Casi el 42% de los estudiantes peruanos que participaron en la prueba, no alcanzan el nivel básico de rendimiento (Nivel 2) en competencia financiera, comparado con el promedio de 18% en los países y economías de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
(*) Artículo publicado en la edición 224 de la revista Microfinanzas https://statuscomunicaciones.pe/microfinanzas/M224.pdf.
Los resultados de la competencia financiera de la prueba PISA 2022, revelados recientemente por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), muestran que los estudiantes peruanos han aumentado su puntaje promedio a 421 puntos, marcando un progreso desde el 2015.
El avance alcanzado refleja la efectividad de las políticas educativas, pero resalta la necesidad de seguir mejorando la educación financiera en el país considerando que, con un puntaje de 421 puntos en la competencia financiera, los estudiantes peruanos se encuentran por debajo del promedio de los países de la OCDE.
Pese a ello, han demostrado un progreso constante desde su primera participación en el 2015, incrementando su puntaje desde 411 puntos en el 2018, según los resultados de la prueba PISA 2022.
Casi el 42% de los estudiantes peruanos que participaron en la prueba, no alcanzan el nivel básico de rendimiento (Nivel 2) en competencia financiera, comparado con el promedio de 18% en los países y economías de la OCDE.
Es decir, este grupo de estudiantes solo puede realizar tareas financieras básicas, como identificar productos financieros ordinarios y tomar decisiones sencillas sobre gastos cotidianos, explica el informe de la OCDE.
Por otro lado, solo un 1% de los estudiantes peruanos alcanza un rendimiento destacado (Nivel 5), en comparación con el 11% en los países de la OCDE. Este pequeño grupo es capaz de analizar productos financieros complejos y resolver problemas financieros no rutinarios.
Niveles
En la prueba PISA, la competencia financiera de los estudiantes se mide en niveles del 1 al 5, donde el Nivel 1 implica identificar productos financieros básicos y el Nivel 5 resolver problemas financieros complejos. Esta clasificación ayuda a identificar las capacidades y áreas de mejora en la educación financiera de los estudiantes.
Desde el 2015, desde que Perú participa en la prueba de educación financiera de la prueba PISA, se ha observado una progresión constante en el desempeño de los estudiantes.
El porcentaje de estudiantes peruanos que superan el nivel básico de competencia financiera pasó de 51,8% en el 2015 a 53,6% en el 2018 y a 58,1% en el 2022, explicó Alier Ortiz Portocarrero, jefe de la Carrera de Educación de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.
“Los estudiantes peruanos han mejorado en 10 puntos su desempeño en la última prueba, pasando de 411 puntos en el 2018 a 421 puntos en el 2022, superando a países como Costa Rica y Brasil. Este progreso refleja el impacto positivo de las políticas y programas educativos implementados”, comentó a Microfinanzas.
Los resultados de la prueba PISA muestran que el 82% de la variación en el rendimiento de los estudiantes peruanos en competencia financiera puede explicarse por su rendimiento en matemáticas y lectura, lo que indica una correlación fuerte entre estas áreas de conocimiento. Sin embargo, el 18% de la variación se debe a factores propios de la competencia financiera.
Brechas
En cuanto a las diferencias de género, no se observó una variación significativa entre chicos y chicas en Perú, lo cual es un punto positivo en términos de equidad de género.
No obstante, la diferencia de rendimiento entre estudiantes favorecidos y desfavorecidos socioeconómicamente es marcada, con una brecha de 105 puntos, superior a los 87 puntos promedio de la OCDE. En comparación con el 2018, los estudiantes de escuelas privadas mejoraron en 14 puntos y los de escuelas públicas en 12 puntos.
Las interacciones familiares juegan un papel crucial en la educación financiera de los estudiantes. El 40% de los estudiantes reportó que discuten de manera frecuente con sus padres acerca de temas como el presupuesto familiar, el uso de sus propinas y el dinero para cosas que quieren comprar.
El estudio reveló que aquellos que hablan regularmente con sus padres sobre decisiones de gasto obtuvieron 21 puntos más en competencia financiera que los que no lo hacen. Los resultados de la prueba PISA indican que los estudiantes que aprenden sobre finanzas en la escuela tienden a obtener mejores resultados. El 77% de los estudiantes peruanos realizan tareas escolares relacionadas con el uso del dinero, un porcentaje superior al promedio de la OCDE.
La mayoría de los estudiantes en Perú han aprendido en la escuela sobre cosas básicas de finanzas, como qué es un salario (64%), un préstamo bancario (58%) y un presupuesto (59%). Menos estudiantes aprendieron sobre diversificación (15%) y depreciación (14%).
El 77% de los estudiantes ha hecho tareas sobre los usos del dinero, y el 82% ha trabajado en actividades sobre la diferencia entre necesidades y deseos. Además, el 60% ha tratado temas de finanzas personales en clases de matemáticas, y el 61% en clases de ciencias sociales.
