Los microempresarios que no hay podido pagar sus créditos garantizados por los programas del Estado FAE-MYPE y Reactiva Perú, no recibirán nuevos préstamos porque las entidades financieras tendrían que provisionarlos al 100%, explica Wilber Dongo Díaz. “Tienen una sentencia crediticia que les afectará por un largo periodo”, alerta a Microfinanzas.
¿Cómo se está reflejando en el sector microfinanciero la caída que ha tenido la economía en lo que va del presente año?
Se está reflejando en una menor demanda en los negocios. Las familias han sentido la presión de los incrementos en el costo de vida, que se ha expresado en una tasa de inflación alta, lo que ha reducido su capacidad para adquirir los productos básicos de su canasta familiar a los que estaban acostumbradas.
Por su parte, los microempresarios se han visto obligados a reducir el reemplazo de sus inventarios debido a la disminución de la demanda y al aumento de los costos de los productos que comercializan o de los insumos que sirven para la producción.
El efecto de todo esto se ve en la caída de los saldos de colocaciones de todo el sistema financiero que, al mes de agosto del presente año, presenta un porcentaje negativo de 1,5% frente a los saldos que se tenían en el mismo mes el año anterior.
Estos datos son preocupantes considerando que hace 4 o 5 años el sistema financiero en general crecía a tasas de entre 12% y 18% anual, mientras que las Cajas incluso superaban el 20% anual.
Esto claramente demuestra que la economía se encuentra en una situación delicada y que las expectativas, tanto de los consumidores como de los empresarios, no muestran señales de cambio bajo la administración gubernamental actual, a pesar de haber pasado 10 meses desde que hubo el cambio en el Poder Ejecutivo.
¿Qué factores considera que están contribuyendo a esta situación económica y financiera tan complicada?
Esta situación se agrava debido a las expectativas negativas tanto de los consumidores como de los empresarios, que no ven avances en las políticas gubernamentales.
A esto se suma un comportamiento poco constructivo del Congreso de la República que, en lugar de generar leyes que alienten la inversión y mejoren la situación de la población, y estimulen el crecimiento económico, más bien están contribuyendo a generar mayor incertidumbre y desconfianza, lo que ha llevado a este estancamiento.
Esto se evidencia en la nula inversión privada si revisamos los indicadores económicos de los últimos 12 meses, y en general en todos los indicadores que muestran una grave caída este año.
¿Por qué es tan complicado para los últimos gobiernos conseguir o recuperar la confianza empresarial?
Porque no se están tomando medidas que incentiven la inversión. Las reglas económicas deben estar respaldadas por decisiones de un gobierno que respete los acuerdos legales y un Congreso que legisle en función del interés nacional, no de intereses particulares.
En la actualidad, la inversión privada se encuentra en riesgo debido a la variabilidad de las reglas del juego según intereses individuales, a lo que se ha sumado como factor de problemática social la alta inseguridad a nivel nacional que afecta principalmente a los pequeños negocios.
Política monetaria
Algunos especialistas consideran que la fuerte alza de la tasa de interés de referencia por parte del Banco Central de Reserva (BCR) también contribuyó al estancamiento económico. ¿Cómo evalúa esta decisión de política monetaria?
La tasa de interés de referencia pasó de 0,50% a 7,75% en año y medio (entre agosto del 2021 y enero del 2023), medida de política monetaria con el objetivo de reducir la inflación que estaba afectando a todos por la subida de precios de los bienes y servicios, con mayor efecto en la economía familiar.
Ahora vemos que el BCR ha empezado a reducir la tasa de interés en 0,25 puntos por 2 meses consecutivos y esto es una señal de que los precios se están estabilizando, por ello las medidas que han permitido reducir dicha tasa en los meses de septiembre y octubre.
Ahora la tasa de interés está en 7,25%, sigue siendo alta, pero todo indica que seguirá bajando.
Se espera que este año termine en 6,75%, lo que permitirá, en los próximos meses, ante estas menores tasas de interés, una demanda de mayor volumen de créditos en la mayoría de los sectores económicos.
¿Cuál fue el sector más afectado por el alza de la tasa de interés?
En cuanto a la suba de interés en el mercado financiero, el sector más afectado ha sido el empresarial corporativo, también el de las grandes y medianas empresas, cuyas tasas de crédito, que antes de la suba de la tasa de referencia, estaban en el rango de 3% a 4%, se elevaron hasta 10% o 12% dado que el BCR aplicó dicha medida.
