Gerentes de las Cajas Municipales de Arequipa, Cusco e Ica, así como de Compartamos Financiera quieren tener una visión positiva para las campañas crediticias de los próximos meses y esperan un mayor dinamismo comercial a partir de esta primera campaña escolar.
La campaña navideña que puso fin al 2023 no fue la esperada por muchas micro y pequeñas empresas (Mypes), que se vieron afectadas por la recesión económica y el menor dinamismo del consumo. Sin embargo, el panorama de ventas sería mejor para el primer trimestre de este año, impulsado por el retorno a las aulas de escolares y universitarios.
Así, en el último trimestre del año pasado, se registraron indicadores negativos sobre la percepción de la demanda de crédito en todos los segmentos de empresas y en los créditos de consumo y vía tarjetas, señala la Encuesta de Condiciones Crediticias 2022-2023 realizada por el Banco Central de Reserva (BCR) entre la última semana de diciembre y la primera de este año, y publicada el 26 de enero pasado.
Las expectativas que se tenían para las fiestas de diciembre último no se materializaron, considerando que esta campaña solía ser la más importante para las Mypes y representaba un 40% de crecimiento para las Cajas Municipales respecto de las demás campañas del año, dijo Walter Rojas Echevarría, gerente central de Negocios de Caja Cusco.
“Ya se veían alertas de una escasa colocación de préstamos desde agosto y, aunque en su momento hubo un ligero repunte, en noviembre se volvió a registrar un retroceso. Por su parte, los empresarios redujeron sus stocks respecto a otras campañas, si antes pedían 3 productos ahora solo llevaban uno”, comentó.
Incluso en emporios como el textil de Gamarra, ubicado en el distrito limeño de La Victoria, los comerciantes que vendían al por mayor a provincia y zonas emergentes de la capital optaron por atender también pedidos minoristas ante la desaceleración del consumo, agregó.
En la misma línea, Manuel Chacaltana Cortez, gerente central de Finanzas de Caja Arequipa, coincidió con Rojas en que la campaña navideña no llenó las expectativas de los empresarios ni de las entidades financieras.
“La recesión, el ajuste en los salarios y la menor calidad de los puestos de trabajo, desembocaron en una menor demanda de los consumidores y, por ende, de crédito de parte de las Mypes”, expresó.
Pese a ello, resaltó que los negocios se mantienen líquidos para seguir atendiendo y con mejores expectativas en este inicio del 2024. “Aunque, como instituciones canalizadoras de recursos, nos corresponde ser selectivos respecto de la colocación de nuevos créditos”, precisó.
Walter Leyva Ramírez, Gerente central de Créditos de Caja Ica
Campaña escolar
A diferencia del 2023, cuando las protestas violentas provocaron pérdidas a muchas Mypes, Rojas enfatizó que este 2024 ‘pinta bien’. Se está arrancando sin un peso fuerte de la cartera reprogramada por las violentas protestas y el impacto esperado por el Fenómeno de El Niño (FEN) que bajó de grave a moderado, detalló.
Los empresarios ven cómo se mueve el mercado y, en función a eso, toman decisiones, la coyuntura actual ofrece una mejor perspectiva para la primera campaña del año, se espera un mayor dinamismo que en el 2023, comentó.
Pese a que se visualiza cierta tranquilidad en los próximos meses, con esta campaña escolar, todavía no se lograría recuperar los niveles de financiamiento otorgados en el 2019 pues no se alcanza la ansiada reactivación económica, hay empresas con menos trabajadores y eso ralentiza el consumo, advirtió.
Por su parte, el gerente central de Créditos de Caja Ica, Walter Leyva Ramírez, enfatizó el optimismo de las Mypes del país frente a este inicio de año, aunque la última campaña no haya sido como la esperaron.
“La evolución de este ánimo dependerá básicamente de las señales que brinde el Gobierno, si presenta políticas más contundentes que apunten a una mejora en el dinamismo económico será un indicador positivo para la toma de crédito en esta campaña y en las que le siguen. Es fundamental que el Estado genere esa promoción del desarrollo de los negocios y la inversión”, expresó.
