprendizaje de sus estudiantes”, detallan en su Informe de seguimiento de la educación en el mundo del 2023.
Estas herramientas, cuya tendencia de uso se ha intensificado en países de la región, tienen a los maestros como pieza clave. Además de ayudarles a reducir en más de un 50% el tiempo dedicado a las tareas administrativas, permiten detectar señales de alerta para prevenir situaciones de acoso escolar, abandono escolar, repitencia o supervisar el rendimiento escolar para optimizarlo e intervenir tempranamente. “Cuando un profesor tiene visibilidad sobre el desempeño y el estado emocional de sus estudiantes, puede actuar de manera preventiva, identificar patrones de conducta y alertar ante eventuales casos de conflictos”, agrega la experta.
A pesar de este potencial, Mendoza del Solar reconoce que la falta de infraestructura básica en el país y de capacitación docente pueden frenar su adopción. “Invertir en infraestructura tecnológica y en la capacitación docente es fundamental para que estas herramientas lleguen a más escuelas y se conviertan en una verdadera palanca de transformación educativa”, enfatiza. Este último punto también es resaltado por la Unesco. “Cualquier potencial que tenga la tecnología no se aprovechará a menos que el profesorado esté preparado para utilizarla”.
En un contexto en el que 65% de los trabajos del futuro aún no se han inventado, según el BID, la educación digital ya no es opcional. En este Día Mundial de la Educación, es importante redoblar la apuesta por soluciones tecnológicas en las aulas no solo para mejorar el aprendizaje, sino también para fortalecer la convivencia escolar y contribuir al desarrollo integral de los estudiantes. «La tecnología no reemplaza al profesor, potencia la calidad de las interacciones docente- estudiante: un estudiante visible es un estudiante protegido”, concluye la profesional de Innova Schools.