
El S&P 500 extiende sus pérdidas en noviembre y se mantiene alrededor de los 6,600 puntos, acumulando una caída superior al 4% en lo que va del mes. El mercado opera con un tono claramente cauteloso antes de dos eventos clave: los resultados de Nvidia y el informe de nóminas no agrícolas de septiembre, retrasado por el cierre del gobierno.
- Tras un año de fuertes avances apoyados en el entusiasmo por la inteligencia artificial, los inversores comienzan a cuestionar si las valuaciones actuales de las grandes tecnológicas pueden sostenerse.
La desconfianza hacia las Big Tech se ha intensificado, ya que algunos analistas advierten que el ciclo de inversión masiva en IA podría estar acercándose a una fase de normalización. Aunque el sector sigue registrando un crecimiento de beneficios superiores al promedio del índice, la volatilidad reciente muestra un agotamiento progresivo en los índices tecnológicos, que habían liderado las subidas durante gran parte de 2025. Las dudas giran en torno a si el gasto en infraestructura de IA mantendrá su ritmo acelerado o si experimentará una desaceleración a partir de 2026.
En este contexto, Nvidia se posiciona como el referente del sentimiento del mercado hacia la IA. Se espera que presente un fuerte crecimiento interanual en ingresos, alrededor del 55%, respaldado por la demanda persistente de chips para centros de datos. Sin embargo, el foco de los inversores está en señales sobre la duración del ciclo, los límites de capacidad, los márgenes y el impacto de las restricciones a la exportación de chips avanzados a China. Cualquier indicio de enfriamiento en los pedidos podría presionar aún más al sector tecnológico.
Fuera del ámbito tecnológico, la temporada de resultados corporativos muestra un panorama mixto. Home Depot reportó ganancias por debajo de lo esperado y recortó sus previsiones para 2025, indicando un consumidor más cauto ante las presiones del mercado inmobiliario y una mayor incertidumbre económica.
- Aunque los ingresos de la compañía superaron las estimaciones, su advertencia para los próximos meses generó preocupación sobre la fortaleza del gasto en bienes duraderos.
Esta semana también será clave para evaluar el estado del consumo en Estados Unidos, con los resultados de Walmart y Target. Ambas compañías enfrentan un entorno desafiante: los consumidores de ingresos medios y bajos han sido especialmente afectados por el reciente cierre del gobierno, que retrasó pagos y apoyos federales. Walmart podría beneficiarse de su enfoque en precios bajos, mientras que Target busca recuperar dinamismo en ventas tras varios trimestres complicados. Las guías para el cierre de año serán fundamentales para medir el tono del gasto en la temporada navideña.
En el plano macroeconómico, la falta de datos oficiales tras el shutdown mantiene al mercado en un entorno de menor visibilidad. El informe de empleo de septiembre, que llegará con un retraso inusual, será decisivo para saber si la desaceleración económica continúa o si el mercado laboral mantiene la resiliencia observada meses atrás. Las estimaciones apuntan a una creación moderada de empleos y a una tasa de desempleo estable en torno al 4.3%.
La Reserva Federal enfrenta una situación inusual: debe preparar su reunión de diciembre con un conjunto de datos incompleto. Aunque algunos funcionarios, como Christopher Waller, han mencionado que podrían contemplar recortes si la economía muestra un enfriamiento más claro, el mercado ha reducido sus expectativas.
- Actualmente la probabilidad de un recorte de 25 puntos básicos supera ligeramente el 40%, por debajo del 55.4% de la semana anterior, reflejando la incertidumbre sobre la dirección de la política monetaria.
En conclusión, la corrección del S&P 500 en noviembre de 2025 refleja una combinación de factores: dudas sobre el ciclo de inversión en IA, señales mixtas del consumidor y una Reserva Federal obligada a navegar con escasa información. Los próximos días serán determinantes, con los resultados de Nvidia, Walmart y Target, además del informe laboral retrasado.
Si los datos confirman un escenario de desaceleración moderada, la actual corrección podría verse como un ajuste saludable. Pero si revelan un deterioro más pronunciado, es posible que el mercado extienda su retroceso. En este entorno, la prudencia y la selectividad en la asignación de riesgo siguen siendo esenciales para cerrar el año.