El año pasado, el mercado de deuda privada orientado a las pequeñas y medianas empresas (Pymes) creció en doble dígito y las empresas que lo ofrecen esperan que dichos préstamos continúen con el mismo dinamismo en este año.
Que el 47% de las micro y pequeñas empresas (Mypes) cuente con al menos un producto financiero formal si bien dice mucho del potencial que existe por atender a estas unidades económicas (2,8 millones, según cálculos de Comex Perú, sobre la base de la Encuesta Nacional de Hogares -Enaho- del 2021), también genera la interrogante de si el otro 53% de Mypes es sujeta de crédito o incluso si es que lo necesita.
La respuesta a estas preguntas es afirmativa, según las principales empresas de deuda privada. Incluso, estos han encontrado un nicho de mercado que crece a tasas varias veces más altas que el sistema financiero formal.
“El año pasado cerramos con 60% de nuevas colocaciones, pese a haber tenido un año disparejo con varios episodios”, afirma a Microfinanzas Aldo Salcedo, gerente de Relación con el Inversionista de Conexa Financial Group.
“En el 2022 crecimos en financiamiento casi 40%. Y esto no es porque el cliente se endeude más de lo que necesita, porque nosotros prestamos con documentación que sustenta la realización de obras, que incluso aumentan y hasta duplican su inversión”, dice por su parte Julio Canova, gerente general de Savile Perú, otra boutique que financia a las pequeñas empresas que ofrecen servicios al sector minero.
Al no ser empresas públicas, no existen cifras oficiales sobre cuántos jugadores son y el volumen de créditos que manejan, sin embargo, eso no quita que sean compañías que operen con la debida diligencia y que sean muy competitivas.
Por ejemplo, además de las dos firmas mencionadas está Prestamype, que es una Fintech especializada en deuda privada, de propiedad de los fondos más importantes de venture capital del país y la región como Inca Ventures, AVP Ventures y Salkantay Ventures, explica a Microfinanzas Laure Schlesinger, gerente de Operaciones y cofundadora de la empresa.
Prestamype fue fundada hace casi 6 años e incubada por Emprende UP. Además, ganó el programa Startup Perú y el año pasado, recibió un préstamo de BID Lab, el laboratorio de innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), por un monto de US$2 millones.
También está Conexa Financial Group, que es una empresa que opera 24 años en el país, que cuenta con un directorio y Comité de Inversiones conformado por ejecutivos con una buena trayectoria en el mundo financiero y de las inversiones.
Igualmente, Savile Perú, empresa especializada en dotar de capital sobre todo a los proveedores mineros pequeños. Canova afirma que la empresa tiene alrededor de 10 años operando en el mercado. La empresa fue el producto de la llegada de la estadounidense Savile Finance Group, en el 2011. Hoy atiende además de Pymes peruanas, a argentinas y venezolanas.
Modo de operar
Estas empresas de deuda privada operan captando recursos de empresas y personas a través de mecanismos como fondos de inversión privados, así como otros vehículos y financian a las Pymes mediante préstamos y factoring, respaldadas por garantías inmobiliarias, flujos de ingresos futuros y facturas.
Por ejemplo, Schlesinger, de Prestamype, sostiene que la compañía cuenta con tres fuentes de financiamiento. En primer lugar, la inversión directa de personas naturales destinada al crédito para una MYPE o la compra de una parte o toda la factura de estas unidades económicas.
En segundo lugar, agrega, destacan las líneas de financiamiento ofrecidas por inversionistas institucionales como el BID Lab y, en tercer lugar, están los fondos de inversión privados que Prestamype maneja a través de su gestora que lleva el mismo nombre.
En el caso de Conexa, Salcedo comenta que el vehículo utilizado por su representada para financiar a las Pymes es los fondos de inversión. El reglamento de estos fondos exige que el crédito a las Pymes se otorgue con garantía inmobiliaria.
Agrega que Conexa también levanta fondos que tienen como objetivo comprar facturas a los proveedores de las top 5.000 empresas del país. En la actualidad, la firma cuenta con 7 fondos, cuatro en dólares y tres en soles, dirigidos al financiamiento de las Pymes.
“El fondo está altamente diversificado en numerosas facturas y hace provisiones en el eventual caso de incumplimiento”, dice Gonzalo Dupuy, jefe de Investigación y Desarrollo de Conexa.
Por su lado, Savia administra fondos privados de personas naturales como jurídicas que buscan diversificar sus inversiones. Según Canova, muchas de estas inversiones reciben intereses todos los meses, debido al plazo corto de financiamiento a las Pymes. El ticket promedio de inversión es entre S/80.000 y S/100 mil.
“Nuestro negocio posee una simbiosis muy importante que tiene que ver con cómo colocamos el dinero a las pequeñas empresas, que es a plazos muy cortos y rápidos, y lo que le puedo ofrecer a mi inversor. Al tener contratos tan cortos, le puedo decir a mi inversor que le puedo hacer un contrato de inversión por un año. Pero también tenemos fondos de un mayor plazo”, comenta Canova.
El común denominador
¿Qué tienen en común estas tres empresas además de financiar a las mypes? Todos coinciden que las medianas, pequeñas y microempresas a las que se dirigen están subatendidas o no tienen acceso al sistema financiero formal, ya sea por falta de historial crediticio, porque en algún momento se tardaron con sus pagos o porque simplemente no son atractivas para la banca o las microfinanzas.
Canova, de Savile, resalta que los fondos de inversión que gestiona su representada financian a los pequeños proveedores de las mineras productoras sobre todo de cobre en el país. Estas son pequeñas empresas que a su vez son contratadas por otros proveedores de mayor tamaño que brindan servicios a los proyectos mineros del sur.
