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Gerente General, Grupo Visión Empresarial
(*) Artículo publicado en la edición 230 de la revista Microfinanzas https://statuscomunicaciones.pe/microfinanzas/M230.pdf.
En la era de la información, los datos se han convertido en el recurso más valioso, este axioma se hace cada vez más evidente en el ámbito empresarial financiero, donde el análisis de datos y la inteligencia artificial (IA) han revolucionado la manera en que se toman decisiones y se gestionan los recursos.
La IA ha encontrado un terreno fértil en el mundo de las finanzas, donde la velocidad y la precisión son cruciales. La IA en las finanzas, puede ayudar a la generación de algoritmos o situaciones macro en el país, como también en el análisis predictivo de temporalidades, predecir y proyectar la curva de ingresos. En otras palabras, se da eficiencia en horas hombre.
Según el estudio de la empresa privada de análisis de negocios, CB Insights, la financiación global de la IA, alcanzó los 45 mil millones de dólares en 2022. Para muchos dueños de negocios, estos números señalan que es momento de empezar a innovar en tecnología IA.
Las empresas modernas buscan adaptarse a esta, debido a que se quieren sumar a la tendencia, ya no estamos en la era digital, estamos en la era de Inteligencia Artificial; sin embargo, existe otro grupo que buscan capacidad operativa y análisis en ciertas circunstancias esenciales. Es un complemento para todas las empresas, big data, eficiencia y proporciona ventajas competitivas.
Esto se evidencia en un estudio de Accenture, el cual detalla que más del 95% de los ejecutivos están de acuerdo en que la IA revolucionará dónde y cómo se usa. Además, representa un avance en cómo aplicar la tecnología, extendiendo su uso de análisis de datos a la generación y simulación de estos.
A pesar de los beneficios evidentes, también surgen desafíos y preocupaciones. De acuerdo a un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), el 40% de todos los trabajadores van a verse impactados por la IA y en el caso de las economías avanzadas la cifra podría aumentar hasta a un 60%. Sin embargo, el 57% de trabajadores todavía no confían en los conocimientos de la IA, lo cual afectaría negativamente su futuro laboral.
Las razones por las cuales las personas no confían en la IA son el cambio de pensamiento, la data estructurada, y los errores y sesgos que puede tener, ya que puede ser muy precisa en muchas tareas, pero no es infalible y puede cometer errores. El desafío es encontrar el caso de uso de la IA en las finanzas.
Por otro lado, según un estudio de Grand View Research, se espera que la industria tenga un valor de $190 billones para 2030, esto significa que todas las empresas, grandes o pequeñas, necesitan pensar en integrar la IA en sus planes operativos y estratégicos.
Es decir, se está convirtiendo en una necesidad, no solo en el trabajo, sino también en la vida cotidiana. Las empresas ya no se preguntan si la IA puede ayudarlas a alcanzar sus objetivos, sino qué tan rápido puede lograrlo.
En última instancia, el avance de las herramientas financieras impulsadas por la IA representa una emocionante frontera en la evolución del sector financiero global, prometiendo un futuro de mayor eficiencia, accesibilidad y oportunidades para todos los actores involucrados.