LO QUE NOS DEJA LA PANDEMIA
La economía cayó un 11.1% en 2020, el mayor retroceso en 30 años. Entre noviembre 2020 y enero 2021 se redujo la tasa de desempleo, sin embargo, representa una pérdida de 600000 puestos de trabajo. Recuperar el ritmo de crecimiento pre-pandemia dependerá de la velocidad en que se inmunice en masa a la población frente al COVID-19.
Como era de esperarse el 2020 no fue un buen año para la economía global y el Perú no fue la excepción. Según el último reporte del INEI, El PBI en diciembre de 2020 fue 0.5% superior al del mismo período del año anterior, la primera variación positiva del PBI desde febrero y un resultado superior al esperado. Esta cifra se explica, principalmente, por el crecimiento de 23% del sector construcción y de la manufactura primaria, ante la mayor elaboración de harina de pescado.
Pese al ligero repunte de diciembre, el PBI cerró el año 2020 con una caída de 11.1%, la peor desde 1989 y que interrumpe 21 años de crecimiento económico consecutivo.
Los sectores más golpeados fueron Minería e Hidrocarburos (-13,16%); Manufactura (-13,36%); Construcción (-13,87%); Comercio (-15,98%); Transporte, Almacenamiento y Mensajería (-26,81%); Alojamiento y Restaurantes (-50,45%) y; Servicios Prestados a Empresas (-19,71%). Mientras que la producción se elevó en los sectores de El sector Financiero y Seguros (13.67%), Telecomunicaciones (4,87%); Administración Pública y Defensa (4,15%); Agropecuario (1,28%) y Pesca (2,08%).
Otro indicador del desempeño de la economía es el empleo. Según el reporte del INEI, en Lima Metropolitana durante el trimestre móvil noviembre 2020-enero 2021 fue 11.9% menor al observado en el mismo período 12 meses antes, lo que todavía representa una pérdida de alrededor de 600000 puestos de trabajo. Asimismo, respecto al trimestre móvil inmediato (octubre-diciembre 2020), el empleo tan solo se incrementó 83000 puestos. Por su parte, para el mismo período móvil, el empleo adecuado es 26.8% menor: 870000 puestos de trabajo por debajo a lo estimado en el mismo período del año anterior.
Pero si el año pasado la aparición del COVID-19 fue sorpresiva, en el 2021 sigue marcando la pauta en la toma de decisiones del Gobierno y el sector privado, al tiempo de plantear varios riesgos financieros. Por lo pronto, se decretó cuarentena en Lima y ocho regiones, y aunque el Gobierno ha precisado que varias actividades seguirán funcionando, el nuevo confinamiento ahondará los problemas de caja de los agentes económicos, que de prolongarse podría terminar asfixiándolos
Al respecto, según estimó el Departamento de Estudios Económicos de Scotiabank, en enero el PBI habría mostrado un resultado menor respecto a lo registrado en diciembre (0.5%), lo que se vería reflejado en la menor producción de electricidad.
La desaceleración de enero obedecería a las mayores restricciones de movilidad dispuestas en enero ante la segunda ola de contagios por COVID-19 -y previa a la cuarentena focalizada iniciada en febrero en nueve regiones-, lo que habría afectado los niveles de actividad del sector Comercio (ventas minoristas) y Servicios (restaurantes).
RIESGOS
Entre los riesgos que afectarían a la economía familiar y de las empresas se encuentra el deterioro de sus finanzas. No olvidemos que 3.4 millones reprogramaron el año pasado sus créditos, con periodos de gracia que en muchos casos ya vencieron o están a punto de hacerlo. Este grupo necesita mayores facilidades para pagar sus créditos y que las propuestas de pago planteadas por las entidades financieras se adapten a su nueva capacidad de pago. Un punto importante es que el para paliar la situación, el Ejecutivo coordina con la banca nuevas reprogramaciones para los afectados por la pandemia y acaba de extender la reprogramación con garantía estatal hasta el 31 de marzo.
Este año el PBI y el empleo van a ser objeto de una fuerza que las tira para abajo: la cuarentena ha pasado de 15 a 30 días y el sistema de salud ha colapsado: no se preveía ni segunda ola ni cuarentena. No obstante, ahora estamos inmersos en este escenario desfavorable a lo que se suma nuevamente una crisis política por el escándalo en torno al grupo de “privilegiados y desvergonzados” que abusaron de un ensayo clínico para vacunarse contra el coronavirus mucho antes que la mayoría de la población, incluso que el personal de salud que está en la primera línea de defensa frente a este virus.
El desempeño de la economía local dependerá de otros factores como la llegada de la vacuna y el momento en que inicie la inmunización masiva.