Argumenta que se han convertido en un nicho de mercado interesante para financiar, debido a que son buenos pagadores. Explica que, por lo general, se trata de emprendedores que trabajaron como empleados dependientes en las mineras, que decidieron independizarse por lo cual necesitan de capital para comenzar. Y debido a que no tienen historial crediticio como empresarios son excluidos por la banca tradicional y microfinancieras.
Canova añade que estas pequeñas empresas que recién comienzan demandan un financiamiento que no supera los S/100 mil y cuyo plazo de financiamiento es de entre 3 y 7 meses, hasta que salga la primera factura que luego pueden vender para obtener liquidez.
A partir de ese momento, indica, los proveedores pueden acceder al sistema financiero formal, pero como muchas veces las entidades no están interesadas en este segmento, estos proveedores regresan a financiarse con Savile por montos de entre US$300 mil y US$400 mil.
La forma de Savile de llegar a estos empresarios es por referidos tanto de las empresas especializadas en factoring, así como por sus clientes que han aumentado de tamaño.
Esta forma de operar les ha permitido a Savile internacionalizarse en Argentina para atender a los proveedores mineros de productoras de litio y recientemente acaban de llegar a Venezuela. Canova comenta que Venezuela se ha convertido en un mercado atractivo para financiar a los proveedores del sector hidrocarburos, tras la llegada de Chevron.
“Los contratos que manejan estos proveedores en Venezuela son bastante interesantes porque son muy elevados en capital. En Venezuela el financiamiento se otorgará con garantía real”, comenta.
Subatendidos
A su turno, Salcedo, de Conexa, afirma que su público objetivo de Pymes se caracteriza por ser subatendido por la banca o no la atiende por concentrarse en los tickets más grandes. Sin embargo, indica que todas las empresas a las que se dirige tienen historial crediticio.
Además, Conexa cuenta con un comité de inversiones que determina la aprobación de los créditos y busca que la garantía inmobiliaria sea al menos el doble del monto financiado. El plazo de financiamiento en el caso de los préstamos es menor a un año y en el caso de factoring adquiere facturas con plazos de 2 a 3 meses.
“No pretendemos ser el que mayor participación tenga en el mercado, sino queremos que pase lo que pase como un Niño costeño, estrés político, pandemia, etc., los fondos tengan un rendimiento atractivo para los inversionistas y que nunca reporten pérdidas”, dice Gonzalo Tupuy, jefe de Investigación y Desarrollo de Conexa.
Salcedo sostiene que cada uno de los fondos cuenta con políticas de inversiones, que plantean una segmentación tanto en el ámbito de sectores económicos como el tipo de crédito. Además de ello, los fondos cuentan con un Comité de Vigilancia compuesto, en parte, por los mismos inversores.
“La debida diligencia de Conexa pasa por ser muy disciplinado en el cumplimiento de la tesis de inversión”, argumenta Salcedo, tras agregar que su representada cuenta con un equipo comercial dirigido a la captación de empresas que buscan financiamiento.
Empresas con dificultades
Por el lado de Prestamype, de acuerdo con Schlesinger, tanto los préstamos como la oferta de factoring de su representada están dirigidos a financiar a empresas con dificultades para acceder a la banca por no contar con historial crediticio, ser informales o haber tenido ligeros retrasos en el pasado, pero que ya se han puesto al día.
Sostiene que estas empresas, si bien pueden acceder a las microfinancieras, como son Mypes más sofisticadas necesitan montos de financiamiento más grandes, pero no llegan a ser medianas empresas.
Así, el crédito promedio es de S/20.000 hasta S/1 millón. Añade que la metodología de evaluación de Prestamype se basa en información crediticia de las empresas deudoras, pero suelen ser más flexibles en los requisitos y son más rápidos en el desembolso que la banca.
“Prestamos rápido y sin demasiado papeleo”, agrega Schlesinger, tras indicar que sus tasas de interés están acordes con el mercado y son mucho más justas que las de los prestamistas que cobran tasas de entre 50% y 100% anual.
Entre el destino del financiamiento, resalta que además de capital de trabajo, compran deudas de tarjetas de crédito de las Mypes.
Explica que estas deudas obedecen a que las Mypes utilizan sus tarjetas para comprar mercaderías a tasas de créditos de consumo que son más caras.
Añade que un tercer grupo de financiamiento está destinado a personas que tienen algún terreno o aires en su vivienda y buscan construir un departamento para alquilarlo a un tercero con el fin de generar mayores ingresos para su hogar.
Expectativas
Los tres entrevistados sostienen que, pese a la coyuntura política, este año también esperan colocar un mayor volumen de créditos, así como levantar capital.
En ese sentido, Schlesinger refiere que Prestamype está por cerrar una nueva ronda de inversión en marzo, mes en el que cumplirán su sexto año en el país. Por su parte, Salcedo sostiene que la industria de deuda privada es bastante resiliente a los embates que mueven los mercados, por ello, esperan en este año replicar el crecimiento del año pasado.
“El desenvolvimiento del Producto Bruto Interno (PBI) es el principal termómetro del negocio de créditos. En el 2023, vemos que, pese a que se ha agudizado la crisis política, la demanda tanto por créditos como por encontrar productos de inversión es potente nuevamente”, comenta.
En la misma dirección, Cavana prevé crecer unos puntos más que el año pasado, por la nueva operación que tienen en Venezuela.
Así, la industria de deuda privada deja en claro la necesidad relevante que existe por parte de los emprendedores y la oportunidad de inversión para las personas y empresas que quieren rentabilizar sus excedentes. Claro está, el sector debe actuar con la debida diligencia para evitar malas prácticas que en el pasado han afectado la credibilidad de los fondos privados.