LA ECONOMÍA CRECE A MENOR VELOCIDAD Y CUESTA MÁS SUMARLE PUNTOS AL CRECIMIENTO
LEYENDA: Hasta el tercer trimestre de 2021 la economía peruana anotaba crecimiento de dos dígitos explicado por el rebote estadístico, pero dicho efecto se acabó. El PBI sigue creciendo pero entre la incertidumbre política local y el complicado panorama externo son más los factores adversos que le restan a la expansión del PBI, comentó Ana Reátegui, Directora de Educación Ejecutiva en ESAN.
— Durante el cuarto trimestre del 2021, el PBI registró un crecimiento de 3.2%, al comparar este resultado con el tercer trimestre solo muestran como se ha agotado el rebote estadístico. ¿Ante ese escenario ve factible alcanzar una expansión entre 3,5% y 4% como prevé el MEF?
Cada vez se está poniendo más difícil llegar al 3%. Ojalá se pudiera alcanzar esa meta pero si la economía no se logra sostener o siguen creciendo los problemas podríamos estar por debajo del 3%. Un crecimiento por debajo de 3% es sumamente preocupante porque necesitamos crecer a tasas más altas para poder recuperar los niveles de empleo por lo menos similares a los de prepandemia.
—¿Se anima a dar un estimado de crecimiento de la economía para este año?
En un escenario pesimista creceríamos 2,8% y en un escenario optimista podríamos llegar a 3,5%. Entre marzo y abril veremos si la expansión del PBI se pega más a 2,8% o arriba del 3%.
—¿Cuáles son los actuales motores de la economía?
Lo que está apuntalando muy bien la parte del PBI sigue siendo la balanza comercial que está bastante positiva, mientras que la inversión privada está deteriorándose por razones internacionales y las políticas nacionales propias. Por su parte, gasto público continuará con un ritmo moderado. No olvidemos que este año tendremos elecciones regionales que seguramente frenarán el gasto público en el último trimestre.
En lo referido al consumo interno va en buen ritmo. En conclusión, se puede decir que el crecimiento de la economía está basado en el dinamismo de la balanza comercial y el consumo.
Hay que precisar que la balanza comercial positiva para el país descansa en las exportaciones mineras.
—El Perú se sigue favoreciendo de los altos precios internacionales de los minerales, no obstante, no se está aprovechando la coyuntura….
No se está aprovechando porque las ventas son precio por cantidad y de nada nos sirve un precio alto si no estamos sacando cantidad. Entonces con problemas como la paralización de Las Bambas, las protestas antimineras y la incertidumbre respecto a la posición del gobierno frente a la inversión privada, estamos perdiendo una oportunidad extraordinaria para sostener las tasas de crecimiento a nivel macroeconómico.
A mediano plazo lo que más importa es la inversión, pero por lo menos en el corto plazo es necesario sostener las tasas de crecimiento macroeconómicos.
—¿Estamos en un escenario de crecimiento o ralentización de la economía peruana?
Todavía estamos en una situación de crecimiento, pero la pendiente de crecimiento ya no es la misma porque el efecto rebote ya pasó. La economía crece a menor velocidad y cuesta más sumarle puntos al crecimiento. Además, tenemos mucho más riesgo porque estamos frente a una situación global que nos vuelve más frágiles como el alza precio del petróleo por la guerra y estas escaramuzas que no van a parar pronto.
Entonces nuestra fragilidad ha aumentado en el frente internacional. Estamos más expuestos frente a rebotes del tipo de cambio o a incrementos continuos de precios del petróleo que nos pueden hacer mover la economía con bastante rapidez. Y no olvidemos los propios problemas internos como la intención del gobierno de cambiar las reglas de juego a la inversión privada.
—¿Cómo impactaría en la economía local un agravamiento del conflicto entre Rusia y Ucrania?
Se produciría un nuevo incremento en el costo de la canasta familiar explicado por el alza del precio del petróleo. En los últimos meses hemos visto un repunte de los índices de inflación explicado por el tipo de cambio. Ahora tenemos un tipo de cambio que está retrocediendo, pero eso no significa que no pueda volver a subir porque está el entorno muy cambiante.
—Justamente el BCR ha elevado su tasa de interés de referencia para controlar la inflación ¿debería continuar con dicha tendencia?
Creo que todavía tiene un espacio para subirla. Normalmente el BCR en temporadas con mucha turbulencia ubica alrededor del 4% su tasa de referencia, todavía eso es en términos nominales, pero en términos reales hoy día, la tasa sigue siendo negativa. Creo que hay un espacio para que siga subiendo la tasa, pero, en paralelo, hace poco ha subido la tasa de encaje que es otra de sus herramientas de política monetaria. Se nota que el BCR está abocado a tratar que el incremento de los precios sea lo más suave posible, incluso intentando regresar al rango meta (entre 1% y 3%), pero con la actual coyuntura internacional parece poco probable que lo consiga.
—¿Tenemos una política integral, idónea y sostenible de inclusión financiera?
No, diría que ese es uno de los grandes problemas del Perú que no se ha querido abordar fuertemente. Se han dado intentos de implementar ciertas medias, pero han estado aisladas a lo largo de esta época. Mucho del progreso de la banca minorista ha estado más en manos del sector privado que ha tenido la iniciativa de bancarizar a mas personas. Hay que resaltar la labor de las cajas municipales que siendo públicas se rigen bajo sistemas privados lo que les permite avanzar en la inclusión financiera.
No obstante, no existe una política estatal de inclusión financiera. No hay esquemas sólidos de garantías hacia las pequeñas empresas que puedan animar al sistema financiero a ser más agresivo en el préstamo a mypes que finalmente sostienen el 80% de la economía. Entonces mientras no se solucione o intente avanzar en temas como la formalización y fortalecimiento de las pymes, en realidad poco o nada vienen haciendo los diferentes gobiernos en avanzar en inclusión financiera.