Además, las tasas de los créditos hipotecarios también aumentaron de un promedio de 5% a 6% a uno de 12% a 14% en la mayoría de las instituciones financieras. Esto ha tenido un impacto negativo en el crecimiento de los créditos corporativos y de la gran empresa en el último año.
¿También afectó al sector de la micro y pequeña empresa (MYPE)?
La situación es diferente en el sector MYPE, que es abundante en número de clientes, aunque porcentualmente menor en saldos en comparación con la banca. La banca maneja aproximadamente el 84% de los saldos del sector financiero peruano, mientras que las Cajas Municipales abarcan casi el 9% y las demás microfinancieras alrededor del 7%.
No obstante, en términos de número de clientes, las microfinancieras representan el 51% en comparación con los bancos, incluyendo el crédito de consumo. Entonces en una subida de tasas, el impacto social es mayor en las personas que acceden a estos créditos de bajos montos y, en el caso particular de Caja Arequipa, al igual que muchas otras instituciones, no trasladamos a nuestros clientes ese mayor gasto financiero asumido por el pago de tasas más altas a los depositantes.
Este mayor gasto ha afectado las utilidades de estas entidades. Los microempresarios ya estaban comprando sus bienes a precios más altos debido a la inflación y vendían menos debido a la menor demanda. Imagina si se les hubiera aplicado una tasa de interés aún más alta, habría representado una quiebra total para ellos y lo que Caja Arequipa busca es la inclusión y el crecimiento sostenido de sus clientes.
¿Esa reducción de la tasa de interés de referencia tendrá un impacto en los costos del crédito?
En el sistema financiero, el costo del dinero seguirá siendo alto en los próximos meses, pese a la reducción de la tasa de referencia, por el compromiso asumido con los depositantes de depósitos a plazo, el cual generalmente es de un año.
Lo que es más factible para las entidades financieras es sustituir obligaciones del público (recursos destinados al pago de intereses a los ahorristas) con financiamiento directo, con deuda senior (captación de dinero de inversionistas) que se ajustarán más rápidamente a una tasa real, para reducir los costos y trasladarlos favorablemente al cliente de créditos.
Esta reducción en los costos de los créditos posiblemente se note en las microfinancieras dentro de unos 3 o 4 meses y debería llevar a una disminución en las tasas activas.
Inclusión financiera
¿Qué importancia tiene el papel de las microfinancieras en el avance de la inclusión financiera y la reducción de la pobreza?
Con más de 30 años de experiencia en este sector, puedo atestiguar los cambios que hemos presenciado en el Perú en estas últimas décadas. En los años ochenta, durante la época de la hiperinflación, para las microempresas la aparición de las microfinancieras fue vital para su sostenibilidad, porque no tenían acceso a financiamiento bancario. Fueron las Cajas Municipales y algunas organizaciones especializadas las que comenzaron a facilitar su inclusión con condiciones más justas.
Las tasas de interés en aquel entonces superaban el 100% y, a pesar de ello, la formalización y la lucha contra los usureros y agiotistas eran fundamentales para los microempresarios.
Entonces, la banca tradicional no ofrecía soluciones adaptadas a sus necesidades y, hasta el día de hoy, en el 2023, tampoco ha desarrollado productos específicos para el sector microfinanciero.
Las microfinancieras han sido las pioneras en este aspecto, y gracias a ellas, hemos logrado un incremento significativo en la inclusión financiera, con más del 52% de la población económicamente activa, teniendo acceso a servicios financieros en todo el Perú. El desafío es llegar al restante 48%.
¿Considera que los programas que el Gobierno implementó como medida en plena pandemia para ayudar financieramente a las Mypes han logrado su objetivo?
El objetivo del Gobierno con sus programas de fortalecimiento era evitar la ruptura de la cadena de pagos cuando la pandemia comenzó.
Ahora, a medida que vencen los contratos de los beneficiarios de estos programas, algunos no han podido cumplir con sus compromisos y se ha llegado a honrar las garantías que contemplaba dichos programas.
El Gobierno se ha esforzado en garantizar el cumplimiento de estos pagos, sin embargo, lo que está sucediendo es que a aquellos clientes que también tienen créditos con otras instituciones financieras, como por ejemplo con Caja Arequipa, y que están cumpliendo con sus compromisos con nuestra entidad, ya no se les va a poder otorgar nuevos créditos, esto por el alineamiento externo que exige la norma de calificación del deudor.
¿Cuál es el impedimento?
