Las entidades microfinancieras ven complicado mantener por más tiempo las elevadas tasas de interés que pagan por los depósitos a plazo sin compensar cobrando mayores tasas por el financiamiento que otorgan a sus clientes, pues están perjudicando sus márgenes de rentabilidad.
Las tasas de interés que ofrecen las Cajas Municipales por los depósitos a plazo de sus ahorristas han registrado un incremento acelerado en los últimos 2 años, sin embargo, no se observa lo mismo en las tasas de los créditos que cobran a sus clientes.
Un depósito de hasta 360 días en una Caja Municipal pagaba en promedio 7,17% anual en julio, retorno superior a los 3,33% ofrecidos en similar mes del 2021, según datos de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
En contraste, la tasa de interés de un crédito a microempresa en julio era de 33,37% anual en promedio, ligeramente por encima del observado hace 2 años cuando fue de 32,57% anual.
En agosto del 2021, el Banco Central de Reserva (BCR) empezó su política de incremento de la tasa de referencia, que en ese entonces era de 0,25%. La tasa clave continuó esta tendencia hasta enero de este año, cuando se frenó en 7,75%, nivel en el que se mantiene hasta agosto.
Al subir esta tasa de referencia también aumentó el rendimiento de los depósitos a plazo y, con ello, el costo de fondeo; lo cual ahora presiona a incrementar la tasa de interés de los préstamos, explicó Jesús Ferreyra Fernández, gerente central de Negocios de Compartamos Financiera.
“Es algo que viene ocurriendo en algunas entidades y se verá en otras, cuando sube el precio de la harina también aumenta el precio del pan que, en nuestro caso, significa subir las tasas activas (créditos) o reducir los plazos de financiamiento para obtener resultados eficientes”, advirtió.
Gastos financieros
Este impacto se ve reflejado en la utilidad neta de las Cajas Municipales, la cual fue de S/98,8 millones en los primeros 6 meses del 2023, es decir, registró una disminución de 40,29% respecto del primer semestre del 2022, de acuerdo con la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
En el periodo analizado, solo Caja Piura incrementó su utilidad neta en 7,79%, a S/39,56 millones, y 12 entidades redujeron sus ganancias hasta en 85%, entre ellas, Caja Maynas, Caja Ica, Caja Tacna, Caja Trujillo, Caja Huancayo, Caja Cusco y Caja Arequipa.
Por su parte, 4 Cajas Municipales terminaron el semestre en rojo, con pérdidas de hasta 11%, entre ellas, Caja Sullana, Caja Metropolitana de Lima, Caja Paita y Caja del Santa.
La principal causa de esta caída en los beneficios netos de las Cajas Municipales es la expansión de los gastos financieros, los que se componen por el pago de intereses a los ahorristas (crecieron 82,32% a junio). En contraste, los ingresos financieros -explicados por los intereses cobrados por créditos vigentes- subieron 22,71%.
Además, las provisiones realizadas por las entidades microfinancieras frente a la posibilidad de incumplimiento en el pago de sus deudores aumentaron 21,8%, a un total de S/720 millones al cierre del primer semestre.
Ajustar tasas
Es en este escenario que los especialistas prevén un incremento en las tasas de interés activas, es decir, aquellas que cobran las instituciones financieras por el otorgamiento de un préstamo.
Las entidades financieras tradicionalmente utilizan los depósitos de los clientes como una fuente importante de financiamiento para sus operaciones crediticias, declaró el docente de Administración y Finanzas de la Universidad ESAN, Edmundo Lizarzaburu.
Sin embargo, cuando el costo de mantener estos depósitos se vuelve alto, ya sea debido a tasas de interés de mercado o a la necesidad de atraer y retener ahorristas, las instituciones pueden encontrar difícil mantener sus márgenes de ganancia, alertó.
Para el gerente central de Negocios de Caja Cusco, Walter Rojas Echevarría, se ha encarecido de forma acelerada la captación de fondos. “Antes se conseguía recursos en el mercado a 4%, ahora nos cuesta casi 9%, si seguimos vendiendo los depósitos a esa tasa y no ajustamos el costo del crédito, estaremos comiéndonos el margen de la empresa”, alertó.
Comentó que, incluso, algunas entidades están colocando préstamos con pérdida pues tienen la esperanza de que el BCR inicie un periodo de recorte de su tasa clave en la segunda mitad del año, reduciendo a la vez el costo financiero.
Sin embargo, recordó que el presidente del BCR, Julio Velarde, advirtió a mediados de agosto de que no hay que apresurarse en bajar la tasa de referencia, ello luego de que el directorio del ente emisor dejó entrever que ya no habrá más alzas de la tasa, abriendo la posibilidad de que empiece un periodo de reducción en tanto la inflación siga cediendo.
Algunas financieras que ya se ven afectadas por este menor margen empezaron a hacer ajustes en las tasas de los créditos que ofrecen, sin embargo, no lo hacen con todos los clientes, sostuvo Rojas. “A un cliente recurrente, a quien ya se le dio un préstamo a una tasa menor, no le puedes incrementar el costo rápido porque no entenderá, aunque le expliques que el costo del dinero subió; pero a los nuevos solicitantes de crédito sí es más fácil otorgarles una tasa más elevada”, expresó.
Empoderamiento
En tanto, Marcelino Encalada Viera, gerente de Ahorros y Finanzas de Caja Piura, afirmó que ahora hay cierto empoderamiento de los usuarios al momento de decidir la toma de financiamiento.
“Antes se podía sostener las tasas de los préstamos sin subirlas mucho, pero ahora hay casos en los que el margen financiero está corriendo riesgo y ya están haciendo ajustes”, anotó.
Tampoco es posible subir en gran magnitud las tasas porque los clientes que son buenos pagadores se van a otras entidades en busca de mejores beneficios en su financiamiento, complementó.
Por su parte, Lizarzaburu precisó que las microfinancieras suelen tener una estructura de ingresos altamente dependiente de la colocación de créditos, lo que significa que gran parte de sus ingresos y utilidades provienen de los intereses que cobran a los prestatarios.
Cuando aumentan las tasas de interés activas para compensar los costos de fondeo, puede afectar la demanda de créditos ya que los clientes pueden encontrar los préstamos menos atractivos, anotó.
Así, concluyó que ajustar al alza las tasas de los créditos puede ayudar a mantener los márgenes de ganancia y la rentabilidad, pero si las tasas aumentan bruscamente o demasiado, esto podría disuadir a los prestatarios y afectar negativamente el crecimiento de la cartera de créditos y, por lo tanto, a los ingresos totales, precisó.
Préstamos MYPE
En julio, el crédito a empresas se contrajo 5,4% anual y los préstamos a Mypes crecieron apenas 3,6% tomando en cuenta la cartera de Reactiva Perú, de acuerdo con información del BCR.
Según Ferreyra, las tasas de los depósitos a plazo bajarán en la medida que la inflación siga controlada, sin embargo, aún continuarán elevadas y se mostrarán atractivas para los ciudadanos con excedentes de dinero.
“Se prevén próximos recortes de la tasa del BCR y, con ello, empezarán a retroceder los retornos de los ahorros a plazo, pero será una disminución que tomará cierto tiempo”, añadió.
Para Lizarzaburu, la decisión de las entidades financieras de aumentar las tasas activas en respuesta a los desafíos relacionados con los costos de fondeo es una estrategia común, pero debe gestionarse con precaución para equilibrar la rentabilidad con la demanda crediticia y considerar la diversificación de fuentes de ingresos para garantizar la estabilidad financiera a largo plazo.