Inclusión financiera
Respecto a las políticas públicas relacionadas con la inclusión financiera, Ortiz afirmó que los esfuerzos por reducir las brechas socioeconómicas y de género están teniendo éxito, aunque aún hay retos significativos.
La Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) ha implementado la Política Nacional de Inclusión Financiera (PNIF), elaborada por la Comisión Multisectorial de Inclusión Financiera (CMIF) y aprobada mediante decreto supremo por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), con el objetivo de mejorar el bienestar económico de la población y contribuir al desarrollo y estabilidad económica del país.
Programas como ‘Finanzas en el Cole’ y ‘Finanzas para ti’, que ejecuta la SBS junto al Ministerio de Educación (Minedu), son ejemplos de las iniciativas dirigidas a capacitar a docentes y desarrollar competencias de educación financiera en los estudiantes.
Gonzalo Galdos Jiménez, presidente de IPAE Asociación Empresarial, subrayó que el uso de los recursos, las finanzas personales y las decisiones en torno a inversiones y emprendimientos son esenciales. “Es crucial que los jóvenes salgan del sistema escolar y de la educación superior con un conocimiento mínimo en estos temas”, afirmó.
Consideró que los resultados de las pruebas PISA son un reflejo de la crisis que atraviesa el sistema público de educación, especialmente en la educación básica. “Es tarea de todos los peruanos apoyar para solucionar este problema, que genera dudas sobre la sostenibilidad”, señaló.
Si bien hay importantes avances en educación financiera en Perú, hay un largo camino por recorrer pues se mantienen brechas en las competencias financieras por estratos socioeconómicos, reconoció la SBS.
Recordó que están trabajando desde hace 15 años, desarrollando recursos educativos e impartiendo charlas de formación a docentes en servicio en el marco de su programa ‘Finanzas en el Cole’, el cual tiene como objetivo promover las competencias financieras establecidas en el Currículo Nacional de la Educación Básica establecido por el Minedu.
Sector privado
Por su parte, Ortiz dijo que los resultados de la prueba de educación financiera de PISA muestran que los esfuerzos por reducir las brechas socioeconómicas y de género están teniendo éxito, aunque los retos aún son enormes.
Galdos manifestó que el sector privado también tiene un papel fundamental, especialmente en llevar los servicios financieros a las poblaciones más remotas.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) del año 2023, sólo el 57,4% de la población tiene una cuenta en el sistema financiero, lo que indica que una gran parte sigue excluida del sistema formal.
Al respecto, Javier Ichazo Bardales, gerente general de Mibanco, mencionó que esta institución capacita a cientos de miles de personas para mejorar su manejo financiero. “Este tipo de iniciativas es esencial para fomentar una mayor inclusión y empoderar a los ciudadanos para tomar decisiones informadas”, agregó.
Este año, Mibanco se propuso capacitar a 500 mil personas, tanto clientes como no clientes, a través de una red de 5.000 asesores.
“Estamos segmentando nuestra capacitación para ofrecer a cada cliente lo que realmente necesita para sacar adelante su negocio. Esto forma parte de nuestra estrategia para fomentar una mayor inclusión financiera”, explicó.
Propuestas
Para impulsar la educación financiera a nivel gubernamental, la OCDE destaca el rol de las políticas nacionales de educación financiera, la implementación de educación financiera en las escuelas y sistemas de protección al consumidor sólidos, como complementos esenciales para el desarrollo de habilidades financieras.
Galdos dijo que las políticas públicas enfocadas en la inclusión financiera están siendo adecuadas en el país, aunque reconoció que aún queda mucho por hacer.
“No se trata solo de inclusión financiera, debemos abordar la inclusión geográfica y de diversos segmentos, incluyendo a los jóvenes que no estudian ni trabajan, los cuales están aumentando en lugar de disminuir. Hay muchas tareas pendientes antes de llegar a la etapa final”, comentó.
Para Ortiz, las medidas de política de inclusión financiera en Perú están medianamente definidas y consensuadas, incluyendo el acceso al sistema financiero, la oferta de productos financieros adaptados a los usuarios, la educación financiera, entre otras. Sin embargo, consideró que se necesitan estrategias concretas para implementar estas políticas.
“Esto incluye mejorar la infraestructura territorial para asegurar el acceso a servicios financieros en todas las regiones, fortalecer la banca móvil, ampliar la educación financiera desde edades tempranas y a lo largo de la vida y establecer sistemas de protección al consumidor; estrategias que requieren un compromiso intersectorial y un apoyo decidido del sector privado”, precisó.
Finalmente, Ichazo subrayó la importancia de programas de capacitación personalizados y continuos, que no solo mejoren las habilidades financieras de los ciudadanos, sino que también les permitan tomar decisiones informadas y estratégicas para su futuro económico.