Esto se debe a las regulaciones vigentes que tiene como supervisor a la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), que obliga a cambiar la calificación que se otorga a un cliente por su comportamiento de pago, y dicha normativa se está aplicando a todos los clientes que han sufrido el efecto de la crisis generada por la pandemia, pese al compromiso y objetivos de los programas de apoyo por el contexto coyuntural vivido e, incluso, a pesar de que el Gobierno ha cumplido con el honramiento de la deuda como garante de esos pagos.
Esto está afectando a la inclusión financiera, y tanto el Poder Ejecutivo, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), el BCR, la Corporación Financiera de Desarrollo (Cofide) e, incluso, la SBS, están permitiendo la exclusión de los microempresarios que no podrán recibir nuevos créditos de las entidades microfinancieras como la nuestra, porque se obligará a darles una calificación de categoría ‘Pérdida’ y entonces generar una provisión acorde con dicha calificación. Medida que en nuestra opinión requiere ser revisada prioritariamente.
El objetivo de estos programas (Reactiva o FAE), cuando se crearon, era evitar el colapso económico, y por eso el Gobierno dijo que ayudaría a quienes no pudieron abrir sus negocios por las medidas de aislamiento y el efecto en la cadena de pagos de la economía.
Sin embargo, no se trató de manera equitativa en su entrega y aquellos que no recibieron un trato justo están sufriendo las consecuencias, no solo de la pandemia, sino de una sentencia crediticia por un largo período.
Indicadores financieros
En los últimos meses, se ha observado un aumento de los gastos financieros que superan los ingresos en las entidades del sector microfinanciero. ¿Cómo se explica esto?
La tasa de interés promedio para remunerar los depósitos del público en el sistema bancario estaba en un 1,5% en promedio antes de la suba de inflación, mientras que en las Cajas Municipales se encontraba entre un 3,5% y 4%, pero sufrió el impacto de la suba de la tasa de referencia efectuada por el BCR y que sirve como indicador referente para los préstamos de dicha entidad al sector financiero.
Actualmente, en las Cajas Municipales, la tasa está en promedio en 8%, y en los bancos se sitúa entre 5% y 6%.
Entre el 2022 y 2023, la banca ha visto un aumento de 70% en sus gastos financieros, mientras que las Cajas Municipales han enfrentado un aumento aún más significativo, de aproximadamente 86% según lo publicado por la SBS, como impacto de la suba de la tasa de interés para los depositantes.
Esto se debe, principalmente a las ofertas de tasas de interés más altas que pagan las entidades por captar una mayor cantidad de fondos en un contexto político y económico en el que se redujo la liquidez en el mercado, lo que atrae a más depositantes prestatarios, pero a costa de mayores costos financieros para las entidades que ofertan dichas tasas.
Entre la caída de la economía, la crisis política con sus conflictos sociales y las medidas populistas impulsadas desde el Ejecutivo y el Legislativo, ya se evidencia un deterioro en los indicadores de las Cajas Municipales…
El impacto se ha sentido en todas las entidades del sistema financiero, y las Cajas Municipales no son la excepción. Hemos observado un deterioro en indicadores importantes como el de la liquidez, una menor ratio de capital global, mayores gastos financieros, mayor morosidad, pero a pesar de ello, la fortaleza del sistema financiero peruano es reconocida por las principales calificadoras de riesgo internacionales y se espera que la recuperación de estos indicadores se de en los próximos meses, dado que son efectos de condiciones coyunturales y temporales.
Es también importante precisar que, como en cualquier actividad económica, los efectos de las crisis en la economía en general no impactan en la misma medida en todas las entidades financieras, porque cada una tiene sus propias estrategias y actividades para enfrentar dichas crisis y ello se refleja en las que vienen destacando en su desempeño en este año.
A Caja Arequipa más bien este año nos han otorgado la calificación de riesgo institucional con categoría A-, siendo la única que ha recibido tal distinción, lo que nos diferencia positivamente ante el público usuario.
¿Qué tan importante es en el escenario actual crecer con responsabilidad?
No se trata simplemente de crecer por crecer, sino de hacerlo de manera sostenible. En estos tiempos de incertidumbre, la sostenibilidad, el generar valor compartido de nuestras actividades con nuestros stakeholders, es la clave del éxito para cualquier institución financiera. El concepto de responsabilidad social ha evolucionado hacia el de sostenibilidad, economía circular y el valor compartido. Significa que, al crecer, las organizaciones deben considerar no solo su propio beneficio financiero, sino también el impacto social y medioambiental.
Sus productos y servicios deben estar enfocados en equilibrar estos 3 principios: el impacto social, el impacto financiero y el impacto medioambiental. Caja Arequipa lo tiene presente en cada decisión que adopta.