Más de 700 microempresas participaron en la primera edición del certamen, que premió a 15 ganadores con incentivos económicos, capacitación y asistencia integral.
(*) Artículo publicado en la edición 228 de la revista Microfinanzas https://statuscomunicaciones.pe/microfinanzas/M228.pdf.
Caja Arequipa otorgó reconocimientos a los 15 ganadores del primer concurso nacional MYPE, Orgullo Emprendedor, una iniciativa orientada a valorar el trabajo y compromiso de los microempresarios en el país.
Este certamen contó con la participación de más de 700 microempresas y busca fortalecer el empoderamiento de los emprendedores, generando mayores oportunidades para ellos, sus familias y comunidades.
“Este es un espacio para impulsar los sueños de los emprendedores y reconocer su capacidad de superación. Este es un agradecimiento y homenaje a las Mypes. Estamos orgullosos de nuestro propósito de servir. Gracias por permitirnos ser parte de su historia”, señaló Wilber Dongo, gerente central de Negocios de Caja Arequipa en la ceremonia.
Asimismo, resaltó la importancia de las MYPES en la economía nacional y su contribución en diversos sectores.
Orgullo Emprendedor es el primer concurso nacional dirigido a las personas que conducen una MYPE. Busca su empoderamiento y fomenta un entorno de oportunidades y bienestar, impactando y transformando sus vidas, las de su familia y de la sociedad en general. En total, más de 700 microempresas participaron.
La institución ha ofrecido incentivos por más de S/180,000, compuestos por premios de apoyo económico de hasta S/25,000, becas completas en programas de capacitación y programas de protección y asistencia integral. Los ganadores provienen del interior del país, en las ciudades de Cusco, Trujillo, Ica, San Martín, Arequipa entre otros.
Reconocimiento a Casa Pallay
El ganador del primer concurso nacional MYPE, Orgullo Emprendedor, fue otorgado a Casa Pallay, una empresa cusqueña liderada por Alejandra Tula Rivera Raffo, que se especializa en moda sostenible basada en técnicas textiles ancestrales. La empresa, que destacó en la categoría “Valor Familiar”, ha logrado conectar las tradiciones altoandinas con consumidores interesados en productos culturales y sostenibles.
Desde su fundación en 2014, Casa Pallay ha trabajado con más de 100 tejedoras altoandinas en un modelo colaborativo que integra procesos tradicionales de hilado, tratamiento y tejido, respetando técnicas como el telar de cintura. Sus productos incluyen prendas, accesorios y piezas de arte textil, todas elaboradas en su taller ubicado en el Centro Histórico de Cusco.
Además de generar un impacto económico positivo para las tejedoras y sus familias, la empresa busca preservar el conocimiento textil ancestral y promoverlo a nivel nacional e internacional. Entre sus metas, proyecta beneficiar a 500 artesanas y alcanzar una facturación anual de S/3 millones en los próximos cinco años.