“PARA HACER POLÍTICAS A FAVOR DE LA MYPES ES PRECISO PENSAR Y VER LA PROBLEMÁTICA CON LOS OJOS DEL MICROEMPRESARIO”
LEYENDA: El 70% de la población económicamente activa de Perú forma parte del mundo de las pymes y microempresas. Asegurar su operatividad y subsistencia es fundamental para la reactivación económica del país. Jorge Grados Torres, consultor y experto en microfinanzas, hace un análisis de la poca efectividad de las estrategias estatales para apoyar a estas empresas consideradas el motor de la economía peruana.
—¿Cuál es el panorama actual de las Mypes en el país?
El Perú posee una de las economías más particulares al respecto. Tenemos que tomar en cuenta que más de las 2/3 partes de nuestra actividad económica es informal. La actual pandemia ha desnudado las relaciones productivas y empresariales de este sector tan importante en el país. Según el Ministerio de la Producción hay más de 2.5 millones de empresas y de las cuales más del 99% son Mypes. Es decir, somos un conglomerado de pequeña y micro empresas que están luchando por sobrevivir en un entorno muy complejo. Demás está decir que éstas absorben la gran demanda laboral en diversidad de sectores.
—Según la Enaho, la informalidad en las Mypes, medida por su condición de registro frente a la Sunat, alcanzó un 83.8% en 2019. En ese sentido ¿cuán efectivas pueden ser las políticas de formalización y productividad que el Gobierno peruano tiene para las Mype.
En el caso peruano, toda acción para lograr la formalidad deseada es y será un largo proceso. No estamos hablando de cosas sino de la voluntad de personas en aras de su propio beneficio. Si éstos no perciben los beneficios la ansiada formalidad se ira alejando cada día más.
SUNAT posee una serie de normas y políticas de control que buscan controlar la evasión tributaria. El empresario espera de la SUNAT apertura y flexibilidad ya que todo pago será una perdida de su capital de trabajo. En esta dicotomía está la gran problemática de por qué no es fácil formalizarse.
El Estado deberá desarrollar acciones más creativas que inviten a conocer los beneficios del crédito tributario, el apalancamiento a través de las diversas modalidades que COFIDE –como entidad gremial financiera—logre desarrollar para el bien del sistema financiero. No es un tema de bancos, éstos capitalizan de mejor forma por su propia naturaleza del negocio. Los empresarios dueños de estas Mypes, deben enfrentar un Costo de Oportunidad de Capital más alto. En una forma más simple de decir, el dinero para un empresario Mype es más caro que para un empresario formal con capacidad de bancarizar sus recursos.
Si el gobierno logra un cambio de mentalidad al respecto, los beneficios serán muy interesantes. Basta con ver los grandes problemas que está enfrentando Gamarra como para darse cuenta no hay más tiempo que perder.
—¿En los últimos años cómo se avanzó en la formalización de las Mypes?
A mi entender y deseo, aun hemos avanzado muy poco, deberíamos haber logrado más y mejores condiciones. Las diversas acciones en pro de estabilizar la política local –muy ligada a la economía—nos hacen perder el foco de interés y donde están los problemas a superar.
Tenemos una distribución de las Mypes que concentran más del 50% en el sector servicios, obvio: la relación capital/beneficio no requiere de grandes sumas de inversión inicial, no se genera problemas de depreciación y la tecnología reduce los costos de operación de forma significativa. Será de locos invertir en activos fijos en un escenario de crisis e inestabilidad.
Por ello, Lima, la mayoría de las ciudades costeras –entre otras ciudades—concentran la mayor oferta en bienes y servicios. Será necesario plantear soluciones que emanen de la propia realidad de este tipo de empresas, antes de que se inicie un nuevo ciclo de quien absorbe a quien.
—¿Cómo formalizamos a las Mypes?
Partamos de la premisa que el emprendedor / empresario Mype no ve ni tiene evidencias de qué beneficio le va a significar formalizarse. Si es más atractivo ser informal. Asumir pagos de impuestos, control mensual y el riesgo de caer en multas o sanciones no genera absolutamente un atractivo para nadie. No es ajeno que más bien el efecto sea el contrario.
Sumemos a esto la carente o escasa formación empresarial para ordenar el negocio en forma apropiada, la suma de problemas son una bomba de tiempo.
Tan solo disponer de un contador ya es un problema para el empresario Mype. Si los organizamos de apalancamiento no incluyen servicios de apoyo técnico, de formación en la gestión y otros beneficios que puedan evidenciarse en la etapa de desarrollo del bien o servicio, confiero que difícilmente será atractivo formalizarse. Ojalá, COFIDE actúe en ese sentido como agente de cambio en la mentalidad y pasar del castigo al beneficio consorciado.
—¿Cuáles son los principales retos que debe afrontar las Mypes?
El más importante es sobrevivir. Decía J.P. Sallenave que las principales razones de una empresa se centran en sobrevivir, crecer y dar utilidades. Estos principios aún están vigentes.
Somos una sociedad que condena el éxito, creemos que ser rentable y lucrar es malo. Recomendaría que hay que centrarnos en la gestión eficiente y no caer en vicios que operativamente pongan más riesgo a lo difícil que es mantener el capital de una Mype en funciones.
