La institución cusqueña duplicó sus utilidades, y además obtuvo reconocimientos ambientales y sociales durante el año pasado. Su próximo reto: ingresar al mercado de valores y enfrentar la ola de inseguridad que afecta a sus clientes.

(*) Artículo publicado en la edición 231 de la revista Microfinanzas https://statuscomunicaciones.pe/microfinanzas/M231.pdf.
En un escenario marcado por la inseguridad ciudadana, protestas sociales y la sombra de la morosidad, Caja Cusco no solo ha consolidado su liderazgo como la entidad más rentable del sistema microfinanciero peruano, sino que también ha redefinido el rol de las finanzas en la transformación social.
Con utilidades duplicadas (S/ 109 millones en 2024), un Retorno sobre Patrimonio (ROE) del 15.84% —el más alto del sector— y una expansión agresiva, la institución demuestra que es posible crecer en medio de la adversidad.
El 2024 fue un año histórico para Caja Cusco. Además de duplicar sus ganancias, la entidad amplió su red a 137 agencias a nivel nacional, con planes de abrir 16 nuevas oficinas en el norte (Piura, Trujillo, Chiclayo) para 2025, según declaraciones de Luis Fernando Vergara, presidente del Directorio.
Esta expansión geográfica se complementa con innovaciones como la masificación de su tarjeta de crédito, que pasó de atender clientes preferentes a incluir pequeñas empresas y consumo, con líneas de hasta S/ 50,000.
Pero el éxito no se limita a lo financiero. La institución ha sido galardonada con el Premio Nacional Ambiental “Antonio Brack Egg” y el Premio Plata Fintech Américas en sostenibilidad, reconocimientos que validan su modelo de finanzas verdes, destacado en proyectos como “Agronativo” y “Agroprotector”.
“Nuestra misión es seguir trabajando por un Perú más sostenible, innovando con proyectos que impacten positivamente tanto en el medio ambiente como en las comunidades que forman parte de nuestra historia.”, subrayó Vergara.
El contexto no es sencillo. La ola de crímenes y extorsiones, particularmente en el norte del país, ha impactado a los clientes que operan en mercados populares, sin embargo, Caja Cusco no ha reportado víctimas “Reforzamos la seguridad en agencias, aunque esto implica costos adicionales”, admitió el ejecutivo.
Pese a ello, Caja Cusco, mantiene una mora inferior al promedio del sistema, gracias a procesos de administración de riesgos fortalecidos.
Perspectivas
La institución también mira hacia el mercado de valores: prepara su primera emisión de certificados de depósitos negociables, un paso clave para diversificar su financiamiento. “Este movimiento respalda nuestra solvencia y estabilidad”, aseguró.
En paralelo, Caja Cusco avanza en la incorporación de un socio estratégico. Tres organismos multilaterales —cuyos nombres se reservan— evalúan unirse a su accionariado, en un proceso que culminaría en 18 meses. Esta alianza busca no solo inyectar capital, sino también expertise para enfrentar nuevos retos.
“A pesar de los desafíos que enfrenta el país, se están llevando a cabo importantes inversiones en diversas regiones. El sector turístico ha mostrado signos de recuperación, el puerto de Chancay está en pleno desarrollo y un nuevo aeropuerto comenzará a operar en el corto plazo. Estos avances contribuirán significativamente a mantener el impulso del motor económico de nuestra nación”, añadió Vergara.
Caja Cusco reitera su compromiso con el crecimiento económico del país, promoviendo una nueva riqueza fundamentada en los valores peruanos ancestrales y destacando que, más allá de los contratos, lo que realmente construye relaciones sólidas es la honestidad, humildad, optimismo y crecimiento comunitario.
