Caja Cusco proyecta alcanzar los S/ 500 millones en financiamiento verde para fin de año, Cuyo portafolio se fortalece con productos innovadores como el Agroprotector y Agronativo que combinan tecnología satelital con preservación ambiental y de la biodiversidad.

(*) Artículo publicado en la edición 234 de la revista Microfinanzas https://statuscomunicaciones.pe/microfinanzas/S18.pdf.
En un contexto global donde la sostenibilidad se ha convertido en un pilar fundamental para las instituciones financieras, Caja Cusco destaca por su compromiso con los principios ASG (Ambiental, Social y Gobernanza), integrando estos criterios en su estrategia de negocio y en su oferta de productos crediticios.
Walter Rojas Echevarría, gerente central de Negocios de la entidad, reveló que actualmente la cartera de créditos verdes representa el 5.45% del total, equivalente a S/ 330 millones, con la meta de alcanzar el 8% (S/ 500 millones) para fin de año. Este crecimiento refleja no solo una alineación con las demandas del mercado, sino también una respuesta a la creciente conciencia ambiental en las zonas rurales, donde estos productos son especialmente demandados.
La implementación de principios ASG en una organización financiera como Caja Cusco no es un mero ejercicio de reputación, sino una estrategia clave para mitigar riesgos, mejorar la resiliencia operativa, contribuir al desarrollo sostenible y de adaptación al cambio climático.
Estos principios permiten a la entidad evaluar el impacto ambiental y social de sus operaciones, asegurando que los proyectos financiados promuevan la conservación de ecosistemas, la inclusión social y la equidad de género. Además, fortalecen la confianza de los stakeholders, desde inversionistas hasta clientes, quienes cada vez valoran más las instituciones con un enfoque responsable.
Entre los productos verdes más destacados de Caja Cusco se encuentra Agroprotector, desarrollado en alianza con el Ministerio del Ambiente (Minam). Este crédito está diseñado para agricultores que adoptan prácticas sostenibles, como el cultivo de café y cacao bajo estándares ambientales, y utiliza tecnología satelital del Global Forest Watch (GFW), para monitorear la pérdida de cobertura forestal.
“Este enfoque innovador no solo asegura el cumplimiento de criterios ecológicos, sino que también democratiza el acceso a herramientas tecnológicas en zonas rurales, combinando financiamiento con capacitación”, comentó.
Otro producto relevante es Agronativo, una línea de crédito verde creada para preservar más de 120 especies agrícolas nativas entre las que destaca las distintas variedades de papa nativa, un cultivo emblemático del Perú que enfrenta amenazas por el cambio climático y la presión de cultivos comerciales.
Este financiamiento busca mantener las prácticas ancestrales y proteger la biodiversidad agrícola, un aspecto crítico para la seguridad alimentaria y la identidad cultural de las comunidades andinas. La iniciativa refleja cómo los principios ASG pueden traducirse en soluciones concretas para problemas locales, vinculando desarrollo económico con conservación.
Los créditos verdes para ganaderos, también impulsados junto al Minam, son otro ejemplo de cómo Caja Cusco integra la sostenibilidad en su cartera. Estos productos fomentan la reducción de emisiones de metano mediante tecnologías como biodigestores, demostrando que el sector financiero puede ser un aliado clave en la transición hacia una economía baja en carbono.
Además, la entidad participa activamente en el Programa de créditos para Bionegocios promovido por el Minam y el Banco Interamericano de Desarrollo, cuyo objetivo promover el acceso al financiamiento de empresas que realizan un aprovechamiento sostenible de los recursos de la biodiversidad en la Amazonía peruana en las actividades relacionadas a ecoturismo, agroforestería no ganadera y aprovechamiento de recursos forestales no maderables.
Más allá de los beneficios ambientales, estos productos tienen un impacto social tangible.
Programas como Emprende Mujer y Agrorapidito promueven la inclusión de poblaciones vulnerables, como mujeres y comunidades originarias, mientras que Credicasa y Agua Fácil mejoran la calidad de vida al financiar viviendas dignas y sistemas de agua potable.
Según datos de Caja Cusco, con estos productos verdes más de 50,000 familias, 23,000 mujeres y 15,000 personas de poblaciones originarias se han beneficiado y más de 120 especies agrícolas nativas preservadas cifras que evidencian el alcance multidimensional de su enfoque ASG.
La importancia de incluir créditos verdes en la cartera de una institución financiera radica en su capacidad para generar valor compartido. Por un lado, los clientes acceden a recursos que les permiten adoptar prácticas sostenibles sin comprometer su rentabilidad; por otro, la entidad reduce riesgos asociados a activos contaminantes o socialmente controvertidos, future-proofing su negocio.
En un país como el Perú, donde sectores como la agricultura y la ganadería son vitales para la economía, pero también vulnerables al cambio climático, este tipo de financiamiento es una herramienta clave para la adaptación.
Walter Rojas destacó que estos productos no se limitan a ofrecer capital, sino que incluyen acompañamiento técnico y tecnológico, un diferenciador crucial en un mercado donde la educación financiera y ambiental aún es un desafío.
Este enfoque holístico asegura que los fondos se utilicen de manera efectiva, maximizando su impacto positivo. Además, la colaboración con actores y aliados estratégicos como el MINAM, GIZ, CARE PERU, GFW, WORK 4 PROGRESS, UNAL entre otros; refuerza la legitimidad de las iniciativas, creando ecosistemas de apoyo para los beneficiarios.
A nivel macro, la apuesta de Caja Cusco por los créditos verdes contribuye a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, particularmente en temas como acción climática, igualdad de género y reducción de desigualdades.
Al mirar hacia 2025, el reto será mantener el impulso. Walter Rojas adelantó que la entidad explorará nuevos productos, como financiamiento para energías renovables en comunidades andinas, siempre bajo el paraguas ASG.