La Superintendencia de Banca, Seguros y AFP recomienda a las COOPAC considerar fusiones como estrategia para generar economías de escala y mejorar los servicios. Este proceso, que requiere análisis profundo y consenso entre entidades.
(*) Artículo publicado en la edición 230 de la revista Microfinanzas https://statuscomunicaciones.pe/microfinanzas/M230.pdf.
En un esfuerzo por consolidar el sistema de cooperativas de ahorro y crédito (COOPAC) en Perú, la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) ha recomendado que estas entidades consideren la posibilidad de fusionarse. Esta recomendación, que no implica una obligación, busca crear instituciones más sólidas y con mayores economías de escala, capaces de ofrecer un mejor servicio a sus socios, especialmente en las zonas más alejadas del país.
“No hay ninguna obligación de que las cooperativas se fusionen. Es una recomendación que se hace, y el marco para ello es que las propias cooperativas se pongan de acuerdo y soliciten a la SBS la necesidad que tienen de fusionarse”, precisó el entonces superintendente adjunto de Cooperativas de la SBS, Oscar Basso (desde el 01 de febrero Mario Zambrano Berendsohn lo reemplaza en su cargo).
Agregó que, en caso de que se presente una propuesta de fusión, la SBS evaluará cuidadosamente que esta signifique una mejora para la nueva institución resultante.
“Lo que la SBS va a cautelar, evidentemente, como en cualquier caso, es que esta fusión signifique una mejora para la nueva institución. No tendría sentido que se fusionen una entidad que está mal con otra que esté bien. Entonces, lo que hay que medir es que sea lo bueno lo que prime y que esa nueva institución logre levantar a la que está en dificultades, pero si la que está mal va a afectar negativamente a la que está bien, finalmente podríamos perder a la buena”, señaló.
Por ello, resaltó que las fusiones son procesos de mercado abierto. “Lo que podría darse son directivas internas de la SBS para evaluar los casos de las propuestas de fusiones que se presenten”, indicó.
Destacó que, más allá de los requisitos legales, existen criterios financieros y operativos que deben ser considerados en este tipo de fusiones. “Hay que fomentar estas fusiones porque generan una economía de escala mucho mayor”, afirmó.
Un proceso gradual
Desde la SBS se enfatizó que este proceso de fusiones no será inmediato, sino que requerirá de un análisis profundo por parte de las propias cooperativas.
“Nosotros esperamos que este proceso se produzca, pero no es un proceso de corto plazo. Hay que hacer muchos estudios, las propias cooperativas tienen que analizarse mucho entre ellas, ver qué segmentos tiene una y tiene otra, y cómo pueden complementarse más allá de sustituirse, porque lo que se quiere es un complemento”, explicó.
Además, recalcó que el objetivo principal de cualquier fusión debe ser el beneficio mutuo y la creación de una entidad más fuerte.
“Lo que se busca en principio en cualquier fusión, no solamente en el sistema cooperativo, sino en cualquiera de los sistemas, es que haya un beneficio por la fusión, más allá del tema simplemente de juntarse”, dijo.
Expansión peligrosa
El 01 de enero de 2019, entró en vigencia la Ley N.º 30822, que establece un nuevo marco normativo para el registro, regulación, supervisión, fiscalización, sanción, intervención y disolución de las Cooperativas de Ahorro y Crédito No Autorizadas a Captar Recursos del Público (COOPAC).
Dicha normativa autorizó y encargó a la SBS iniciar un proceso de supervisión y regulación más estricto a partir de 2019, con el objetivo de estabilizar el sistema y proteger los ahorros de los socios. Este proceso incluyó la implementación de normas especiales para las COOPAC, que, aunque son entidades con características particulares, están sujetas a los mismos riesgos que otras instituciones financieras.
La supervisión se centró en varios aspectos clave: la integridad financiera, la protección de los depósitos y la gestión de riesgos. Además, se han establecido niveles de supervisión basados en el tamaño de los activos de las cooperativas, lo que permite una regulación más adecuada a las necesidades de cada entidad.
Antes de la Ley COOPAC, muchas de estas entidades operaban sin licenciamiento, con una supervisión prudencial voluntaria y sin un esquema de protección de ahorros robusto. Esto permitía que algunas cooperativas informales pudieran ser utilizadas para actividades ilícitas, como fraude y lavado de activos.
El crecimiento inorgánico de las COOPAC en la década anterior generó una serie de problemas financieros y operativos. Entre 2010 y 2018, los activos y depósitos de estas entidades crecieron significativamente con un promedio anual de 20%, pero este aumento no siempre estuvo respaldado por una gestión adecuada de riesgos.
La necesidad de colocar más recursos, sumada a la falta de procesos de crédito eficientes y de personal capacitado, debilitó el equilibrio financiero de muchas cooperativas.
A inicios del 2019 existían 445 cooperativas y a la fecha se tiene 237, según la Fenacrep. Es decir, en dicho periodo el número de cooperativas se redujo en 46.67% (208 COOPAC menos).
Según explicó la SBS, la mayoría de las cooperativas dejaron de operar, principalmente por inactividad o por no remitir sus estados financieros. Otro motivo fue por pérdida de patrimonio y un menor grupo salió del mercado por cambios de tipología o disolución voluntaria.
Etapa de consolidación
Entre el 2019 y el 2024, el sistema COOPAC pasó por una etapa de estabilización, que incluyó la implementación de normas especiales y la supervisión estricta por parte de la SBS, ahora se busca iniciar un período de consolidación. Este proceso que empieza este año, incluirá la promoción de alianzas y fusiones entre cooperativas, con el objetivo de crear instituciones más sólidas y con economías de escala.
La SBS busca fomentar un sistema cooperativo más robusto y eficiente, donde las fusiones sean una herramienta para lograr mayor solidez y capacidad de servicio, especialmente en las zonas más alejadas del país. Sin embargo, este proceso debe ser cuidadosamente analizado y consensuado entre las propias cooperativas, con el objetivo de garantizar que las fusiones sean beneficiosas para todas las partes involucradas.