AHÍ MURIÓ “CAHUIDE”, SE REVELÓ MANCO INCA Y ESTUVO TÚPAC AMARU, EL ÚLTIMO INCA

Escrito por César Martinez. Publicado en Enero 2018

Ruinas cusqueñas de Sacsayhuamán.

La Fortaleza de Sacsayhuamán (en quechua Saqsaywaman, de saqsay, lugar de saciarse, y waman, halcón, es decir, "Lugar donde se sacia el halcón") es una "fortaleza ceremonial" inca ubicada dos kilómetros del Cusco, capital del imperio incaico, ubicada a 3,700 msnm. Está cercada por las montañas Ausangate, Pachatusán y Cinca, y el río Tullumayo. Esta zona posee un paisaje de gran belleza, flora y fauna abundantes, entre la que destacan las llamas y los halcones.

Se comenzó a construir durante el gobierno de Pachacútec, en el siglo XV, seguida por Amaru Inca Yupanqui y Túpac Inca Yupanqui; sin embargo, fue Huayna Cápac quien le dio el toque final en el siglo XVI. Su principal característica es la forma en que fue construida; cuenta con grandes bloques de piedra, alcanzando los más altos los 9 metros de altura. Se asevera que su construcción demoró 50 años aproximadamente. Fue construida por 20,000 hombres.

La construcción es típica de la arquitectura inca, aunque es el lugar donde esta técnica se usó a mayor escala. La roca se cortaba en la cantera de forma tosca con la forma aproximada requerida. Luego era arrastrada con cuerdas por cientos de hombres hasta el lugar de construcción, donde se le daba el tallado definitivo.

En Sacsayhuamán se realiza cada 24 de junio, la Fiesta del Inti Raymi o Fiesta del Sol, donde los pobladores se movilizan con disfraces coloridos y bailan danzas típicas, repitiendo así la tradición de sus antepasados.

La historia registra que, en esta fortaleza, cuando ocurrió la rebelión del monarca Manco Inca Yupanqui, el guerrero Cahuide, para evitar ser capturado por los españoles, se lanzó desde uno de los tres torreones en 1536 en la Batalla Sacsayhuamán.

Para poner fin al sitio del Cusco, los españoles deciden asaltar las murallas de la fortaleza de Sacsayhuamán, lugar estratégico desde el cual las tropas de Manco Inca dirigían sus ataques sobre la ciudad. Tras una dura lucha los españoles y sus aliados indígenas fueron ganando las murallas y torreones de la fortaleza.

Manco Inca fue uno de los más de 500 hijos de Huayna Cápac y hermano de Huáscar y Atahualpa. Fue puesto como inca por los españoles, pero al comprobar sus abusos con los indígenas se reveló en Vilcabamba y fue uno de los cuatro rebeldes incas de Vilcabamba. Los otros tres incas rebeldes que también lucharon al lado de su padre fueron sus hijos Titu Cusi Yupanqui, Sayri Túpac y Túpac Amaru, el último inca del Perú.