EN LA POST PANDEMIA TENEMOS QUE HABLAR DE GESTIÓN DE RIESGOS Y DE FORTALECIMIENTO PATRIMONIAL
LEYENDA: Si bien el sistema financiero presenta fortalezas es importante que las entidades del sector estén preparados para cualquier impacto adverso, comentó Socorro Heysen, Superintendenta de Banca, Seguros y AFP.
A pesar de que aún persiste la incertidumbre respecto al impacto que tendrá la crisis sanitaria, ocasionada por la pandemia del Covid-19, el sistema financiero se mantiene solvente y líquido. En lo que va del año, se viene observando una recuperación de los repagos de créditos y la disminución de los créditos reprogramados, a lo que se suma el proceso del fortalecimiento patrimonial, en el cual están comprometidas las entidades financieras para hacer frente a los potenciales riesgos en el futuro próximo.
Por otro lado, los efectos adversos de la crisis sanitaria se están reflejando en los indicadores de calidad de cartera (morosidad), particularmente en los crédito MYPE y consumo, los que se incrementan desde el tercer trimestre de 2020. Esto se debe, principalmente, al vencimiento de los periodos de gracia de las reprogramaciones, el deterioro de la capacidad de pago de los clientes por efecto de la pandemia y la culminación, en agosto pasado, de la suspensión del conteo de días de atraso de los créditos que presentaban más de 15 días de atraso al 29 de febrero de 2020.
En esa línea, Socorro Heysen, Superintendenta de Banca, Seguros y AFP, recordó que la gestión de riesgo permite a la alta dirección de una empresa tomar decisiones con conocimiento del riesgo y no basados en el azar de los eventos.
“Una gestión de riesgo fuerte supone que los directorios, las gerencias de las empresas microfinancieras entienden a cabalidad los riesgos que están tomando cuando seleccionan a sus clientes, el objetivo de su negocio, la línea de crédito a entregar, hacen el seguimiento de estos clientes, el proceso de recuperación, entre muchas otras actividades”, comentó Socorro Heysen durante su participación en el Seminario Internacional de Microfinanzas –SIM 2021.
Sin embargo, reconoció “ninguna gestión de riesgo podría prepararnos para afrontar el shock específico que ha sido la pandemia”.
Pero ¿qué permitió a las entidades del sector financiero defenderse de un shock como la pandemia? Según, Socorro Heysen, las fortalezas patrimoniales y el compromiso de los accionistas de las entidades son las que permitieron absorber las pérdidas que no han podido mitigarse. Resaltó los mayores aportes al capital realizado por los accionistas.
“Necesitan que los accionistas vean más allá del presente y vean por el futuro de sus entidades, de la población al que las entidades benefician. Las microfinancieras benefician a los ciudadanos a través del negocio de microcrédito, los procesos de inclusión financiera responsable y por esa visión de futuro es que asumen los accionistas el compromiso de continuar apoyando a sus entidades y darles capital. De esta manera, pueden aprovechar las oportunidades de la post pandemia en un mundo de incesante innovación tecnológica”, precisó.
Ante este escenario post pandemia, Socorro Heysen subrayó la necesidad de que las microfinancieras implementen una adecuada gestión de riesgos y continúen con el fortalecimiento patrimonial. “Una buena gestión de riesgos antes, durante y después de la pandemia porque la gestión de riesgos no es un gasto, es una inversión. Pero una buena gestión de riesgos no es suficiente, se necesita también el capital, las dos cosas son necesarias, fundamentales para el futuro de la industria microfinanciera en el Perú para poder mantener el paso de la competencia, para poder aprovechar las oportunidades del futuro”, manifestó.
TRANSFORMACIÓN DIGITAL
El Perú ha mostrado importantes avances en materia de inclusión financiera. El porcentaje de adultos con una cuenta en el sistema financiero al segundo trimestre de 2021 fue de 52%, superando en 10 puntos porcentuales lo reportado en el año 2020 (42%).
Heysen destacó el dinamismo que viene observando la innovación tecnológica en el sistema financiero, lo que se ha reflejado en el incremento del número de operaciones a través de la banca digital -se triplicó entre marzo de 2020 y agosto de 2021- y en el creciente uso de las billeteras electrónicas por parte de la población. Así, YAPE, cuenta a la fecha con más de siete millones de usuarios, PLIN con alrededor de cuatro millones y BIM con 1.3 millones.
Sin embargo, a pesar de estos avances, aún se enfrentan retos, como cerrar la brecha en la tenencia de cuentas entre el ámbito rural y urbano, la cual se incrementó de 17% a 22% entre el 2020 y 2021. En el segundo trimestre de 2021, el 56% de los adultos del ámbito urbano tenía alguna cuenta en el sistema financiero, porcentaje que se reduce a 34% para los adultos en el ámbito rural.
En este contexto, precisó, la SBS, como regulador y supervisor financiero, ha respondido con un marco regulatorio que facilita la inclusión financiera a través del uso de los servicios financieros digitales, buscando el equilibrio entre inclusión, estabilidad, integridad y protección financiera.
Recientemente, agregó, la SBS aprobó una norma para el desarrollo temporal de actividades en modelos novedosos e implementó mecanismos de protección al consumidor en el contexto de una creciente digitalización. Asimismo, en el marco de la solicitud de facultades delegadas, enviada al Congreso de la República, se ha propuesto modernizar la Ley General del Sistema Financiero con el objetivo de facilitar la existencia de entidades 100% digitales, entre otras reformas.