La revisión a la baja para este año se basa en la inesperada performance negativa de la actividad económica durante el segundo trimestre del año.
BBVA Research sobre la situación económica de Perú, revisó a la baja sus pronósticos sobre el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) para el 2023 y 2024 debido a varios factores que han generado preocupación en la economía global.
Se espera que la economía peruana crezca en un 0,4% durante el año 2023, una cifra muy inferior a las proyecciones anteriores. Esta revisión a la baja se basa en la sorpresa negativa de la actividad económica durante el segundo trimestre del año, el deterioro de los pronósticos para el fenómeno El Niño y la persistente debilidad del gasto privado. Para el año 2024, se proyecta un crecimiento del 2,3%, también una reducción del 0,3% en comparación con las estimaciones anteriores.
Entre los puntos clave de un reciente informe del BBVA Research se destaca:
Desde el punto de vista fiscal, se proyecta que el déficit se ubicará en el 2,7% del PBI en 2023 y en un nivel similar en 2024, luego de haber alcanzado el 1,7% del PBI en 2022. Esto llevará a que la deuda pública se sitúe por debajo del 35% del PBI para finales del 2024.
En cuanto a la moneda local, se espera que siga experimentando presiones de depreciación debido a la disminución del diferencial de tasas de interés en soles y dólares. A pesar de la tendencia a la baja del déficit en la cuenta corriente, se prevé que el tipo de cambio cierre el año entre 3,70 y 3,80 soles por dólar y entre 3,80 y 3,90 a fines de 2024.
A pesar de mantenerse en niveles elevados, se anticipa que la inflación disminuirá gradualmente, cerrando el año 2023 en 4,1%. Para el año 2024, cuando se haya disipado el fenómeno El Niño, se espera que la inflación retome su tendencia a la baja, finalizando ese año en 2,8%.
Finalmente, el BBVA Research estima recortes adicionales en la tasa de política monetaria del BCR, llevándola a 6,75% a fines de este año y retomándolos en 2024, después de que El Niño se disipe y cuando la Reserva Federal de Estados Unidos inicie su propio proceso de normalización monetaria.