Suspensión del Corredor Amarillo y posible suspensión del Corredor Morado evidencia que estamos muy lejos de contar con un sistema integrado de transporte, afirmó la Asociación Automotriz del Perú (AAP).
El presidente de la Asociación Automotriz del Perú (AAP), Karsten Kunckel, afirmó que la oferta formal de servicios masivos de transporte urbano en Lima y Callao en buses, que deben circular por corredores identificados con colores como el azul, amarillo, rojo, morado y verde, está llegando al punto más complicado de la crisis por la que atraviesan desde su inicio.
Consideró que, probablemente, lleve a la quiebra de las empresas y al retiro total de los buses en las vías por lo que exigió al Gobierno una inmediata solución.
Explicó que, en setiembre del 2022, la AAP, que es representante de las principales marcas proveedoras de ómnibus, chasises de buses y carrocerías del país, y los concesionarios de servicios formales de transporte urbano, sostuvieron una reunión de emergencia con el entonces viceministro de Economía, actual Ministro de Economía y Finanzas, Álex Contreras, solicitando el apoyo urgente al sector formal del transporte urbano para, entre otras cosas, recuperar el equilibrio económico financiero de sus contratos de concesión.
“Es bien sabido que no existe forma alguna de implementar un sistema integrado conviviendo con servicios informales, con los problemas en la demanda generados por la COVID-19 (un millón menos de pasajeros transportados), el incremento del precio de combustibles, el encarecimiento de los servicios financieros, entre otros”, señaló Kunckel.
Indicó que todo esto ha llevado a que las empresas formales se encuentren colapsadas y al borde de la quiebra, situación y sus graves consecuencias que eran de conocimiento del ministro de Economía.
Sustentó ello en que, en setiembre del 2022, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) encargó al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) darle una solución con los recursos no utilizados en el ejercicio 2022.
“Esto pone en evidencia que el MEF era consciente de la crisis y que apoyaría las alternativas de solución que tenían un sentido de urgencia evidente e impostergable. Sin embargo, 8 meses después, no hay solución ni visos de alguna alternativa real para afrontar a esta problemática, y los principales funcionarios del MTC, sin explicación alguna, rehúsan dar la cara ante la AAP y ante los actores y víctimas principales de esta crisis”, apuntó.
Pésimo precedente
Kunckel refirió que, en este tema, hay que tener claro que el transporte masivo es evidentemente distinto al transporte informal que se presta en vehículos pequeños y, por tanto, como sucede con el subsidio del pasaje del Tren Eléctrico, requiere de financiamiento y del apoyo del Estado.
“Esta situación sienta un pésimo precedente; cómo podemos avanzar con otras mejoras para el transporte público, cómo puede pensarse en el ingreso de la electromovilidad, si el sector financiero ya no confía en el sector transporte, pues las empresas formales, que apostaron por la modernización de este servicio, hoy se encuentran cumpliendo a duras penas sus obligaciones” reflexionó.
Anotó que, dados los últimos acontecimientos, será muy difícil avanzar en la creación de un sistema de transporte público moderno, si antes no resolvemos los problemas actuales.
Es lamentable, dijo, que el proceso de modernización del transporte púbico esté paralizado y que no se vea una renovación creciente del parque automotor de servicios de transporte salvo los informales.
“La pérdida de competitividad del país es manifiesta, la antigüedad de la flota está aumentando y la contaminación también, pues ocupamos los primeros puestos en América Latina y en el mundo entre las ciudades más contaminadas, con altos índices de siniestros viales y con pérdidas económicas cuantiosas (horas/hombre) por la congestión vehicular”, lamentó.
Reiteró que, en un futuro muy cercano, el promedio de velocidad en las ciudades del país será similar a la velocidad promedio de un peatón, situación que están advirtiendo desde hace varios años en la AAP.
Riesgo de quiebra
“En el gremio automotor, estamos preocupados por lo que viene enfrentando el sector del transporte público formal. Los operadores del servicio tienen pedidos concretos y sustentados, y contratos suscritos con el Estado peruano”, recordó.
Dijo que ahora se requiere el restablecimiento del equilibrio económico-financiero, y para eso es fundamental que el Estado honre sus obligaciones con ellos.
“Así se darán las condiciones para poner operativa la mayor parte de la flota hoy parada por falta de liquidez y garantizar la continuidad y sostenibilidad de este servicio, que es la semilla del sistema integrado de transporte”, comentó.
Finalmente, Kunckel sostuvo que es indispensable que se solucione en el más breve plazo esta situación, pues, desde hace años los peruanos vienen reclamando un transporte público eficiente y las autoridades hacen caso omiso, y con la quiebra de las empresas formales la situación se volverá peor, situación que perjudica a todos.