El presidente de Apotur, Enrique Quiñones, responsabilizó al anterior titular del Mincetur, Roberto Sánchez, y la exdirectora de Turismo Receptivo de Promperú, Rosa Béjar, por lo que denominó “la debacle de la actividad turística”.
El presidente de la Asociación Peruana de Operadores de Turismo Receptivo e Interno (Apotur), Enrique Quiñones, estimó en unos US$300 millones las pérdidas ocasionadas en el sector turismo por las violentas manifestaciones y actos de vandalismo ocasionados por los aliados del expresidente Pedro Castillo en las últimas semanas.
“Solamente en el mes de diciembre del 2022 y quizás parte de enero del presente año, las pérdidas ascenderían a unos US$300 millones. Un turista extranjero genera US$1.500, mientras que el turista nacional solamente genera US$500”, explicó.
Además de los actos delictivos de las últimas semanas, también admitió que el 2022 no fue un buen año para el turismo receptivo en el Perú, cuyas cifras no llegan ni al 50% de los niveles prepandemia.
“El turismo receptivo ha crecido a lo que buenamente los turistas han querido llegar al Perú y no por el esfuerzo de las autoridades gubernamentales. Ha habido cero campañas promoción del turismo receptivo en el exterior”, afirmó.
Consideró que no se ha apoyado en ese sentido para que el sector crezca sino, todo lo contrario, se redujo pues eso se traduce en cifras porcentuales de menos del 50% del total de turistas que teníamos antes de la pandemia de la COVID-19.
Gestión de Castillo
Quiñones responsabilizó de esta situación al exministro de Comercio Exterior y Turismo, Roberto Sánchez, quien fue titular del Mincetur durante el periodo gubernamental de Castillo, y a la exdirectora de Turismo Receptivo de Promperú, Rosa Béjar, quienes –a su entender– no tenían mayor conocimiento sobre el sector turismo y los resultados así lo demuestran.
“Debemos estar en un millón 900 mil turistas al concluir el 2022. Esta cifra ha sido más baja de lo que se esperaba. El Perú es uno de los países dentro de la región con menor crecimiento en lo referente al turismo receptivo”, indicó.
Puso como ejemplo a Chile, que ha sido uno de los países que tuvo más restricciones en el turismo y una vez abiertas sus fronteras inició una fuerte campaña de promoción en los principales mercados, “en los cuales el Perú lamentablemente estuvo ausente”.
No obstante, el presidente de Apotur tiene optimismo en que el turismo receptivo se recupere este año, gracias al trabajo conjunto entre los sectores público y privado.
“La situación política suscitada a finales del 2022 deterioró el sector, pero creo en su recuperación. Mientras las aerolíneas no dejen de volar al Perú, habrá esperanzas para que los turistas siempre arriben a nuestro país”, señaló.
“Tenemos que hacer una fuerte campaña de posicionamiento del Perú como un destino confiable, teniendo en cuenta que ha sido el único país de la región que ha sufrido estas manifestaciones violentas”, refirió.
Tres millones
Quiñones dijo que se pueden cumplir las proyecciones del ministro de Comercio Exterior y Turismo, Luis Helguero, de llegar a 3 millones de turistas extranjeros en el 2023. Sin embargo, seguiremos por debajo de las cifras del 2019, cuando arribaron cerca de 4,4 millones de visitantes foráneos.
“Será una situación diferente. Habrá muchas rutas aéreas restituidas, las fronteras estarán completamente abiertas y esperemos que se pueda llegar a los 3 millones de visitantes. Sin embargo, nuestro techo es 4.9 millones de turistas y esa cifra recién la podríamos alcanzar en el año 2024. Hay mercados del Asia que todavía están cerrados, como son los casos de China, Japón y Corea del Sur”, afirmó.
Explicó que en Apotur se guían por el número total de visitantes que llegan a Machu Picchu y comprobar quienes son verdaderos turistas. “También hay viajeros que solamente llegan a Tumbes. Iquitos o Lima, pero en mayor medida un viajero que llega al Perú principalmente va a Machu Picchu”, subrayó.
Dijo que el sector privado confía en la labor que pueda desarrollar Helguero al frente del Mincetur. “El ministro se ha mostrado abierto a todas las asociaciones a que podamos brindar nuestra opinión, lo cual en el año y medio que estuvo Roberto Sánchez como ministro, nunca fuimos convocados”, subrayó.
También opinó que la nueva viceministra de Turismo, Madeleine Burns Vidaurrazaga, es una persona con la que han trabajado anteriormente, estando ella en el Centro de Formación Turística (Cenfotur).
“Es una profesional bastante capaz. Es una profesional más técnica que política. Ella nos conoce y no hay que explicarle nada. Simplemente, hay que ponernos a trabajar inmediatamente”, acotó.
Fitur
Quiñones sostuvo que la Feria Internacional de Turismo (Fitur) a realizarse en Madrid (España), el próximo 18 de enero, debería ser el primer escenario donde el Perú esté presente con una potente campaña de promoción turística internacional que garantice seguridad al visitante.
“A nivel internacional, tenemos la feria de Fitur programada para el próximo 18 de enero y esperemos llegar con un país relativamente en paz, para que la comunicación en esta feria internacional a la que asisten agencias de todo el mundo sea efectiva y podamos manifestar que el Perú está en condiciones de ser visitado”, refirió.