Asumiendo que el costo del dinero es alto (a veces más del 50% para apalancarse) cómo imaginar un escenario carente de riesgo en todo sentido. Además, no olvidemos que los plazos de pago --por parte de las empresas clientes -- son mayores a los 30 ó 90 días posterior a la entrega del bien o servicio. La pregunta más bien es cómo hacen para sobrevivir.
—A los problemas endémicos como la informalidad en el sector de las microempresas se le sumó las medidas en torno a la pandemia de Covid. Según Mypes Unidas del Perú, un total de 488,431 Mypes quedaron fuera de la formalidad durante el 2020 debido a la pandemia. ¿Qué esfuerzos o estrategias deben realizarse desde el Gobierno o sector privado para ayudarles a reactivar a las Mypes en tiempos de Covid?
A todo lo que he expuesto en mis opiniones, tenemos que agregar un elemento distorsionador muy complejo: la pandemia de Covid 19. Muchas empresas han sufrido grandes embates al respecto y no sólo de tipo sanitario sino de capitalización. Deudas que han quedado impagas, personal que se tuvo que acoger a “suspensión perfecta” perdiendo talento y capacidad de gestión, todo para no morir en el camino.
Tal como he mencionado los dos factores críticos serán el logro de capital para retomar actividades y mejorar el ciclo de pagos. Mecanismos como “factoring” pueden ser de mucha utilidad, claro que dependen de la capacidad y calificación financiera de la empresa Mype en el sistema financiero.
Si el nuevo gobierno no genera acciones de apoyo y para ello recurre a organismos que sean intermediadores en el proceso, tal como he mencionado a COFIDE de forma anterior, la reactivación dependerá de las acciones que las empresas privadas generen y no olvidemos que esto es un negocio, si no hay mejores indicativos de riesgo, las acciones de capitalización serán pocas y pobres.
—El poco acceso a financiamiento es otro de los grandes problemas que enfrentan las Mypes ¿qué debe hacerse para cambiar este panorama?
Es que el empresario Mype paga las tasas más altas de interés. La realidad es que el factor “riesgo” es el actor principal de esta película.
Cuando hablamos de riesgo, hablamos de miedo. Si, miedo a que no paguen, a dejar cuentas inconclusas. No lo decimos de forma abierta, pero es así todos lo sabemos y reconocemos.
Para cambiar políticas a favor de la Mype es preciso pensar y ver la problemática con los ojos del empresario Mype. Hay que dar flexibilidad y facilidades para su formalización en el sistema tributario. Promover ferias y foros donde la oferta de sus bienes y servicios sea evidente, por favor no vayan a cobrarle por ese esfuerzo. Acciones como derivar compras al estado están muy bien.
Recuerdo que los empresarios textiles en la sierra, los de calzado en VES, entre otros, no podía acceder a plataformas de la moda. Este esfuerzo multiplicó los logros de sus productos. Seamos más creativos en las soluciones y menos castigadores en el control. Eso no significa ser permisivo.
—El 70% de la población económicamente activa de Perú forma parte del mundo de las pymes y microempresas; es decir, cerca de 2 millones de negocios. Asegurar su operatividad y subsistencia es fundamental para la reactivación económica del país. ¿Desde el Gobierno se ha dado los esfuerzos para ayudar realmente a este sector?
Solo tenemos acciones aisladas buenas, pero aun insuficientes. Será el gran reto que el nuevo gobierno deberá desarrollar y de ser así la generación de puestos de trabajo, retomar el ciclo de consumo, incremento en la necesidad de capital, serán los indicadores más evidentes de logro siempre y cuando los funcionarios piensen como empresarios.
En lo personal no espero mucho de la administración central del “gobierno” creo más en la iniciativa e inventiva de los mismos agentes en el concurso de ser empresario. Si logramos entenderlos podremos desarrollar todos.
—En lo relacionado a la problemática de las Mypes ¿cuál considera que son los retos mas importantes del próximo gobierno?
Es más que evidente que el gran reto será generar mecanismos de formalización donde se pueda evidenciar beneficios. Ningún emprendedor en este gigantesco mercado estará interesado de realizarlo si sólo adquirirá obligaciones frente a la SUNAT.
El segundo gran reto de SUNAT será generar modelos atractivos para acceder al crédito. Si pensamos que éste es un mecanismo para genera capital de trabajo y que nuestra cultura de pagos de créditos no es precisamente un modelo ejemplar, el reto es grande.
Más allá de las cifras se trata de un cambio de mentalidad respecto a las relaciones del riesgo, el tiempo y las posibilidades de desarrollar. Me atemoriza cuando escucho “ofertas de políticas de crédito con cero intereses” es algo para mi inimaginable dado que el costo del dinero alguien lo deberá pagar.
No puedo dejar de mencionar que acciones como las subastas con entidades financieras, en especial dirigidas hacia las compras del estado (PAE – MYPE).
Las empresas intermediadoras deben generar acciones de apoyo técnico para hacer un seguimiento constante de las acciones productivas. En conclusión, las Pymes y Mypes deben ser materia de preocupación urgente en la siguiente administración nacional. Su desarrollo será garantía para que el empleo y el consumo crezca y de esta forma mejorar la calidad de vida de los peruanos.