Agregó que hay otros factores macroeconómicos que podrían jugar a favor, como la reducción de la tasa de referencia del BCR, que conduce a recortes en las tasas de los depósitos y préstamos del sistema financiero. “Será un menor costo de fondeo para los bancos y microfinancieras, y también se abaratan los créditos”, anotó.
En tanto, Jesús Ferreyra Fernández, gerente central de Negocios de Compartamos Financiera, declaró que las colocaciones en enero en el inicio de la campaña escolar han sido buenas ante la no materialización del FEN.
Los que han empezado a financiarse son los comercios mayoristas y algunos centros educativos que utilizan este capital de trabajo para la remodelación de sus locales; y, a mediados de febrero e inicios de marzo, empiezan los minoristas, especialmente del segmento de útiles escolares, uniformes y calzado.
“El ambiente ahora es mejor, no es un mundo ideal pero sí mucho mejor que a inicios del año pasado, cuando las carreteras fueron bloqueadas y hubo protestas en distintas zonas del país”, subrayó.
Tasa de referencia
El BCR elevó su tasa clave hasta 7,75% a inicios del 2023 y la sostuvo en dicho nivel hasta octubre, mes en el que inició un ciclo de rebajas que, según prevén analistas del mercado, continuaría este año en línea con el regreso de la inflación a su rango meta (de 1% a 3%). A enero del 2024, esta tasa se ubica en 6,50%.
Si el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Lima Metropolitana sigue su tendencia a la baja, continuaría una disminución gradual de la tasa clave, indicó Ferreyra.
“Las Cajas Municipales y demás financieras buscamos tener una visión positiva y esperamos un mejor dinamismo comercial en estos meses, que comience a dar frutos desde esta primera campaña escolar”, manifestó.
Por su parte, Chacaltana sostuvo que, si bien la evolución de estas variables macroeconómicas representa una oportunidad de crecimiento para los negocios en los primeros meses del año, también se necesita un mayor nivel de evaluación para que su recuperación se concrete de manera sólida.
Al cierre del 2023, el crecimiento de las microfinancieras se moderó y este año sus resultados podrían estar más acorde con la realidad que vivimos, de incertidumbre y recesión.
Si bien se busca fomentar la colocación de financiamiento, también se debe seguir acompañando los programas de los hacedores de política que permiten que la reactivación llegue hasta poblaciones más vulnerables, acotó.
En este escenario, Rojas argumentó que no hay margen para que haya una guerra de tasas de interés por campaña escolar, como se daba en prepandemia cuando las entidades ofrecían tasas preferenciales para atraer a los clientes.
No obstante, se verá un otorgamiento de créditos más ágil, con mejores condiciones de pago en cuanto a plazos, el beneficio quizá no esté vinculado al precio, pero sí a la flexibilidad, oportunidad y rapidez, especialmente, con los clientes recurrentes, especificó.
“El riesgo del entorno se ha reducido en los últimos meses, por lo que la evaluación tomará más en cuenta el riesgo propio de cada MYPE al momento de otorgarle un préstamo. El entorno aún no permite flexibilizar las tasas de interés, pero sí otras condiciones como plazos”, explicó por su parte Ferreyra.
Asimismo, aseveró que continuará la cautela en la asignación de recursos a los negocios en todo el segmento de microfinancieras para evitar un sobreendeudamiento o eventuales problemas de pago.
El BCR también proyecta una expansión en la demanda de crédito de las medianas, pequeñas y microempresas en los primeros 3 meses del 2024; y prevé un panorama positivo en las condiciones de oferta, las que ya no serían tan rigurosas.
Manuel Chacaltana Cortez, Gerente central de Finanzas de Caja Arequipa
Jesús Ferreyra Fernández, Gerente central de Negocios de Compartamos Financiera