ES NECESARIO VERIFICAR LA EFICACIA DE LOS PROGRAMAS DE CRÉDITO CON GARANTÍA ESTATAL
LEYENDA. Para Edmundo Lizarzaburu, profesor de ESAN, es necesario se establezca en el reglamento de programas de ayuda estatal indicadores de control para verificar su beneficio tangible.
La reciente promulgada la Ley de reprogramación y congelamiento de deudas, se suma a otros programas de garantías estatales como Reactiva 1 y 2, FAE Mype, entre otros que ha lanzado el Gobierno con el fin de evitar se rompa la cadena de pagos, no obstante, es necesario se establezca los candados necesarios o mecanismos de control que permitan verificar la eficacia del programa y evitar el mal uso del dinero, recomendó Edmundo Lizarzaburu, profesor de ESAN.
Asimismo, al catedrático también le preocupa la salud del sistema financiero y de las instituciones que la conforman, por ende, consideró que el reglamento de la reciente norma debe contemplar a las provisiones.
“El reglamento nos tiene que hablar sobre las provisiones considerando que la morosidad se ha ido incrementando. La morosidad está asociada a las provisiones, las provisiones asociadas a los resultados de las entidades financieras. Hay que esperar que dice el reglamento sobre las provisiones”, comentó.
En enero la morosidad del sistema financiero estuvo en 3.09% y en marzo subió a 3.38%. En julio se ubicó en 3.02% y al cierre de agosto está en 3.10%. Este resultado es parte de los programas Reactiva que se han implementado.
Mas allá del reglamento y mecanismo de control, para Lizarzaburu es importante el acercamiento que han tenido Ejecutivo y Legislativo en torno a la Ley de reprogramación y congelamiento de deudas.
De acuerdo con el presidente de la Comisión de Economía del Congreso, Anthony Novoa, la norma en mención beneficiaría a más de 7.5 millones de personas.
FISCALIZACIÓN NECESARIA
El profesor de ESAN fue muy crítico por los desembolsos realizados por programas con garantía estatal, debido a que no se establecieron en sus reglamentos los mecanismos de control y evaluación que midan la efectividad de la ayuda estatal. Por ende, recomendó a las autoridades establezcan en el reglamento de la Ley de reprogramación y congelamiento de deudas los indicadores que permitan verificar que el beneficio sea tangible
“La reprogramación puede beneficiar a las entidades porque ayudaría a ordenar y reducir provisiones, sin embargo, lo importante es establecer una meta. Caso contrario solo estaríamos dando paliativos. Es importante establecer mecanismo de control para evaluar si existe eficacia en el uso de los programas”, indicó.
Según Lizarzaburu, es necesario que el reglamento contemplé indicadores de control que permitan se beneficié a las personas o negocios que realmente necesitan de la ayuda estatal. “¿Qué pasa si tenemos personas que están reprogramando deudas, pero en los últimos tres meses han adquirido vehículos o propiedades? No es que este mal, pero si el dinero tiene el aval del gobierno y tiene un propósito, es necesario establecer indicadores para que el propósito del programa se cumpla”, apuntó.
Y SI NO PAGAN…
El especialista reconoce que la reprogramación de deudas ayudará al flujo de cajas de las personas, pero resaltó que estos créditos deben pagarse, de lo contrario se afectaría a las entidades financieras. No olvidemos que la calificadora de riesgo Moodys dijo que le preocupa la morosidad en el sector financiero.
“El Gobierno debe establecer indicadores. Si bien hay una garantía del Estado peruano, si alguien no paga ¿en qué situación quedará esas personas o empresas que no pagaron? Hay que precisar en el reglamento sanciones y los mecanismos de control para que en los próximos años no se tenga que sacar una ley para exonerar a todas las personas que no pagaron”, recomendó.
Lizarzaburu resaltó que contribuir con reactivar la economía no es solo “acogerse a los programas de financiamiento sino ver la manera como cumplir con esos pagos”.
“ES MOMENTO DE PASAR DE LA REACCIÓN A LA ACCIÓN”
¿Cómo pasar de programas de financiamiento a programas que realmente activen el ciclo productivo? Según, Edmundo Lizarzaburu, esto se logra con desembolsos parciales y objetivos claros, acompañado de mecanismos de fiscalización.
“Se ha visto que algunas las empresas beneficiadas con el crédito de Reactiva en lugar de usar ese dinero como palanca para activar el ciclo productivo de la empresa (pagar a proveedor o trabajadores), lo que hicieron es pagarse lo que la empresa le debe y quedaron descapitalizados para que la empresa siga produciendo”
El fin de Reactiva es activar el ciclo productivo de la empresa. Esto no considera al accionista, pero sí al proveedor, al colaborador, al cliente y la parte tributaria. Cuatro variables fundamentales.
Para el especialista, es necesario una revisión de estados financieros de las empresas que fueron beneficiadas con programas como Reactiva. De esa manera, consideró, se verá si los negocios beneficiados se apalancaron o no.
El profesor de ESAN resaltó la importancia de acompañar los programas estatales de garantía de créditos con la apertura de todos los sectores económicos del país, considerando la urgencia de acelerar la economía local que se prevé cierre el año con una caída de 13% en su PBI.
“Se viene otro Reactiva, pero considero que este nuevo programa se llame Activa Perú, es momento de pasar de la reacción a la acción. Y esto va encadenado a la apertura de las fases, considero que estamos en la fase 3.5 antes que 4. Hay sectores que siguen paralizados y que es necesario que inicien actividades”, concluyó.