El Perú está en emergencia y nos encontramos en una crisis triple: política, social y económica, agravada además por un contexto internacional incierto y complejo, dijo Felipe Valencia-Dongo, el presidente de CADE Ejecutivos 2022 al inaugurar el evento.
Por Javier Parker Chávez, enviado especial
El presidente de CADE Ejecutivos 2022, Felipe Valencia-Dongo, afirmó que hay tres pilares indispensables para que el Perú emerja frente a la crisis y los peruanos se pongan en acción: inversión privada para el progreso, un Estado que funcione, e instituciones sólidas y democracia. “Estos tres pilares indispensables no son meros ideales o buenas intenciones. Son pilares concretos para encauzar el desarrollo. Son urgentes. Son irrenunciables. Y es necesario ponerlos en acción”, dijo al inaugurar la 60 edición de CADE Ejecutivos, que se realiza en Paracas (Ica).
Además, subrayó que estos tres pilares indispensables deben darse en simultáneo porque la inversión privada requiere la estabilidad de instituciones sólidas, así como un Estado que haga su trabajo.
Del mismo modo, agregó que, para entregar servicios de calidad, el Estado necesita un marco institucional adecuado y los recursos y la colaboración provenientes del sector privado.
“Las instituciones y la democracia, por su parte, se complementan con políticas públicas efectivas e iniciativas empresariales sostenibles. El desarrollo del Perú y de los peruanos, especialmente de los más vulnerables, depende de estos tres pilares a la vez. Juntos”, resaltó.
Inversión privada
Valencia-Dongo mencionó que S/9 de cada S/10 que se invierten en el país provienen de la inversión privada, el primer pilar. Esta inversión genera empleos de calidad, aumenta los ingresos y el bienestar de las personas, y paga más impuestos para ejecutar proyectos de desarrollo.
“La inversión privada genera crecimiento, y es urgente crecer. Cuando crecíamos anualmente a un promedio de 7% entre el 2004 y el 2013, cada año un millón de peruanos dejó de vivir en pobreza. Este año, creceremos alrededor de 3% y se estima que prácticamente no habrá reducción de pobreza. De un millón de peruanos a cero. Esto es muy doloroso”, dijo.
Manifestó que la prioridad como país debe ser que cada vez más peruanos salgan de la pobreza y vivan con dignidad lo antes posible, y para ello, se necesita crecer más.
Estado que funcione
A su vez, consideró urgente que tengamos un Estado que funcione, el segundo pilar indispensable. Un Estado que asegure que servicios públicos de calidad e infraestructura para progresar lleguen a los peruanos.
“¿Y cómo puede lograrlo? A dos meses que culmine el año, se ha ejecutado sólo el 50% del presupuesto para inversión pública. Es inaceptable que, con tantas carencias y brechas por superar, más de S/30.000 millones permanezcan en las cuentas del Estado sin ejecutarse. Es inaceptable. El Estado tiene que ejecutar más y mejor. Y debemos exigirlo como ciudadanos”, dijo.
Reconoció que el problema se agrava con la elevadísima rotación de funcionarios, la inoperancia ante los diversos desafíos, las designaciones cuestionadas, y las denuncias de corrupción.
Afirmó que no es la primera vez que en el Perú vivimos tiempos de crisis porque, en sus 60 ediciones, CADE Ejecutivos ha visto pasar hiperinflación, terrorismo, pobreza extrema e inestabilidad política. “No obstante, los peruanos siempre hemos superado las crisis a las que nos hemos enfrentado, apoyados en nuestra resiliencia y esperanza”, agregó.
Consideró que, en estos tiempos desafiantes, millones de peruanos se preguntan ¿qué hacer? “La psicología nos enseña que cuando una persona enfrenta una crisis, se requiere volver a lo básico, a lo esencial, a lo indispensable. Es lo que se recomienda para una persona, pero también para una familia, una empresa o un país. Estamos en emergencia… necesitamos volver a lo indispensable”, señaló.
Agregó que les sorprende un creciente pesimismo e insatisfacción, porque el 67% de peruanos percibe que el Perú no está avanzando. La percepción más pesimista en 31 años. Y quienes más sufren son los peruanos más vulnerables.
“El 40% de peruanos dicen que, en los últimos tres meses, ocurrió en su hogar que algún adulto solo comió una vez en el día o incluso no comió. Eso es doloroso y absolutamente inaceptable. Urge exigir, como diría Basadre, un Estado en forma: que funcione”, comentó.
Instituciones sólidas y democracia
Valencia-Dongo subrayó que urge construir instituciones sólidas y fortalecer la democracia, el tercer pilar indispensable. Mencionó Perú es el segundo país en Latinoamérica con menor satisfacción respecto al funcionamiento de la democracia. Solo por encima de Haití.
“Nos encontramos en un proceso de deterioro institucional muy preocupante. Las instituciones deben definir con claridad las reglas de juego, dar predictibilidad al entorno económico y canalizar los conflictos para evitar violencia. Por eso, instituciones sólidas y democracia son parte central del desarrollo”, indicó.
Advirtió que, sin instituciones sólidas y democracia, no recuperaremos la confianza de la ciudadanía en sus autoridades y líderes, no solo políticos sino también empresariales.
“Entonces: inversión privada, Estado que funcione, instituciones sólidas y democracia. Tres pilares, urgentes, que deben ocurrir en simultáneo. Este es el tema central de este CADE Ejecutivos”, señaló durante la ceremonia inaugural.